lunes, 29 de diciembre de 2008

Navidad

Hoy no hay versos que paren

el ruido de las armas.

No hay corazón que enjugue

la sangre de los niños.

Ni brazos que sujeten el dolor

de la mujer que maldice

la Navidad de fuego y de metralla.


Hoy todas las religiones de la tierra

han decidido, de común acuerdo,

eliminar de sus libros más sagrados

los dioses de la Paz.

Y queda como dios

único el dios de la venganza.


Hoy no hay versos de amor.

Está la muerte prendida de una estrella

Y todos los países se desean entre abrazos

felices Navidades. Caen las bombas

en la escuela y la casa.


Se ha registrado en la ONU una protesta

formal firmada por Alá, Yhavé

y otros mil cuatrocientos dioses y que ha sido

convenientemente sellada y archivada:

“A veinticinco de diciembre, cualquier año...”

lunes, 22 de diciembre de 2008

Años

Me dicen los amigos que estoy joven. Que aparento
menos años de los que uno soporta en las espaldas.
Incluso las amigas de mis hijos me aseguran que parezco
–y lo dicen muy en serio- tener tres años menos.

Algunos, en el colmo del halago, me palmean
la espalda y me comentan: “Pareces el hermano de tus hijos”.
Me estiro y me acaricio la cabeza, disimulo
la tonsura que adorna, inevitable, mi hirsuta coronilla.

En momentos así, tengo que confesarlo, me miro de reojo
en los escaparates y me digo que es verdad. No pasa el tiempo.
Sin ir más lejos. En el metro hoy mismo una muchacha
terriblemente hermosa me ha mirado y sonreído.

Le he devuelto la mirada. Y ella muy lentamente se levanta,
se dirige hacia mí. Y me cede el asiento mientras dice:
“Siéntese, por favor”. Se me han venido
cuarenta años encima de repente.

jueves, 18 de diciembre de 2008

Las 65 horas

El Parlamento europeo ha tumbado el proyecto de ampliar la jornada laboral a las 65 horas semanales. Esperemos que se un derrumbe definitivo de una propuesta que ni los Gobiernos ni los ministros de Trabajo de la Unión deberían haber hecho nunca. Pero que no sólo la formularon, sino que la llevaron hasta el mismísimo Parlamento.

La jornada de cuarenta horas ha sido una conquista obrera que ha costado sangre, sudor y lágrimas -y nunca mejor dicho- y las conquistas nunca deben de tener marcha atrás. Pero lo curioso de todo esto son las razones que han esgrimido y esgrimen los defensores de ampliar la jornada a las 65 horas.

Dicen que es una forma de ser competitivos. Que en Europa perdemos competitividad con otros países emergentes que ofrecen productos muchos más baratos en su producción. Nos ha jodido. Casi siempre que se habla de competitividad se pone este ejemplo. Se oculta, sin embargo, que ese abaratamiento de la producción se produce en países con condiciones de trabajo cercanas a la esclavitud, sin derechos sindicales, con salarios de miseria.

El problema está en que los países europeos no se preocupan lo más mínimo por denunciar las condiciones de trabajo de China, India, Ceylan, países latinoamericanos, del Magreb... Prefieren llevarse allí la producción y ser cómplices de unas condiciones de vida y trabajo que repugnan a cualquier ser humano.

Dicen los defensores de ampliar la jornada que, al fin y al cabo, lo que permite esta propuesta es que sean los trabajadores los que pacten con sus empresarios las horas de trabajo. Ocultan que la igualdad de la negociación sólo se produce cuando, precisamente, las fuerzas que negocian están igualadas. Y es difícil creer que existe equilibrio negociador entre un empresario y sus trabajadores cuando sobra mano de obra, cuando la crisis sume en la desesperación a miles de familias.

Esas llamadas a la competitividad, ese camino abierto a la ruptura de la jornada, justificaría todo: el trabajo por un pedazo de pan, el trabajo infantil, la discriminación, la esclavitud. La desesperación y la necesidad llevaría a aceptar cualquier condición con tal de contar con lo imprescindible para sobrevivir. Por no hablar de las repercusiones que en la salud tiene una jornada excesiva y que empiezan a constatarse en trabajadores con jornadas prolongadas.

Lo más preocupante es que hayan sido países europeos -algunos, en teoría, con una larga experiencia democrática- quienes hayan hecho esta propuesta. Y lo mejor que, por una vez, el Parlamento europeo la haya rechazado por mayoría absoluta. Lástima que no sucediera lo mismo con la directiva de los emigrantes.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Vivir

Algunas mañanas me parece

que he vivido mil años y ninguno

me ha servido de mucho. Nunca he sido

caballero o rufián muy destacado.


Ni he vivido la más mínima aventura

que pudiera llamar la más hermosa

y que cambiara el mundo o que me diera

esos quince minutos de la gloria.


Si repaso mis días y mis noches

no encuentro un gran triunfo, una derrota

para dejar escrita en los papeles.


Mi vida se resume, bien mirado,

en alguna palabra, y, sobre todo,

en haberme encontrado con tu cuerpo.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Músicos

Estuve ayer con dos amigos míos. Músicos los dos. Uno de ellos ha sido durante muchos años músico de orquesta de verano. Esas que van por los pueblos, en las fiestas. Tocando por cuatro perras. Mi amigo, Paco Aguayo, magnífico bajista, persona entrañable, culto y bueno se ha recorrido media España, pasando calor y frío, durmiendo en hostales sin estrellas y sin luna, haciendo cientos de kilómetros, tocando horas y horas por un magro salario. No siempre bien tratado por el público, nunca reconocido en su trabajo que siempre ha desempeñado honesta y gozosamente.

Nos contaba Aguayo mil anécdotas dolorosas y, sin perder la sonrisa, hablaba de las durísimas condiciones en que ha desarrollado su arte. De noches enteras tocando desde las 12 de la noche hasta las diez de la mañana, según lel capricho del concejal o alcalde de turno que se creían con derecho a maltratar a unas personas que trabajaban para que otros se divirtieran.

Los músicos como él, esos cientos y cientos de músicos que se ganan el pan haciendo felices a los demás no tienen una Sociedad General de Autores (SGAE) ni una Asociación de Interpretas y Ejecutantes (AIE), no tienen a nadie que vele por sus derechos, que les defiendan ante los abusos de sus ¿empresarios?

La SGAE, la AIE, que deberían defenderles, gastan miles de millones en campañas contra la piratería, reparten dinero entre los ya consagrados, mandan detectives para que vigilen los derechos de sus socios... pero no se gastan un euro en defender a un sector numeroso y necesitado.

Vaya por delante que creo en los derechos de autor. Con normalidad. Sin exageraciones. Y creo que un artista tiene todo el derecho a que se respete y reciba la compensación justa por su trabajo. lo mismo que un taxista tiene derecho a que se le abone la carrera del taxi, y un albañil, un abogado, un médico ha de cobrar por su labor. Pero, ¿no hay un poquito de solidaridad con estos obreros de la música? Seguramente la SGAE o la AIE o cualquier otra asociación musical no tenga en sus funciones la defensa de los músicos y, sin embargo, creo que estas grandes agrupaciones, que, cada año, se embolsan millones de euros, que gestionan fondos fabulosos, deberían mostrar una mayor preocupación por unos hombres y mujeres que han hecho de la música su oficio.

De sus conciertos cobra la SGAE. Ellos difunden la música, muchas veces en ejecuciones impecables, pero nada se llevan de ello. Ni siquiera el reconocimiento de un trabajo y un horario digno.

Se me podrá decir que lo lógico sería crear un sindicato de músicos. Y no sé si existe. Pero sospecho que un sector que anda disperso, debe tener serias dificultades para agruparse. Y sinceramente, creo que la SGAE debería reflexionar si su función social no está también en amparar y defender a aquellos que llevan la maravilla de la música a los rincones más apartados.

