Me avisa Marta (Una Bohemia)de que este sábado, mañana, en San Vicente Ferrer, 25, a las 21,30 podremos escuchar su poesía. Soy lector habitual de su página. De esa pòesía que no es cursi. Y he de confesar que envidio muchas veces la frescura de sus escritos.
He encontrado, a través de los blogs, gentes como Sonia, como Marta, como My, como eigual, tantas y tantos... mujeres y hombres, muchos muy jóvenes, que están escribiendo una poesía bellísima, fuerte y exacta, sin concesiones.
Así que tengo que recomendaros que acudáis a disfrutar de sus palabras. Merece la pena. Para que os hagáis una idea copio uno de sus poemas:
Qué bonita es la gente.
Me despido,
camino hacia el Metro,
es una noche templada,
víspera de fiesta regional.
Lo digo absolutamente en serio,
qué bonita es la gente,
cómo adorna las calles,
cómo se cuelga de la vida,
guirnaldas llenas que enlazan los dedos.
En los andenes, en los bares,
hasta en la cola del paro.
Cada uno con sus colores,
con su forma singular de atarse el pelo.
Oye tú, ¿de dónde eres?
Allá tengo un amigo viviendo,
se fue por amor.
Qué bonita es la gente.
Y lo digo absolutamente en serio.
viernes, 30 de octubre de 2009
jueves, 29 de octubre de 2009
miércoles, 28 de octubre de 2009
Fundido en doble cero
Germán Temprano es periodista. Germán Temprano es novelista. Germán es amigo mío. Ando estos días enfrascado en su última novela, Fundido en negro. Un relato hermoso y desolador de la destrucción de un hombre. Duro como el acero y tierno, en ocasiones, como el pan tierno, como los besos rutinarios.
Tiene esta obra de Germán toda la desolación de la realidad. Narra unos días de diciembre en los que sientes el frío de la calle, la amargura de unos personajes tan perfectamente dibujados que, cuando levantas la vista del libro, te encuentras con que Marco está delante de ti, metido en un coche de gran cilindrada y ves a Regino, en la puerta de cualquier casa de Madrid, mirando el culo de alguna jovencita.
Qué realismo, Dios mío. Qué crudeza. Yo ya había leído libros anteriores de Germán. me parece éste el mejor. Posiblemente con menos humor que los anteriores, pero más perfilado, más duro y bello.
Hay una joven generación de novelistas que, probablemente no aparecen en las reseñas de los grandes diarios, pero que están haciendo una narrativa fantástica y hermosa, como Germán, como Pascual García. Ambos amigos. Ambos novelistas con todas sus letras.
De Pascual hay que hablar en otra ocasión, porque se lo merece.Sólo decir que su última novela, Doble cero, es un experimento que aconsejo leer. Está trabajosamente escrita, de forma muy original. Una novela negra como negra es la vida, como negras son las cosas.
Merece la pena leer a Pascual y a Germán que tienen en común esa búsqueda literaria de la dura belleza de la existencia, de la narrativa, de entender que escribir es un esfuerzo en solitario y doloroso. No busquéis en ellos una literatura acomadaticia y fácil. Pascual y Germán han elegido el camino más difícil: escribir como les da la gana, amasando las palabras con esa intensidad que sólo da el talento.
Yo estoy orgulloso de ser su amigo.
Tiene esta obra de Germán toda la desolación de la realidad. Narra unos días de diciembre en los que sientes el frío de la calle, la amargura de unos personajes tan perfectamente dibujados que, cuando levantas la vista del libro, te encuentras con que Marco está delante de ti, metido en un coche de gran cilindrada y ves a Regino, en la puerta de cualquier casa de Madrid, mirando el culo de alguna jovencita.
Qué realismo, Dios mío. Qué crudeza. Yo ya había leído libros anteriores de Germán. me parece éste el mejor. Posiblemente con menos humor que los anteriores, pero más perfilado, más duro y bello.
Hay una joven generación de novelistas que, probablemente no aparecen en las reseñas de los grandes diarios, pero que están haciendo una narrativa fantástica y hermosa, como Germán, como Pascual García. Ambos amigos. Ambos novelistas con todas sus letras.
De Pascual hay que hablar en otra ocasión, porque se lo merece.Sólo decir que su última novela, Doble cero, es un experimento que aconsejo leer. Está trabajosamente escrita, de forma muy original. Una novela negra como negra es la vida, como negras son las cosas.
