domingo, 27 de octubre de 2013
lunes, 21 de octubre de 2013
Leyendo en un bar
Un bar
cualquiera. En esa hora
amable de
la tarde. Huele a serrín y hastío.
El
calor del verano detrás de los cristales.
Un
camarero, con los brazos cruzados
mira un
partido
en el
televisor. Una muchacha,
muy
joven y muy bella, se detiene
un
instante en la puerta. Su figura
se
recorta en el aire espeso de la calle.
Sólo un
momento. Su mirada
recorre
en un vistazo
el
local. Noto sus ojos
pasar
sobre mi cuerpo abandonado
en el
sofá cansado. Ni siquiera
me ha
visto. Luego, despacio,
vuelve sobre
sus pasos. Y su cuerpo
es nada
más recuerdo de otro cuerpo.
El pelo
largo y suelto,
lo mismo
que si fuera cualquier virgen hallada
en la
iglesia del pueblo de la infancia.
Si
hubiera sido ella. Cuántas veces
soñé con
este encuentro en esos días
de
algodón y de copas. No hay amor
capaz
de derrotar el tiempo ido.
Vuelvo
al libro y releo
los versos de Catulo:
“¿Quién irá a ti hoy? ¿Quién tu belleza
verá? ¿A quién amas ahora?
¿De quién se dirá que eres?
¿A quién besarás? ¿A quién
morderás los finos labios?”
Y más allá de ello, la muchacha
que un instante fugaz
me trajo hasta este bar
el recuerdo perdido de tus ojos.
lunes, 14 de octubre de 2013
Letra para Ismael
Os paso una letra que he mandado a Ismael. A ver qué os parece
Me lo dicen amigos y enemigos:
que tú eres mi único problema
desde que no estás conmigo.
Y se me rompen todos los esquemas,
mi pobre corazón se fue contigo.
Las noches no son ya como eran antes
ni son iguales los bares y las copas.
Sueño contigo y, vaya por delante,
que te imagino con risas y sin ropa,
Tú sabes que eso aún es lo importante.
Jamás se dice adiós mientras que uno
sienta en las manos el calor del otro
o ese fuego de un beso inoportuno.
Y, además, mi amor, entre nosotros
siempre puede haber hambre sin ayuno.
Cuando me echo a la calle, vida mía,
se paran el reló y los calendarios,
las estaciones de tren están vacías,
tu nombre ya no está en el diccionario
y antes de la muerte ya no hay vida.
Por eso, ya lo ves, en mi pecado
quién sabe si hay perdón o solo eso:
el recuerdo de un coche abandonado,
la tristeza y el tedio de los presos,
una cena sin vino ni invitados.
Te espero cada noche a mi regreso
a la cama vacía. Alguna vez incluso
después de haber gastado cien mil besos,
dos millones de abrazos, yo me acuso
de descubrir tu carne en otros huesos.
Si tú eres mi problema y mi pecado,
quiero escapar contigo hasta el infierno,
pagar mis penitencias a tu lado.
Sin sentencia, mi vida, me condeno
a la cárcel eterna de tus brazos.
miércoles, 9 de octubre de 2013
Javier Bergia y Emiliano del Río
Vienen días felices. Javier Bergia, el Grande, el hombre que ha dedicado su vida a la canción de autor, el músico magistral, el hombre bueno en el sentido machadiano, saca nuevo disco. Ahí en esas canciones que guardan toda la emoción, la dulzura, la ironía, la ternura del hombre, está, como siempre el aliento de un poeta, de un músico extraordinario.
Mi amigo Javier saca Punto y aparte y en él, Javier Bergia. Todo está en este disco: sus sueños, ese mundo interior que hace de la poesía un instrumento para la esperanza. Tuve la suerte de escuchar la maqueta con sus canciones. Y me emocionó esa música que parece ajena a todo, siempre por delante de algo. Me emocionó su palabra, la palabra de quien sigue creyendo en la canción como responsabilidad social, como derecho a decir las cosas, como estallido de humanidad para que el hombre pueda seguir soñando.
Quien escuche este disco sabrá de lo que hablo. Tendrá en sus manos un trozo de vida, una vida tan inmensa como es el propio Javier. Compradlo, disfrutadlo, vividlo. No solo merece la pena. Es necesario.
*******
Con Manuel Cuesta |
Cuando volví, fui a buscarle de nuevo. Hablamos, reímos, nos contamos sueños y futuros. Luego Emiliano vino a España. Los que entonces le escucharon quedaron como yo prisioneros de su música, de sus versos.
Es uno de los mejores cantautores argentinos. Y es una de las personas que hacen vibrar el alma con sus palabras, con sus cariño. Porque Emiliano es generoso, leal. Amigo que tiene en sus manos trozos de vida. Estará aquí en noviembre y diciembre. Os adelanto este programa, pero, a medida que se acerque la fecha, iré recordando cada una de ellas, para que los que ya leconocemos nos preparemos para su abrazo. Para que los que áun no lo conocen tengan la oportunidad de soñar a su lado.
De todo lo perdido
De todo
lo perdido, de las cosas
que no conservo
ya, me gustaría
recordar
los momentos en que eras
mi única
obsesión. Hace mil años.
Las palabras
perdidas en la noche,
la desesperación
de madrugada,
el café
frío de tantos desayunos,
tus
pecados y mis puntos cardinales.
El túnel
de tu nombre y el espacio
donde andaban
deshechas las canciones
de
amor, los versos que no he escrito,
el
naufragio de alcohol y cigarrillos.
La
sombra entre las hojas de la parra,
tu caminar
sin nadie y esos pasos
sonando
en los pasillos de pensiones,
las
maletas deshechas de la aurora.
De todo
lo perdido en el fracaso
de los
cuerpos, promesa de otros días
que jamás
pronunciaste, las tabernas
del
vino peleón, el sueño a solas.
La saliva
del labio, el latigazo
de un
pecho descubierto y esos dedos
que
llamaban a urgencia y medicina
para
fiebres y espejo de los ríos.
Para ya
no caer en tentaciones,
para ya
no vivir, para dejarme
oculto
en el recuerdo para siempre
tu
nombre que me mata y hoy maldigo.
martes, 1 de octubre de 2013
Días oscuros
Días
oscuros, mi amor, los que vivimos.
Perdida
ya la lucha, nos dejamos
en medio
de la sombra horas felices.
El
hombre está perdido en la caverna,
donde la
voz ausente nos persigue.
El pan
de cada día y la esperanza
es un
recuerdo vago de un pasado
en el
que fuimos ángeles de fuego.
Para
ti, para ellos, en el miedo
ocultamos
la sombra. Fuimos niños.
La
esperanza de nuevas primaveras
se deshace
en los días del invierno.
Salgamos
a la plaza, conquistemos
las calles
habitadas por el sueño.
Y tú en
medio de todo. Inevitable.
Por
mucho que lo nieguen los diarios,
estamos
junto al mar, tenemos manos
para
arrancar la piedra y la palabra.
Un
resplandor de auroras se perfila
en la
noche amenazada de tormentas.
Que
venga hasta nosotros nuevamente
el deseo
de ser, la hierba fresca,
el
corazón abierto hacia los otros.
No
podrán con nosotros. Aún podemos
volver al
paraíso y al futuro.
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