No sé. A lo mejor peco de ingenuo. Pero ayer, cuando Paco Aguayo me contó que había dejado el oficio que tanto ama, convencido de la falta de futuro, harto de arbitrariedades e injusticias, pensé que, al menos, le debía estas líneas. Un abrazo, Paco.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Dia en Córdoba

Estuve ayer en Córdoba. Mis amigos Pepe Villegas y Joaquín Pérez Azaústre presentaron mi libro Al Oeste hay Apaches. Hicieron una presentación generosa y cariñosa. No sé cómo darles las gracias. A ellos y a todos los amigos que se reunieron conmigo para escuchar versos y tomar unas cañas en El Correo y en el Bar de las Niñas, El Mestizo de nombre real.

Fue una tarde magnífica. Volver a Córdoba, donde he vivido tantos años y tan intensamente, es siempre maravilloso. Ayer, además, tenía para mí un significado muy especial. Me sentí querido, me sentí feliz. A estas alturas de la película son estas cosas las que te convierten la vida en un regalo. El cariño con que lo habían preparado todo, la generosidad de Vimcorsa que nos dejó la sala, el vino que llevó Bolaños, Bolain, para los amigos, el esfuerzo que todos realizaron, la buena disposición de la Librería Luque que llevó los libros y que venderá el poemario en Córdoba, los compañeros de los medios de comunicación...

En fin, que fue un hermoso día. Un día como sólo puede darse en mi Córdoba. Llovía en la ciudad y la nostalgia de sus calles, me llenó de nuevo. Ese deseo de volver siempre a Córdoba, a sus gentes, a sus plazuelas es algo difícil de explicar. Pero es tan real como un beso, como el abrazo que, a veces, no hace falta ni dar. Pero que está ahí. Cálido y fuerte.

lunes, 8 de diciembre de 2008

A mi nieto

Canción para Manuel

Vendrá el futuro a verte cualquiera de estos días.
Y tendrás en las manos lo que nunca tuvimos:
la esperanza de un mundo con los mares azules,
sin fieros huracanes o desbordados ríos

No habrá hombres que mueran sin panes ni milagros
Y en la pared de enfrente leerás que hay escrito
un saludo de paz, un buenos días, un pájaro
con las alas abiertas para volar sin tino.

Las guerras y las hambres van a quedar proscritas.
declarará el gobierno que queda prohibido,
por ejemplo, decir la palabra extranjero,
frontera, territorio, pasaporte o enemigo.

Y será obligatorio escribir poesías,
y la palabra amor, como si fuera vino,
tendremos que beberla suave y gozosamente

con cada trozo de pan partido y compartido.

Vendrá el presente a verte con hambre de futuro,
ese futuro incierto que algún día intuimos
y que tú harás cercano, más humano y abierto,
más real, más igual, y más justo y más limpio.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Malas noticias.

El 27 de junio pasado escribí en este blog:

"La foto viene en El País de hoy. Dos ancianos miran a cámara con cara de susto. No están acostumbrados a estas cosas. Él pasa un brazo protector sobre el hombro de la mujer. Y ella tiene las manos cogidas en su regazo. Detrás se ve una casita. Tal vez no sea una foto de premio y, sin embargo, despierta una inmensa ternura y recoge, sin duda, un aire de desolación.

La noticia nos cuenta que un alto tribunal les ha hecho abandonar su casa, en la huerta murciana. la casa ha sido expropiada para hacer una carretera que permita el acceso a los nuevos bloques de viviendas que arrasan las huertas. Ellos no quieren irse. Ellos no saben vivir en un piso y, con lo que les han dado, no pueden comprar una casita como la que ahora tienen.

Cuentan que él, en una ocasión, única ocasión, subió en un ascensor en una de sus visitas al hospital. Y no supo salir. veía como se abrían y cerraban las puertas y no se atrevía a dar un paso. Hasta que alguien le dijo como salir de aquella trampa. Por eso no quiere un piso. Quiere la casa donde ha vivido largos años.

Un primer juez les autorizó a continuar en su casa por el daño que sobre su salud podía causarles la expulsión (ambos tienen más de 80 años). Fue lo que se llama una sentencia llena de humanidad, tan extraña en la Justicia. Tal vez por eso, cuando el ayuntamiento recurrió a otra instancia superior, los dos ancianos perdieron y ahora esperan a que les echen definitivamente.

La nueva sentencia reconoce su situación pero les expulsa. Miro la foto de los dos viejos, apoyados uno en el otro, mirando asustados al frente. Seguramente crean que ésta es su última esperanza. Que los medios de comunicación les hagan caso, saquen su imagen, desoladora, y puedan encontrar una solución a su problema.

Probablemente no volveremos a oír hablar de ellos. Esa foto se borrará con el tiempo de nuestra retina. No sé qué será de ellos. Uno prefiere imaginarlos así, callados y mudos, sólo con la fuerza de su mirada, con la incomprensión pintada en sus ojos. Uno prefiere pensar que, a lo mejor, esta vez se ha encontrado una solución, que, a lo mejor los viejecitos pueden sentarse tranquilos en una nueva casa. Una casa sin ascensores que les secuestren".


Alguno de vosotros me pidió entonces que os tuviera informados si llegaban noticias de ellos. Han llegado. Hace unos días leí, de nuevo en El País, que la anciana había muerto, justo cuatro meses después de que les expulsaran de su casa. Se llamaba Violante y tenía 84 años. Los familiares lo habían advertido: ""No podrá vivir mucho fuera de la huerta, no soportará vivir en un piso". Fueron expulsados y al día siguiente, la piqueta derribó su casita.

Cuenta El País: "Desde entonces ella decía que no quería vivir así. Después de toda la vida en la huerta un piso no era bueno para ella y los médicos lo habían advertido", explica su familia. Hace un mes ingresó por primera vez en el hospital y el 10 de noviembre un parte médico alerto del deterioro que sufría la mujer por el desalojo. Anoche falleció en el hospital. Su familia quiere que se conozca el caso: "Hay muchos huertanos que abandonan su casa porque los expropian y se mueren de pena. Que se sepa que esto ocurre".


No sé qué escribir. Ya no se puede escribir nada. En la televisión veo de nuevo al anciano, arropado por sus familiares, ausente, triste, como si no supiera exactamente qué está pasando. Su tristeza, su desamparo me llega al alma. En su cara puede verse el dolor y la pena que, seguramente, mató a su mujer. Pero, ¿quién causó esa pena? ¿Quién la mato? Nadie. Porque nadie se sentirá responsable. No puedo escribir más.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Una broma

Heroína Doña Esperanza Aguirre

baraka tiene, o al menos eso dicen.

Se libra de disparos y de bombas

en Bombay y a todos nos asombra

y nos alegra que haya salido ilesa.

Pero esa imagen tan rara de princesa

exiliada en calcetines y zapatos

y su pelo sin laca es un espanto.

¿No hubo quien la dijera que la suya

no es la imagen de repatriada sin ayudas?

¿O es que con tal de salir como heroína

vale, incluso, pasar de la peluquería?

No lo entiendo siendo ella tan fina.

En el metro

La pasión es un barco sin piloto y sin rumbo,

relámpago que rompe un instante la noche.

Y la carne de fiebre es arena en los dedos,

el latido, un suspiro para decir tu nombre.


Luego vienen los días a recorrer tu cuerpo,

y dejar en los labios el recuerdo marino

del sudor de tu vientre, la pequeña venganza

del tiempo en los cristales empañados de besos.


Y son otros los nombres. Y otras son las palabras.

Así que, ahora, en el metro, cuando el pasado vuelve

en el rostro dormido de una mujer cualquiera


tengo miedo de nuevo a sentir en el pecho

las noches más hermosas de tu piel olvidada.

Y me oculto en las hojas, cómplices, del periódico.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Otra vez

Lo he dicho en alguna otra ocasión y no hay más remedio que repetirlo: La Iglesia, en su afán, por ser la única depositaria de la verdad, entra en contradicciones flagrantes. El cardenal Rouco Varela ha vuelto a atacar la Ley de la memoria Histórica porque, según él, despierta los enfrentamientos entre las dos Españas. Y ha exigido, como virtud cristiana, el olvido.

Lo dice quien ha impulsado la beatificación de 500 beatos, mártires de la Guerra Civil. Parece que ellos no merecen el olvido. Quienes se pusieron al lado del Gobierno legalmente constituido y fueron asesinados, enterrados en fosas ignorados, no merecen ni el recuerdo ni siquiera ser enterrados honrosamente.