Merece la pena leer a Pascual y a Germán que tienen en común esa búsqueda literaria de la dura belleza de la existencia, de la narrativa, de entender que escribir es un esfuerzo en solitario y doloroso. No busquéis en ellos una literatura acomadaticia y fácil. Pascual y Germán han elegido el camino más difícil: escribir como les da la gana, amasando las palabras con esa intensidad que sólo da el talento.
Yo estoy orgulloso de ser su amigo.
lunes, 26 de octubre de 2009
Brindis
Bebamos, amor mío, que aún nos quedan
noches para morir y la mañana
vendrá para vivir entre tus piernas
calendarios de fiestas y de besos.
Y no hagamos recuento del pasado.
Prefiero que tus manos sean el hueco
donde pueda descansar de la nostalgia,
del vacío de voces que un día fueron.
Bebamos esta noche, vida mía.
Como si el mundo fuera a detenerse.
Como si fuera la vida una palabra
con la que arroparse del invierno.
En todo y en la nada es nuestra historia
-inmediata respuesta a mis preguntas-
el horizonte exacto de tus pasos,
relámpago pequeño de tus ojos.
Que esta noche nos sea tan propicia
como la luz que me vence en tu mirada.
Y en esta copa hallemos los minutos
de aquella juventud que un día perdimos
noches para morir y la mañana
vendrá para vivir entre tus piernas
calendarios de fiestas y de besos.
Y no hagamos recuento del pasado.
Prefiero que tus manos sean el hueco
donde pueda descansar de la nostalgia,
del vacío de voces que un día fueron.
Bebamos esta noche, vida mía.
Como si el mundo fuera a detenerse.
Como si fuera la vida una palabra
con la que arroparse del invierno.
En todo y en la nada es nuestra historia
-inmediata respuesta a mis preguntas-
el horizonte exacto de tus pasos,
relámpago pequeño de tus ojos.
Que esta noche nos sea tan propicia
como la luz que me vence en tu mirada.
Y en esta copa hallemos los minutos
de aquella juventud que un día perdimos
martes, 20 de octubre de 2009
lunes, 19 de octubre de 2009
Un cigarrillo de mañana
Aún tenía en la barba enmarañada
las palabras de amor que un día dijera.
Y en sus ojos asomaba el viejo brillo
de los días azules del pasado.
Caminaba sin rumbo y murmuraba
las viejas maldiciones de una vida
acuchillada y rota. Y arrastraba
un carro de la compra con su historia.
No buscaba ya nada. Parecía
como si el mundo entero fuera ajeno.
Y el frío de la calle fuera el frío
de todos los inviernos de su cuerpo.
Se me acercó de pronto. Con voz ronca
me pidió un cigarrillo y me miraba
los dedos torpes que hurgaban en la caja
como si de ello dependiera su futuro.
Y luego se marchó, sin decir nada.
Fumando en el tabaco todo el tiempo
vencido de sus pasos. Por la radio
se anunciaba un día de sol, con cielos claros.
las palabras de amor que un día dijera.
Y en sus ojos asomaba el viejo brillo
de los días azules del pasado.
Caminaba sin rumbo y murmuraba
las viejas maldiciones de una vida
acuchillada y rota. Y arrastraba
un carro de la compra con su historia.
No buscaba ya nada. Parecía
como si el mundo entero fuera ajeno.
Y el frío de la calle fuera el frío
de todos los inviernos de su cuerpo.
Se me acercó de pronto. Con voz ronca
me pidió un cigarrillo y me miraba
los dedos torpes que hurgaban en la caja
como si de ello dependiera su futuro.
Y luego se marchó, sin decir nada.
Fumando en el tabaco todo el tiempo
vencido de sus pasos. Por la radio
se anunciaba un día de sol, con cielos claros.
jueves, 15 de octubre de 2009
Leyendo a dos poetas
Igual que Roger Wolfe
pierdo mis días en los transportes públicos.
Y mi futuro es
propiedad de algún banco.
Por eso, cada día,
te encuentro aún sin buscarte
en cualquier estación de cercanías..
Fumo mucho, aunque ya
no bebo tanto.
El estómago ¿sabes?
Cualquiera de estas tardes
tengo que abrir las cartas del buzón
y sentarme a pensar si merece la pena
recordar cómo era
el temblor de tus labios
o ese sabor amargo del tabaco en tu boca.
Lo mismo que Azaústre
daría cualquier cosa por quitarte
ese jersey, aunque ya no sea rojo,
siempre que fuera tuyo
y me dejaras.