Cuesta trabajo no hablar de estas cosas, por más que resulte cansino y aburrido. La hipocresía de la Iglesia, su afán por dividir en buenos y malos a los españoles ni es cristiano ni es, desde luego, humano. Hay palabras que por sí solas reflejan, mejor que las acciones, ese espíritu egoista y excluyente.

¿Merece la pena dedicar más líneas a este asunto? Creo sinceramente que las declaraciones de Rouco Varela se descalifican por sí mismas. Tienen ese aire de santurronería e injusticia tan alejadas del verdadero espíritu de Cristo.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Lunes

Estoy cansado, amor, no sé si es este otoño

o las noticias de crisis y pateras, de pasiones

en tintas de colores de la gente que huele

a perfume de anuncio de Carolina Herrera.


Estoy cansado. Por eso esta mañana,

sin besos y sin verbos que llevarse a la boca

me cuesta más trabajo levantarme y decirte

que hace un viento frío y sin embargo te amo.


Tal vez lo único que importe o que quisiera

es meterme de nuevo entre las sábanas.

Y esperar que este lunes no esté en el calendario.


Abrazarte despacio y dejar que las cosas

se arreglen por sí solas. Porque en esta mañana

los versos me parecen un inútil esfuerzo.

jueves, 20 de noviembre de 2008

El olvido, la memoria

Ya han advertido numerosos jueces que van a archivar la causa abierta por el juez Baltasar Garzón contra los crímenes del franquismo. La verdad es que no me extraña. Confío poco en los jueces y sé que ha sido un cuerpo que colaboró activa y gozosamente en la represión posterior a la Guerra Civil. Siempre, eso sí, amparados en que se limitaban a aplicar una ley que sabían contraria a cualquier derecho.

No soy fan de Garzón. Me ha parecido un hombre que ha antepuesto en demasiadas ocasiones su propio ego a la verdadera justicia. Pero he de decir que la causa abierta en torno a las atrocidades del régimen franquista me había llenado de esperanza. Reclamar, tantos años después, un mínimo de justicia y reconocimiento para aquellos que defendieron la legalidad vigente siempre me pareció un acto de justicia necesario.

Los cuerpos de aquellos hombres y mujeres llevan demasiados años en el olvido y creo que las familias tienen todo el derecho a recuperar sus restos, a darles honrosa sepultura y a descansar, por fin, de tanto sufrimiento.

Ahora dicen que pararan la apertura de fosas. Probablemente la Ley de la Memoria Histórica tenía que haber sido más audaz y más clara y mandatar y colaborar en la búsqueda de los cuerpos. Hacer una justicia que tanto olvido ha mantenido sobre la verdad, cuando en otros países, tras la dictadura, se ha iniciado casi inmediatamente un proceso de búsqueda de la justicia.

Nos queda el auto de Garzón que, al menos, servirá para recordar un período que, si la Justicia no quiere revisar, la memoria y la conciencia, ya han condenado.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Pienso en ti

Pienso en ti muchas noches, en los días

en que el amor venía como un perro sin dueño.

Cuando el asombro era tu pecho descubierto,

la tibieza olorosa de un verano en mis dedos.


No tiene esquinas el recuerdo, ni siquiera

el dolor de una palabra, ni ese triste jadeo

de las noches sin ti que me dejaron solo,

malherido y lejano de tus más dulces besos.


Me acuesto cada noche. Los días son caminos

para romper el odio de los perros del tiempo.

Inevitable fin de todos los segundos, cuando era


la aventura más dulce tu voz en el teléfono.

Y después inventar que el pasado no existe

y que el futuro está detenido en tu cuerpo.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Miguel Núñez

Tuve la suerte de entrevistar a Miguel Núñez cuando mi hijo Daniel y yo escribimos "Toda España era una cárcel". Me quedé impresionado, sobre todo, por la bondad y la grandeza con la que miraba al pasado. Me trató amablemente y me dedicó unas cuantas horas de su tiempo a rememorar una vida que no fue fácil, pero que fue rica en experiencias.

Una amiga me informó ayer de su muerte. Recordé en ese instante la conversación que mantuvimos. Y no sentí dolor. Fue como si viviera un episodio más de una vida -la suya- dedicada a los demás: su generosidad, su capacidad de perdón, su buen humor, cuando me contaba aspectos dramáticos de su vida, suavizándolos con esa sonrisa que te ganaba y con la que entraba directo al corazón.

No sé donde van esas gentes buenas cuando mueren. Yo creo que se quedan en el alma de cuantos les conocimos. Para mí será difícil olvidar a Miguel, sus lucha, su entrega. El no necesita de un Papa que lo haga santo. Miguel se quedará con nosotros, mientras seamos capaces de recordar su vida, su ejemplo de hombre bueno y generoso, y su sonrisa.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Un día aburrido

Y no sé qué decirte cuando nos cae la vida

lo mismo que una estrella entre los dedos.

Entonces ando sólo buscando por la acera

las migas que me guíen al hueco de tu boca.


Así que, en ese instante, enciendo un cigarrillo,

miro pasar la gente, o cuelgo mil carteles

en los anuncios grises de la estación del metro.

O me acerco despacio y acaricio, leve, tu cintura.


O releo algún libro. Me tomo una cerveza.

Te recuerdo dormida. Reviso el calendario.

Pongo en hora el reloj de los recuerdos

O te atraco con un verso del calibre 38.


Total, que hoy que no sé qué decirte,

en este día aburrido en que no pasa nada,

te propongo, mi amor, salir hasta la calle

y decir, por ejemplo: hay que joderse

al final es verdad que la vida es magnífica.

martes, 11 de noviembre de 2008

Recuerdos

De mis hijos me quedan los recuerdos de su infancia. Los domingos en Vallecas, cuando les llevaba a mediodía a tomar unas cocacolas con berberechos a una bodega que había –y hay- al principio de Martínez de la Riva. O cuando íbamos a la cuesta del Moyano y nos pasábamos horas rebuscando en los viejos quioscos. Luego, cada uno con su libro o su tebeo, nos íbamos al Retiro y pasábamos la mañana jugando y leyendo.

Costaba regresar a casa. Aquellas mañanas de domingo eran algo extraordinario. A veces íbamos al Museo del Prado y les llevaba a ver las pinturas de Goya o el Bosco. Días tranquilos y felices.

Será por la edad, pero me vienen esos recuerdos continuamente. Y, entonces, me siento feliz. Más tarde, los dos mayores, Daniel e Ismael, empezaron a tener otros compromisos y me acompañaba el pequeño, Pablo. Con él, algún sábado, íbamos hasta el pueblo a ver a mis padres. Manolo Conde decía que Pablo era mi escudero.

Pablo y yo dábamos un paseo con mi padre hasta la estación, una estación por la que no pasaban trenes. Mi padre y yo hablábamos de política, de la vida. Hablábamos lo que nunca habíamos hablado en los años en los que yo vivía en su casa.

Todo pasa deprisa con la edad. Y recuerdo perfectamente, la primera vez que fui a un concierto de Ismael, en un pequeño local de Vallecas, y cuando Daniel hizo su primer reportaje en Telemadrid y cuando Pablo terminó su carrera de medicina.

Ah, los años. Las imágenes, los recuerdos que han vestido esa época. Con todos sus problemas, sus preocupaciones y amarguras fueron buenos tiempos, aunque nunca he añorado ese pasado como mejor. Hoy, todavía, cuando nos reunimos en casa a comer, bajo la mirada de mi mujer, me parece estar viviéndolos de nuevo. Y me siento como mi padre se sentía.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Leyendo los periódicos

Es difícil saber de pasaportes

cuando el hambre es el único carné.

Y la esperanza no es sello en el visado

cuando la muerte acecha en los océanos

o detrás de una valla de cemento

y el futuro está escrito sobre arena.


No hay fronteras que marquen ningún límite

más allá de los mapas de la vida.

Ni geografía distinta a la del cuerpo.

Los sueños son la red en que se ahogan

quienes buscan el pan de cada día,

hijos del mismo dios asesinado.


Ayer, amor, ayer, sin ir más lejos,

nos dicen que hubo una revuelta

en el muro que nos libra de los otros.

La policía, dicen,

repelió la agresión, aunque hay heridos.

y no hay que preocuparse: de momento,

mi amor,

nuestro mundo está a salvo.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Los cuerpos

Adelanto del poema de los lunes:


Los años nos dejaron los cauces de los ríos

que surcaron, despacio, nuestras vidas.

Cicatrices tan dulces de un tiempo ya pasado

en cada suave arruga de tu cuerpo y el mío.


Las marcas de los días junto al labio besado,

la estrechez de un barranco de amor entre las cejas

ese dulce temblor de piel de tu cintura,

tifón y vendaval de aquellos años jóvenes.


Y siento que no hay nada, amor, tan bello como

las venas de tus manos en la tarde ganada.

O el pecho, tibia almohada, donde soñar el tiempo.


Me miro en el espejo y busco todavía

ese niño que fui cuando el futuro era

llegar hasta este instante y en ti rendir la vida.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Paro insoportable

Cada día del mes de octubre más de 6.000 personas han caído en el paro. Son cifras que asustan porque son ya más de 2,8 millones los que están sin trabajo. Paralelamente, son cada vez más los que van agotando la cobertura del paro. Es decir, cada día aumenta el número de personas que ya no cobra subvención alguna.

Dice el presidente Zapatero que el dato es malo, pero que todavía la tasa es baja. Yo no sé qué considera este hombre tasa alta. El socialista y hoy comisario europeo, Joaquín Almunia, escribió, desde la oposición, un artículo que tituló: TPI (tasa de paro insoportable). Zapatero debería de leerlo. Y, a lo mejor, descubre que estamos en tasas de paro insoportable. Que es insoportable que 2,8 millones de personas vean cómo se destruye su vida, que es una tasa insoportable que cada día, día a día, más de 6.000 personas se integren en la cola del paro.

Hay tanto paro como habitantes tiene Madrid. ¿Nos imaginamos un Madrid de parados? ¿Nos imaginamos las personas que, además, dependen de ese parado? ¿Cuántos? ¿Tres, cuatro? Multipliquemos por 2,8 y tendremos ocho o diez millones de personas condenadas a la desesperación, hijos, esposas, abuelos... Yo creo que sí es una tasa insoportable. no creo yo, señor Zapatero, que sea una tasa baja.

Lo dan los periódicos hoy. Pero la noticia más destacada es el triunfo de Obama que ocupa páginas y páginas en los diarios. Y bien está. No digo que no haya que saludar que un demócrata negro ocupe la Casa Blanca. Pero, coño, que con eso no se come ni se solucionan los problemas de España. A mí, al menos, me parece más importante la noticia del paro que la de las elecciones norteamericanas. Qué quereis que os diga.

lunes, 3 de noviembre de 2008

El regreso

Vuelvo a Madrid. Hay un destello

de luz entre sus calles. Me detienen

tus pasos por la acera. Y esos labios

que un día deshicieron

mi alma en dos esquinas.


Esta luz de Madrid... En un portal un viejo

le gana a la mañana el primer cigarrillo.

Madrid huele a nostalgia. En los balcones,

geranios que resisten

el frío del invierno.


Me despierto en Madrid. Respiro un aire

con el olor eterno de tus labios. En los dedos,

el tacto de tristeza de esta ciudad bendita.

El mapa de tu espalda

me trae hasta la isla del tesoro.


Bebo el veneno dulce de las horas.

El calor de tu cuerpo recordado

es el primer saludo en el quiosco.

Madrid nace de nuevo.

Por fin estoy en Ítaca.

jueves, 23 de octubre de 2008

Un viaje

Durante una semana estaré ausente. Motivos de trabajo me llevan fuera de España por unos días. Abrazos a todos y hasta la vuelta. Ya contaré.

miércoles, 22 de octubre de 2008

El abrazo

Llueve en Madrid. Día desapacible y frío, con ese aire suave de melancolía. Estamos los de siempre en el andén de Moncloa. Sueño y, ya, el primer cansancio. Los mismos jóvenes con su mochila, el mismo hombre trajeado y ausente. Las mismas muchachas con los libros contra el pecho. La misma mujer que, adivino, va hacia esa casa donde friega escaleras o cuida de un anciano. Camino a lo largo del andén y me los cruzo. Son una pareja de mediana edad. Hace unos años serían ya mayores. Hoy tienen la serenidad de una madurez tranquila.

No se dicen nada. No sonríen. Pero él la tiene cogida fuertemente por el talle. Es como si la abrazara. No es sólo el brazo descansando en otro cuerpo. Es un abrazo en la cintura que adivino apretado y firme. Hace unas semanas hablaba de una pareja de ancianos que cogidos de la mano andaban por este mismo lugar. Esta puede ser la misma, unos años antes. Ellos serán los mismos dentro de unos años.

Nadie se fija en ellos. Me da vergüenza seguir mirándolos y desvío la vista. Ellos no miran a nadie. Serios y en silencio, permanecen a un lado del andén. Esperan. Pienso, otra vez, que el mundo está aquí, que la vida está aquí, en este andén. Que todas las historias de amor se resumen en esta pareja, en el brazo protector que aprieta contra sí el cuerpo de la mujer. Mientras, llega el metro y corremos todos a buscar un asiento en el que descargar el cansancio de los días.

lunes, 20 de octubre de 2008

En la barra del bar

Parece, me asegura, que vendrán tiempos duros.

Que las cosas se tuercen. Y es que a mis tantos años

uno tiene recuerdos de tiempos parecidos

y el miedo, nuevamente, me viene como un vómito.


El miedo a aquellos años de zotal y de gachas.

De frío por las calles y de coles hervidas.

De manos levantadas en los cines más grises.

De mujeres vendiendo los cigarrillos sueltos.


De niños en la inclusa, estraperlo y canciones,

Y de hombres cargando maletas de cartón.

Y, sobre todo, mire, de falta de esperanza

hacia un mañana donde no habitara el olvido.


Ya sé que no es lo mismo. Y, afortunadamente,

esa historia de sangre ha quedado enterrada.

Pero vuelve la angustia del salario y la casa

Y las preocupaciones del trabajo y la compra.


No entiendo de intereses ni crisis financieras

pero sé que son armas que siempre se descargan

contra el hombre sencillo que tiene sólo un vino,

y un cigarrillo negro para espantar la vida.


Duermo mal muchas noches. Y mi mujer me dice

que los chicos no pueden soportar la hipoteca

y no sé que me cuenta de que han dicho en la tele

que habrá que apretarse, todos, el cinturón.


Así que no le extrañe que me sienta cansado,

Y que piense que España nunca tendrá remedio.

Que el gobierno tendría –yo no sé- que hacer algo

Y tema que este invierno se nos anuncie duro.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Hambre

Hace unos meses, se comentaba en este blog la cumbre contra el hambre de Roma, celebrada el pasado mes de junio. Leí entonces que con 30.000 millones de euros se podía acabar definitivamente con el hambre. Eran 19 países los que se reunieron. No llegaron a acuerdos y lo único que se consiguió fue el compromiso de aportar 6.000 millones de euros para luchar contra el hambre. Hasta ahora se han recaudado 3.000 millones. De ellos, Francia ha puesto 1.000 y España 500.

¿Sabéis cuánto se ha aportado para salvar a los bancos? En toda Europa creo que es más de un billón de euros. ¿Sabéis cuánto aportará el Estado a los bancos sólo en España? A bancos que han presentado beneficios de entre 2.000 y 10.000 millones de euros en 2007. Pues se habla en el plan de Zapatero de unos 100.000 millones de euros.

La verdad es que no hacen falta comentarios. Un mundo capaz de incumplir sus propios compromisos de 6.000 millones de euros, que es incapaz de sacar 30.000 millones para erradicar el hambre, se moviliza para salvar un sistema financiero que se ha enriquecido durante décadas y cuyo despilfarro nos ha llevado a la situación actual.