Hoy le he contado a Felton
que, sin pensar en dolores de cabeza,
estaría muy bien
beber un dry martini
mientras me hablas del color de los días.
Aunque uno ya no esté
para estos trotes.
pierdo mis días en los transportes públicos.
Y mi futuro es
propiedad de algún banco.
Por eso, cada día,
te encuentro aún sin buscarte
en cualquier estación de cercanías..
Fumo mucho, aunque ya
no bebo tanto.
El estómago ¿sabes?
Cualquiera de estas tardes
tengo que abrir las cartas del buzón
y sentarme a pensar si merece la pena
recordar cómo era
el temblor de tus labios
o ese sabor amargo del tabaco en tu boca.
Lo mismo que Azaústre
daría cualquier cosa por quitarte
ese jersey, aunque ya no sea rojo,
siempre que fuera tuyo
y me dejaras.
Hoy le he contado a Felton
que, sin pensar en dolores de cabeza,
estaría muy bien
beber un dry martini
mientras me hablas del color de los días.
Aunque uno ya no esté
para estos trotes.
miércoles, 14 de octubre de 2009
El amor de los otros
Tan alta era y tan guapa
que hubiera deseado
ser, incluso, el imbécil que marchaba a su lado.
Estoy seguro, mira, que yo no dejaría
que su sonrisa fuera
esa mueca de hastío con que ella le escuchaba.
Ni tendría su cuerpo
la desgana con la que se pegaba a su lado,
como si aquel instante
estuviera marcado
por la triste rutina de los días vencidos.
Mas, luego, al despedirse
le besó dulcemente
y, suave y con ternura, le pasó por la cara
su mano como un roce de cien mil mariposas.
Y supe, con certeza,
que siempre en otros cuerpos
hay una eternidad que nunca entenderemos.
que hubiera deseado
ser, incluso, el imbécil que marchaba a su lado.
Estoy seguro, mira, que yo no dejaría
que su sonrisa fuera
esa mueca de hastío con que ella le escuchaba.
Ni tendría su cuerpo
la desgana con la que se pegaba a su lado,
como si aquel instante
estuviera marcado
por la triste rutina de los días vencidos.
Mas, luego, al despedirse
le besó dulcemente
y, suave y con ternura, le pasó por la cara
su mano como un roce de cien mil mariposas.
Y supe, con certeza,
que siempre en otros cuerpos
hay una eternidad que nunca entenderemos.
martes, 13 de octubre de 2009
Nuevo articulo
En www.diarioabierto.es podeis ver un nuevo artículo sobre las dificultades de los argentinos para entrar en España.
domingo, 11 de octubre de 2009
Cosas de la edad
No sé por qué me pasa. Será porque estoy viejo,
pero prefiero ahora el frescor de un gintonic
al calor de unos cuerpos que ya no me acarician.
Y una tarde perdida viendo pasar las nubes
a una madrugada de incierta pasión loca.
Será que pasa el tiempo, pero he de confesarte
que prefiero una charla sobre libros o cine
a promesas de amor que no puedes decirme,
y, si puedo elegir, me quedo con la risa
de una mujer extraña que me mira en el metro.
Es verdad que el recuerdo de tu sexo y tus labios
todavía me conmueven en las noches de insomnio.
Y que te añoro tanto como si nunca hubieras
sido aquella mujer de sueños y metralla,
cuando sólo tenía tu nombre para ahogarme.
Pero, ya que lo digo, tendré que confesarte
que confundo tu piel con la piel de las otras.
Y dudo que tus brazos pudieran contenerme
más allá de los veinte segundos del orgasmo.
Y no sé si podría fumarme un cigarrito.
Así que así las cosas, esta tarde
hagamos el amor en estos versos
que no serán los últimos,
amor, que yo te escriba.
Y ni siquiera serán los más sinceros.
pero prefiero ahora el frescor de un gintonic
al calor de unos cuerpos que ya no me acarician.
Y una tarde perdida viendo pasar las nubes
a una madrugada de incierta pasión loca.
Será que pasa el tiempo, pero he de confesarte
que prefiero una charla sobre libros o cine
a promesas de amor que no puedes decirme,
y, si puedo elegir, me quedo con la risa
de una mujer extraña que me mira en el metro.
Es verdad que el recuerdo de tu sexo y tus labios
todavía me conmueven en las noches de insomnio.
Y que te añoro tanto como si nunca hubieras
sido aquella mujer de sueños y metralla,
cuando sólo tenía tu nombre para ahogarme.
Pero, ya que lo digo, tendré que confesarte
que confundo tu piel con la piel de las otras.