No seré yo quien se oponga al rescate del sistema. Sé que eso, al final, es necesario para que no aumente el paro, para que haya liquidez en los mercados, para que las pequeñas empresas, los pequeños comercios sigan funcionando, para que el mundo no entre en la bancarrota. Pero, Dios mío, ¿tan difícil era conseguir esos 30.000 millones para acabar con el hambre del mundo y tan fácil es lograr que los Estados inyecten cientos de miles de millones para salvar el sistema capitalista?

Seguirán muriendo miles de niños, miles de hombres y mujeres a diario en el mundo a causa de la pobreza. Y mientras, nuestros banqueros, tras contar sus beneficios, tienden la mano al Estado -a todos nosotros- para seguir manejando el hambre, un sistema cruel e injusto que aumenta, cada vez, el abismo de la diferencia. Sucede que a veces me canso de ser hombre...

lunes, 13 de octubre de 2008

Premio Mesonero Romanos

Me da un cierto pudor, pero, al mismo tiempo, quiero compartir con mis amigos que me acaban de conceder el Premio Mesonero Romanos de Periodismo Villa de Madrid. Estoy feliz porque, si algo puede hacerme feliz es que, de algún modo, se reconozca mi cariño por Madrid y sus habitantes, por este universo maravilloso que es Madrid.

El Premio ha sido concedido por mis crónicas publicadas en el diario Qué! a lo largo de estos años. Sólo quiero compartirlo con vosotros y dejar constancia que entiendo que en buena medida se premia al diario por sus informaciones de Madrid, por su rigor y por su amenidad. Gracias a todos los compañeros del periódico que han apostado por mí y que me han dado la oportunidad de escribir en sus páginas. Gracias especialmente a José González, con el que quiero compartir el premio y que ha puesto toda la belleza de sus fotografías a mayor gloria del texto. Gracias a todos. Estáis invitados a unos vinitos.

Neruda en el corazón

Puedo escribir los versos más tristes este lunes.

Escribir, por ejemplo: me duelen tus dolores

y el sueño de los niños que marchan al colegio,

las noticias de sangre que me traen los periódicos.


Me duele esta mañana, mientras el mundo gira,

y en las bolsas el hambre cotiza siempre al alza,

quisiera en este lunes hablar solo de amores

y de astros que tiritan azules a los lejos.


Pero cae la lluvia y la radio me dice

que vienen malos tiempos en los que los abrazos

no están garantizados y los cuerpos dejaron

de ser dulce refugio para el dolor diario.


Así que, lentamente, tomo el metro y te miro

en cada ser humano que en esta gris mañana

me besa con tu nombre bordado en mi camisa.

Y la vida me envuelve el corazón y el tuyo.

jueves, 9 de octubre de 2008

No os necesitamos

Dice el Ministerio de Trabajo que ya no hacen falta inmigrantes limpiadoras, asistentas, albañiles y no sé cuantos oficios más. En consecuencia, cuenta El País, quedan prohibidos los contratos en origen de estos inmigrantes. Este post debería acabar aquí. Porque cuesta trabajo comentar una noticia así. Ya no nos hacen falta. Ahora se les dice adiós, sin agradecerles siquiera los servicios prestados.

No sé, la verdad, si se trata de una medida para acallar las críticas de la derecha, esa que dice que vienen de fuera a quitarnos el trabajo, o si la situación es tan grave que ya no hay posibilidades de dar más trabajo a nadie. Me van a perdonar, pero siempre he creído que la igualdad de los seres humanos debe llegar también a ofrecer las mismas oportunidades a cualquier hombre y mujer que busca calmar su hambre, independientemente de su color, su nacionalidad o su sexo.

Sé que puedo parecer ingenuo y hasta antipatriota si digo que todo ser humano tiene derecho al trabajo y que las fronteras son líneas en los mapas y nunca pueden servir para marcar el territorio del hambre y la desesperación. España, hasta ahora, casi generosa abriendo sus brazos a la inmigración, cierra definitivamente sus puertas y, como toda Europa, levanta murallas para contener la presión de otros mundos con menos suerte y oportunidades.

Mientras tanto, mientras hay gentes que luchan cada día por un pedazo de pan, los ejecutivos de AIG, una de las entidades norteamericanas, rescatadas con dinero público de la bancarrota, se han gastado 440.000 euros en un hotel al que acudieron para celebrar la operación y curarse el stress que les causaba la situación.

Hay recursos en el mundo para que nadie pase hambre. Hay recursos para que todos los seres humanos coman todos los días. Pero preferimos poner fronteras, negar el trabajo, utilizar ese dinero de todos para que unos ejecutivos bien pagados se liberen de las tensiones a las que su incapacidad les llevó.

Dice el Ministerio de Trabajo, que ya no nos hacen falta los inmigrantes. Dicen, en vuestro caso, concreto,queridos amigos de latinoamerica, que ya no nos hacéis falta. Que nos sobráis por aquí. Nos sobráis, vosotros, nietos de españoles que un día emigraron buscando fortuna. No os queremos a vosotros, a quienes lleváis con orgullo un apellido español. Ya no nos hacéis falta, hermanos.


lunes, 6 de octubre de 2008

Viejo amor

“He perdido tu teléfono”, me dices

y añades algo de una agenda extraviada.

“Yo te llamo y quedamos cualquier día”.

Pienso en aquellos años de palabras

cuando tus labios eran

el pecado más limpio de mi vida.


Tantos años después miro tus ojos,

buscando el imposible escalofrío

de una pasión sin norte y sin fronteras,

cuando beber tu nombre era el trabajo

la única tarea

que ocupaba mis horas y mis noches.


Luego el mundo se hizo más difícil.

Vinieron gaviotas por las calles

y las noches se hicieron con olvido.

Y aunque tu voz quedara como un niño

en mi pecho, tu llamada

dejó de enviarme sobresaltos.


Y quisiera decirte mientras me hablas

que no hay nada, que pueda, viejo amor

poner de nuevo en marcha nuestras almas.

Pero callo. Y te apunto sonriente

en un ticket de metro

mi teléfono: seis treinta y nueve dieciocho...

viernes, 3 de octubre de 2008

El paro

Llegan malas, malísimas noticias. El paro de nuevo, en niveles insoportables. Vuelven las colas del INEM, vuelve la desesperación para millones de familias. Hay ya más de 2,6 millones de parados. Y mientras, nuestros políticos se dedican a los suyo: a culparse los unos a los otros por esta situación. El PP, encantado de que las cosas vayan mal. El PSOE, perdido en su oceano, negando hasta ayer una crisis que se ha llevado por delante el trabajo de cientos de miles de familias: 600.000 en lo que va de año.

No quiero escribir más. No sé si hay soluciones, pero el paro sume en la desesperación a las familias, al hombre que se cruza conmigo en el metro, en el bar, en la calle. Un comentario en uno de los posts anteriores, el de deivid, dibujaba en cuatro líneas y mucho mejor que yo, cuál era la situación. La cola del INEM, contaba, daba la vuelta a la esquina, y eso a hora muy temprana.

Qué decir más. Qué podemos decir cuando todo son palabras que en nada solucionan el problema real.

jueves, 2 de octubre de 2008

Niños

Nada, dicen, es tan hermoso como los años de infancia. El tiempo cambia y dulcifica los recuerdos. Los años quitan aristas en las personas y en los hechos. Rememoro cada vez más con mayor nostalgia, los años en el pueblo, los días de sol, los juegos en la plaza, las carreras con el aro que mi padre nos hacía, las horas de las siestas de verano, jugando con mis hermanos y con mis amigos, los días de escuela, aquel olor a tiza y a sudor infantil. Las persecuciones detrás de las niñas. Los primeros cigarrillos de anís del Tío Pavana.

Huyo muchas veces hacia aquellos años en los que, ignorante de muchas cosas, era tan feliz. Posiblemente porque con la edad las cosas duelen más, se siente uno más indefenso ante la brutalidad de un mundo que no nos resignamos a aceptar.

Mi nieto tiene dos meses y medio. Lo miro reír y moverse, lloriquear sin lágrimas. No sé qué mundo tendrá. No sé el futuro que le estamos preparando. Ojalá un día tenga la posibilidad de recurrir a su infancia para huir de la dureza de la realidad. Cada mañana, al ir a coger el autobús, encuentro a niños con los ojos cargados de sueño camino del colegio. Los veo sentaditos en la parada, supongo que pensando en sus cosas, cercanos a su madre o a su hermana mayor (es curioso la cantidad de niños pequeñitos a los que acompaña una niñita, seria y formal ) y la forma en que se arriman, se protegen en ella de la crueldad del día.

Leo, aterrorizado, que han desarticulado una red de pedófilos y escucho a uno de los responsables de la investigación decir, horrorizado, que la capacidad del ser humano para la maldad es inimaginable. Y pienso en esos niños a los que se les ha asesinado toda su infancia. Pienso en la angustia de tantos niños que jamás comprenderán de qué forma tan brutal se les ha roto una vida que tenía que estar basada en la felicidad y en la risa.

No alcanzo a entender cómo se puede hacer daño a un niño, cómo se puede gozar con el sufrimiento de un ser indefenso y puro. Si hay algo que nunca tendrá perdón es este tipo de dolor. Miro a los niños en el autobús, veo sus caritas cansadas ya tan de mañana y me siento incapaz de perdonar a quien es capaz de romper sus almas.


miércoles, 1 de octubre de 2008

Vuelta a la cárcel

Dos narcotraficantes que, por un error judicial, fueron puestos en libertad al sobrepasar el período de prisión preventiva, se han presentado voluntariamente en la comisaría, pidiendo que les devuelvan a la cárcel. En ella pueden comer. Aseguran que viven en la indigencia y prefieren los muros de la prisión y las tres comidas diarias aseguradas.

Hace unos años, leía, con una sonrisa incrédula, una noticia igual en un periódico de mi amada Argentina. Hoy la noticia se produce en España. Ya sé que no deja de ser más que una anécdota, pero, posiblemente, haya mucha gente que hoy, en nuestro país, prefiera la seguridad de una cárcel, esas tres comidas diarias, la calefacción ante este invierno que se anuncia crudo, a la libertad.

En cualquier caso, me parece un síntoma de la crisis, aunque bien es verdad que, repito, no deja de ser una simple anécdota. Cada día leemos en los periódicos que la situación va cada vez a peor. Y sólo hace falta coger un taxi, entrar en un bar, para escuchar la realidad de las cosas: se cogen menos taxis, se consume menos en los bares y ni siquiera los menús de 8 euros tienen ya su éxito asegurado. La gente se toma su pinc hito de tortilla y toma el café sin la copita de después. Son pequeños síntomas de una situación terrible y que no parece ir a mejor.

Solbes decía ayer que los depósitos de los bancos están garantizados, que no hay peligro de caída en los bancos españoles. Pero la buena gente tiene miedo y piensa que puede perder esas cuatro perras que guardó en su día para cuando vinieran mal dadas. La buena gente tiene miedo al paro, a no poder pagar su hipoteca y alguno me ha comentado su intención de sacar su dinero del banco y recurrir al viejo método de guardar bajo un ladrillo las cuatro perras que aún le quedan.

Malo es cuando el miedo entra de esa manera en un país. Malo porque denota una falta de confianza en las instituciones. Porque demuestra que la gente ya no cree en nada. Hasta hace poco esto no era una crisis. Nos dijeron que no era una crisis. Hoy nadie lo niega.

Y mientras tanto leo un dato esperanzador: uno de cada dos euros, la mitad de los Presupuestos Generales del Estado, irán destinados a gasto social. Digo esperanzador porque me parece positiuvo que en los tiempos que corren el gasto público esté orientado en esa dirección, pensiones, subsidios, ayudas. Baja el Presupuesto de Defensa (bien), pero no bajan, sino que suben las aportaciones a la Casa Real que se sitúa en casi 9 millones de euros (mal). la crisis no es para todos. Está visto.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Soneto de los lunes

No sé cómo decirte pero, a veces,

en los lunes con fríos y con sueño

me parece que el mundo es adjetivo,

necesaria palabra de tus labios.


Entonces me conformo, te lo digo,

con abrir la gramática del alma,

mirar el diccionario de tu pecho,

y escribir en tu piel catorce versos.


Escribir que te quiero, aunque lo sepas.

Y rimar corazón, melancolía,

con el primer cigarrillo y con mis toses.


Preguntar si has pasado buena noche,

y ver cómo te marchas tan deprisa

que olvidas darme el beso de hasta luego.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Rouco

Vuelve el prelado Rouco a separar las dos Españas. Para él, según ha dicho, es una mala idea la Ley de la memoria Histórica porque trae a los jóvenes la idea de la Guerra Civil. El cinismo de algunos eclesiásticos resulta descorazonador.

Está en contra de la Memoria Histórica mientras su propia Iglesia canoniza a espuertas a los asesinados en el bando nacional. Ellos sí merecen un reconocimiento, a ellos sí hay que sacarles del olvido y colocarlos en los altares. A los rojos, no. Los rojos no sólo no merecen -evidentemente- ocupar un lugar en la Iglesia, es que se les niega siquiera una tumba decente, se les niega el recuerdo.

El cardenal Rouco se queda tan ancho y tan cristiano después de estas declaraciones carentes de cualquier sentimiento cristiano. La Iglesia -resulta cansado repetirlo- apoyó un golpe de Estado sangriento, alentó la represión durante y después de la guerra y mantuvo encendida la llama del odio organizando misas y requiems sólo por los muertos de su propio bando. Por no citar los capellanes castrenses que llegaban incluso a dar el tiro de gracia a los ejecutados.

Un represaliado me hablaba del Cura Verdugo, un capellán de prisión que no se perdía ni una ejecución y que con su propia pistola remetaba a los fusilados.

A Rouco, tan insigne prelado, habría que recordarle que todos los muertos son iguales y todos tienen el derecho a una tumba, unas flores, un recuerdo. La Iglesia ha mantenido viva la masacre con sus canonizaciones multitudinarias y esas listas de ignominia colgadas en las Iglesias, esas de Caidos por Dios y por España, que sólo recogían los muertos del bando nacional.

Al cardenal le parece mal la Ley de la Memoria Histórica porque trae esos recuerdos de la Guerra Civil a los jóvenes. ¿Y qué? Los jóvenes deben de saber que en este país ocurrió una tragedia horrible, que se mataron hermanos, que se enfrentó un mismo pueblo, que hubo una represión feroz en la que, gozosa y ardientemente, participó la Iglesia, la que predicaba el amor, el perdón y la reconciliación y que sigue negando el derecho de cualquier familia a enterrar dignamente a sus muertos. Los jóvenes deben conocer todo eso para evitar que se repita tal monstruosidad.

Rouco despierta los viejos demonios de las dos Españas negando a unos el recuerdo y el reconocimiento y erigiéndose en el árbitro y mentor de lo que se puede o no se puede hacer. Demos paz a los muertos. A todos. Y reconozcamos y demos a todos la piedad del recuerdo.


lunes, 22 de septiembre de 2008

Leyendo a Gil de Biedma

Adelantaron las lluvias en Madrid,

igual que en Barcelona

según contabas, querido Gil de Biedma,

hace casi ya 50 años,

en una noche triste.


Llueve en Madrid. Y tampoco sabemos si el Gobierno

aislado en su océano está esperando

que la tormenta pase.

Pero sigue la gente preocupada

y pienso, como tú,

en sus esperanzas.


Y es que todo, Jaime, se repite.

Y la historia y la lluvia

al final es la misma y dolorosa,

y es la historia más triste

de todas las historias de la historia.


Y no sé qué contarte.

Tal vez que en este otoño,

con este anuncio de invierno

de ansiedades, esta noche

hay que leer tu poesía mientras llueve.