Y dudo que tus brazos pudieran contenerme
más allá de los veinte segundos del orgasmo.
Y no sé si podría fumarme un cigarrito.
Así que así las cosas, esta tarde
hagamos el amor en estos versos
que no serán los últimos,
amor, que yo te escriba.
Y ni siquiera serán los más sinceros.
martes, 6 de octubre de 2009
Grandes cosas
Os paso el correo que me manda Karina sobre el proyecto del que ya os hablé. Os dejo una foto y los enlaces cporrespondientes. Enhorabuena a todos los que creen que con un pequeño esfuerzo se hacen grandes cosas:
Quiero compartir con ustedes las fotos que nos acaban de hacer llegar de la Escuela Nº154 de La Candelaria - Santiago del Estero.
Como les contamos en nuestro blog, el día 11/09 enviamos a la escuela joggings, zapatillas y ropa deportiva que nos habían solicitado ya que el gobierno de la provincia les ha asignado un profesor de educación física.
En estas fotos que nos envían se ve a los peques disfrutando felices de la primera clase de educación física de toooodaaa su vida.
GRACIAS! Es por medio de la generosidad de todos que estas sonrisas se hacen reales y tangibles.
Verlos felices no tiene precio y nos pone alas cada vez más grandes para seguir emprendiendo vuelos.
Gracias por ayudarnos a ayudar!
Proyecto Nunca Jamás
“Quizás no haya olvidado mis deseos de niño...tal vez aún conserve algunos sueños,
fábulas de hadas por cumplir...”
www.proyectonuncajamas.com.ar
proyectonuncajamas@gmail.com
www.facebook.com/group.php?gid=117766046222
lunes, 5 de octubre de 2009
Mercedes Sosa
En www.diarioabierto.es publico mi particular homenaje a Mercedes Sosa. Pero no quiero dejar pasar en este blog el recuerdo y el cariño, tantas horas como nos regaló Mercedes Sosa, la esperanza que sembró en nuestros corazones cuando en los años difíciles, ella nos dio a tantos españoles el regalo de su voz.
Aquellos domingos en mi casa de Vallecas, cuando Ismael, Daniel y Pablo, aún niños, comían escuchando a la Negra. Esos días, años después, en los que Ismael me confirmó que Mercedes cantaría su/nuestra Zamba del emigrante.
Gracias, Mercedes. Gracias a la vida que nos ha dado tanto. Que nos ha dado tu canto, nuestro mismo canto.
Aquellos domingos en mi casa de Vallecas, cuando Ismael, Daniel y Pablo, aún niños, comían escuchando a la Negra. Esos días, años después, en los que Ismael me confirmó que Mercedes cantaría su/nuestra Zamba del emigrante.
Gracias, Mercedes. Gracias a la vida que nos ha dado tanto. Que nos ha dado tu canto, nuestro mismo canto.
El tiempo
Me duelen las rodillas y me canso
al subir la escalera.
Ay, estas toses
del tabaco al levantarme cada día
-de hoy no pasa, lo juro, que lo deje-.
El caso es que no soy, ni mucho menos,
el mismo. Me lo noto
en los pulmones y en el alma
y en esta sensación de no morir
en torno a tu cintura y en tu boca.
Y ahora que lo digo he de decirte
que incluso la nostalgia
es otra cosa
muy distinta de aquella que me hacía
construirte con besos y saliva.
Tal vez por eso, cuando intento
escribirte un poema,
me detengo
intentando saber cómo temblabas
cuando entraba en tu cuerpo y en tu risa.
Será por eso, tal vez, que hoy me parece
que te estoy inventando
que no eres
más que un deseo de ti, que no exististe
más allá de los versos que te escribo.
al subir la escalera.
Ay, estas toses
del tabaco al levantarme cada día
-de hoy no pasa, lo juro, que lo deje-.
El caso es que no soy, ni mucho menos,
el mismo. Me lo noto
en los pulmones y en el alma
y en esta sensación de no morir
en torno a tu cintura y en tu boca.
Y ahora que lo digo he de decirte
que incluso la nostalgia
es otra cosa
muy distinta de aquella que me hacía
construirte con besos y saliva.
Tal vez por eso, cuando intento
escribirte un poema,
me detengo
intentando saber cómo temblabas
cuando entraba en tu cuerpo y en tu risa.
Será por eso, tal vez, que hoy me parece
que te estoy inventando
que no eres
más que un deseo de ti, que no exististe
más allá de los versos que te escribo.
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