Porque este medio siglo, Gil de Biedma,

ha pasado deprisa y ahora dudo

si las cosas cambiaron estos años

o si, otra vez, los miles de personas

que contabas siguen todavía

esperando que pase la tormenta.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Dejo Nueva Tribuna

No es fácil decir adiós a un proyecto en el que uno ha puesto muchas ilusiones, muchas ganas y mucho trabajo. Hace meses os anuncié el lanzamiento de Nueva Tribuna y os pedía vuestro apoyo y críticas como posibles lectores. Sé que muchos me lo disteis. Veía vuestros comentarios y me alegraba que encontrarais tiempo para leer un diario que pretendía hacerse desde la libertad y la pluralidad.

Como algunos ya sabréis, he dejado la dirección de Nueva Tribuna. No entraré en las razones que me han llevado a ello. Creo que deben quedar entre los editores y yo. Pero sí me siento en la obligación moral de comunicaros mi marcha, lo mismo que os comuniqué el inicio de ese proyecto.

A pesar de los pesares, he de decir que no me arrepiento de esta experiencia, que ha sido muy rica para mí y que me ha permitido trabajar y descubrir a gente estupenda. En estos meses hemos cometido errores. Sin duda. Pero siempre han sido desde el deseo de hacerlo lo mejor posible.

Habrá, seguro, nuevos proyectos. Y volveremos a vernos en la seguridad de que en aquellos que compartamos compartiremos, también, la libertad, la honestidad y el respeto. Tengo demasiados años para cambiar a estas alturas. No puedo ocultar que me voy un poco triste, pero satisfecho, dejando detrás un puñado de páginas en las que he pretendido aportar mis reflexiones, exclusivamente personales, y mi amor por la poesía. Ahí quedan.

Un abrazo y nos vemos.

jueves, 18 de septiembre de 2008

El hombre de la librería

El 13 de marzo de 2008 escribí una entrada en este blog hablando de un hombre que conocí en Buenos Aires, en una vieja librería. Había sido profesor y la crisis le había hecho perder su empleo. Trabajaba en esa librería y nos habló de su vida, de su pequeña o gran tragedia.

Contaba yo que su recuerdo me ha perseguido desde entonces, que me preguntaba, con cada noticia de crisis en Argentina, qué habría sido de su vida. Y que nunca supe nada de él. En mis siguientes viajes no encontré, o tuve miedo, de buscar aquella librería.

Hace unos días, una maravillosa amiga de Buenos Aires me pidió que le diera algún dato para buscar la vieja librería, su ubicación, alguna pista que la permitiera buscar y saber qué había pasado con aquel hombre.

Os transcribo parte del correo que me ha mandado hoy mismo:

Costó! pero el que busca encuentra...

No estaba tan equivocado señor Rodolfo...esta librería estaba sobre la Avenida de Mayo...son tres librerías antiguas que hay en esa zona. Encontré la librería, pero al señor no, el ya no trabaja más ahí, hace unos años que no está, pero la persona que atiende actualmente(otro viejito muy afable al cual le hubiera sacado cualquier tema con tal de quedarme charlando) me contó que todavía sigue por la zona, a veces se lo ve en una confiteria muy conocia en Bs As, el café Tortoni, de seguro lo conoces...y me contaron que está mejor económicamente incluso ha montando un negocio propio con la misma temática, se recuperó de la crisis en que lo sumergieron las injusticias de este país y tiene un hijo (...)

Me hizo mucha ilusión hacer esto, de verdad, a pesar de lo que costó me gusto mucho emprender esta búsqueda...
un abrazo grande.

María del Sur

Ha sido la noticia más hermosa recibida en mucho tiempo. No sé cómo agradecerle a María sus esfuerzos. Sólo quiero compartirlo con vosotros y si los milagros existen, éste es uno de ellos. No puedo decir más. Se me cierra así una vieja herida y me llena el corazón que haya gente capaz de hacer lo que ha hecho María.

Una pasta

Leo que la infanta Elena va a ganar en su puesto de Mapfre 200.000 euros, más del doble que el presidente de Gobierno, dicho sea sin ánimo de señalar. Está visto que hay gente para la que no existe crisis, ni austeridad. Qué suerte. 200.000 euros, que se dice pronto, por dirigir una de las áreas de la Fundación Mapfre, concretamente la que trabaja por la integración de personas discapacitadas. La verdad es que con sólo con 200.000 euros se podía hacer mucho por esa integración.

No sé yo los méritos que adornan a la infanta ni para ese sueldo, ni para ese cargo. Para hacernos una idea, la Infanta va a ganar lo mismo, euro arriba o euro abajo, que 200 jóvenes que acceden a su primer puesto de trabajo. Algunos d e ellos con titulaciones bastante superiores a las que posee la Infanta.

No soy un ingenuo y, en consecuencia, sé que no son los méritos académicos la razón para haberle ofrecido tal bicoca. Es verdad que Mapfre es una entidad privada que puede hacer lo que quiera con su dinero (por cierto, un dinero que viene de primas de seguros y pequeños y grandes ahorradores. Pero repito que es una entidad privada que puede hacer lo que quiera con su dinero y con el de quienes han suscrito un seguro con Mapfre.

En cualquier caso, vaya mi felicitación a la Infanta por sus valores y por el chollo conseguido. Y mi envidia, a qué negarlo. Ya quisiera yo tener esa suerte. Pero me queda una duda: ¿no es un tanto obseceno que en estos tiempos en los que se pide austeridad, en los que se pide la intervención del estado para ayudar a las empresas (que esa es otra), en estos tiempos en que la gente ve peligrar su puesto de trabajo y mira con terror los precios del mercado, una persona, por ser quién es -o por méritos que desconocemos- reciba un sueldo semejante?

El problema es que no es un hecho aislado. El problema es que la desigualdad se acentúa cada vez más. Y frente a sueldos de miseria, hay gentes que reciben unos emolumentos que darían de comer a 20 familias.

Por cierto, que ayer se daba a conocer el dato de que más de 900 millones de personas corren el riesgo diario de morir de hambre. No es que sean pobres, que lo son, es que se mueren, literalmente, de hambre. Y lo peor es que hay recursos suficientes para impedirlo. Y no lo hacemos.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Inmigrantes, otra vez

Vuelve otra vez Mariano Rajoy con un discurso no por más conocido, menos preocupante. Por muchas matizaciones que después haga, lo que dijo, vestido como una simple reflexión, fue que hay 180.000 inmigrantes que cobran el paro mientras miles de andaluces se van a la vendimia.

Es una frase envenenada porque, en el fondo, lo que hace es enfrentar a los de fuera con los de dentro, es azuzar el miedo al que nos quita, ya no el trabajo, sino las prestaciones. Inútil explicar que cuando un inmigrante cobra el seguro de desempleo es porque antes lo ha pagado. Si lo cobra, es porque antes se le ha descontado en su nómina la cuota del desempleo. Es decir -ya da pereza repetirlo- que el desempleo es un derecho de cualquier trabajador, sea español, dominicano, chileno o rumano. Que ha cotizado y que tiene todo el derecho del mundo a recibir en tiempos de paro una contraprestación.

Lo de los miles de españoles que se van a la vendimia francesa no requiere demasiadas explicaciones. Si se marchan es porque, económicamente, les compensa. Como compensa a otros extranjeros trabajar en España en la recogida de la fresa, por ejemplo.

Pero lo más preocupante de todo, no es esa"reflexión" de Rajoy. A mí lo que me preocupa es que del discurso de "esos extranjeros nos quitan el trabajo", se ha dado un paso más y se ha llegado al de "esos extranjeros que nos quitan el dinero del paro".

Rajoy, que exigía a los extranjeros que acataran la legislación española, parece que sólo desea que acaten la parte dura. A Rajoy -y, desgraciadamente, a muchos más- no le gusta que además de las obligaciones, los inmigrantes tengan los derechos de esa misma legislación.

El discurso de Rajoy es perverso porque cala en una situación tan difícil como la que España está viviendo. Y ese discurso llega a la barra del bar, a la conversación de la calle. Anima y alienta el odio hacia quien , después de haber trabajado, sólo recibe lo justo.

lunes, 15 de septiembre de 2008

La velada

Os dejo un poema escrito para unos amigos que me pidieron unos versos:



Me encontré a Lord Jim y a los Hermanos

Karamazov sentados en mi casa.

Hablaban de las noches y los mares.

Y Neruda escuchaba con la gorra

de marinero hundida hasta las cejas.


Ayer fue Ángel González quien vino a visitarme.

Y se bebió conmigo un vino de mi pueblo.

Me dijo que la vida es el instante

en el que hacemos pan o amamos fugazmente

a una mujer hecha de noche y de cristales.


Luego se nos juntó García Montero.

Había cogido un taxi y nos traía

la calle y el asfalto y confesó, feliz,

que había encontrado versos en ciudades

primigenias del viejo Lovecraft.


Azaústre corregía sus últimos poemas

y Machado, cansado y aburrido

buscaba en los estantes un libro de Unamuno.

La noche se poblaba de sales minerales,

de palabras y tinta y de papeles.


El mundo se hacía Dios en cada uno.

Y, siempre, como siempre, por las sillas,

o tirados, a veces por los suelos, Sthendal

Stevenson, Onetti y Alfonsina

rebuscaban estrellas en las losas.


Y, luego, como siempre, cuando el sueño

me ha venido a buscar, pacientemente,

acaricié sus almas y despacio

los volví a colocar hasta mañana

en la vieja estantería del salón.

viernes, 12 de septiembre de 2008

El beso de mi padre

Mi padre se peinaba

con el pelo hacia atrás.

Yo lo admiraba.

Tenía el cabello gris. Y la sonrisa

un poco apesumbrada.

Le recuerdo a menudo,

su cojera de frío

y el beso que me daba

al encontrarnos.

Ahora son mis hijos

los que ponen

su boca en mis mejillas

y me siento

lo mismo que mi padre:

vencido y tan contento

de comprobar que la vida

se repite en un beso

al que nunca daremos importancia.

jueves, 11 de septiembre de 2008

El suicidio de Allende

Os hago llegar una noticia que una amiga chilena me envía sobre el "suicidio" de Salvador Allende. Hoy día 11, es el aniversario de su muerte:

Crónica

Informe forense pone en duda el suicidio de Salvador Allende
Cuestiona autopsia

Informe forense pone en duda el suicidio de Salvador Allende

Un análisis al informe del procedimiento realizado en el Hospital Militar descarta que el mandatario haya muerto de un disparo "tipo suicida" y concluye que el cuerpo presentaba dos disparos de armas de fuego diferentes, por lo que recomienda practicar nuevos peritajes (TERRA.cl)


SANTIAGO, septiembre 09.- A dos días de una nueva conmemoración del 11 de septiembre, un informe del médico legista Luis Ravanal Zepeda puso en duda el suicidio de Salvador Allende, señalando que constató "la existencia de a los menos dos impactos de bala" atribuibles a armas de fuego diferentes, por lo que las lesiones presentes en su cuerpo "no son compatibles con un disparo de tipo suicida"

El reportaje de El Periodista sostiene que sólo un nuevo peritaje al cuerpo podría revelar la verdadera causa del deceso, puesto que el médico legista José Luis Vásquez, fue el encargado de realizar en ese entonces, la autopsia al mandatario. El mismo que también afirmó que Carmelo Soria murió en un accidente automovilístico y que certificó la muerte de Rodrigo Anfruns en 1978.

Según el informe de autopsia número 2449/73, la causa de muerte de Allende era por "una herida de bala cérvico-buco-cráneo-encefálica, reciente con salida de proyectil" producida por un disparo "de corta distancia", probablemente "con el cañón del arma directamente apoyado sobre los tegumentos (tejidos)" y "que ha podido ser hecho por la propia persona".

Al conocer estos antecedentes, los abogados Roberto Celedón y Matías Coll solicitaron a Ravanal que, en su calidad de experto, realizara un análisis médico legal de los antecedentes relacionados con la muerte de Allende. Es así como el profesional concluyó que "las lesiones descritas en el informe de autopsia del Presidente Salvador Allende Gossens, no son compatibles con un disparo de tipo suicida".

Además, sostiene que "se constata la existencia de a lo menos dos impactos de bala ocasionadas por armas de fuego diferentes,, uno que provoca un orificio de salida redondeado en la zona posterior de la bóveda craneana y el otro que hace estallar el cráneo".

"Dado que no se describen signos de vitalidad en la herida submentoniana, es posible concluir que se trata de una herida post-mortem", dijo el informe del médico legista, y agrega que se confirma que el disparo en esa zona "corresponde a los llamados de corta distancia, lo que demuestra que no ha sido un disparo efectuado a boca de jarro o con apoyo, y por tanto no corresponde a una lesión típica de tipo suicida".

A juicio del forense, el informe de la autopsia del depuesto mandatario presenta "omisiones técnicas relevantes", pero también cuestionó que el procedimiento se haya practicado "en el pabellón de cirugía del Departamento de Otorrinolaringología de un recinto hospitalario castrense" en vez del Servicio Médico Legal, por lo que no se podía garantizar la "independencia y autonomía" de los profesionales que intervinieron.

Por ello, Luis Ravanal recomienda "altamente la realización de un segundo análisis forense de los restos por expertos a fin de establecer con precisión la causa y naturaleza de la muerte de Salvador Allende".


miércoles, 10 de septiembre de 2008

El mundo se deshace

A una muchacha que me escribió eso,

que el mundo se deshacía

El mundo, me escribes, se te cae a pedazos.

Y dices que no hay nada que nos pueda salvar

del hambre de los niños, de las pateras muertas,

de las mujeres rotas o del cartón que arropa

a un viejo en un portal.


Me dices que el mundo se deshace y no quedan

ni aeropuertos con niebla ni amores en París

Que es difícil hallar, una tarde cualquiera,

contrabando de besos o poemas escritos

en cualquier papel gris.


El mundo se derrumba sin que sepamos cuándo

vendrá el amor a vernos en un día de sol.

Y no sabes siquiera si merece la pena

hacer un viaje lejos, abrir manos y brazos

al otro corazón.


Y no sé qué decirte. Ayer hubo tormenta.

Confía en que se laven, como Pabló cantó,

las plazas y las almas. Y será nuestra casa

esa casa bendita donde habitan los sueños.

como Pablo cantó.

Lesbianas

Ya titulamos otro comentario con esta misma palabra. Y hoy, casi por las mismas razones, volvemos a lo mismo. Resulta que en Madrid, en el Colegio San Estanislao de Koska (SEK), han denegado plaza para dos niñas, hijas de un matrimonio de lesbianas. la excusa ha sido que no había plazas para niñas de esa edad. Antes de que la dirección del colegio supiera las circunstancias de las madres, sí las había. Y nunca les pusieron ningún problema. Cuando presentaron su libro de familia, resulta que se habían agotado las plazas.

Amigos de la parejas llamaron posteriormente al centro escolar para solicitar plaza y les dijeron que las había. Lo más sangrante es que el colegio, en su ideario, defiende la no discriminación y la enseñanza en la igualdad.

Tremendo país éste que en la práctica no admite lo que admiten las leyes. De poco vale legislar si, después, es imposible llevar a cabo lo que dice la ley. Pero es que, además, el rechazo a estas niñas revela todo el calvario que ambas mujeres han tenido que sufrir para legalizar su situación. Para inscribirlas en el registro hubieron de admitir que constara que eran hijas de madre soltera, por más que la pareja estuviera casada. Y cuentan que han tenido que hacer hasta tres libros de familia distintos. Ahora parece que, al fin, les entregaran un libro de familia en el que constará que se trata de un matrimonio y que ambas tienen iguales derechos y obligaciones sobre las niñas.

No es un tema baladí: Si la madre biológica hubiera muerto, a su compañera le hubieran quitado las niñas, nacidas por decisión de ambas.

No sé en qué acabará la historia. El revuelo organizado quizás lleve a que el colegio revise y modifique su decisión. Pero da lo mismo. Lo cierto es que todavía la intolerancia sigue estando arraigada. Y, seguramente, si el caso no se hubiera hecho público, las niñas hubieran sido rechazadas por el delito de tener dos madres.

Los homosexuales siguen teniéndolo difícil en un país como el nuestro. Seguimos mirando con una sonrisa despectiva este tipo de matrimonios, o cuando menos con un gesto de conmiseración. Nunca con naturalidad.