viernes, 24 de agosto de 2007

Más poesía

Encuentro la manera de mandar un poema hasta septiembre:

Carta a padre

I
Estos días, padre, y en este sol de la infancia
me viene tu recuerdo como un viento caliente,
el viento que en verano acunaba las siestas
y secaba el camino por donde tú llegabas.

Recuerdo tus silencios en las noches de invierno.
Cuando, sentados juntos, madre contaba historias
y tú te sonreías del miedo y de los muertos.
Y decías: “A quien hay que temer es a los vivos”.

Luego más tarde supe, padre, que tus temores
venían de muy lejos y habitaban cercanos
en las calles de barro y en las casas de adobe
y te ahogaban el pecho y el corazón cansado.

Pocas veces hablaste de la guerra, aunque a veces
nos dejabas que viéramos la metralla azulada
que aún tenías en el cuerpo y nosotros pasábamos
los dedos por aquellas cicatrices de hierro.

No estuviste en el bando de quienes conquistaron
esa paz que te trajo el miedo de los días,
el silencio del hambre, la búsqueda imposible
del sueño de un muchacho de diecinueve años.

El miedo de los vivos te ha acompañado siempre.
Y puso entre tus brazos el dolor de las cosas,
cuando España no era sino la historia triste
más triste de todas las historias de la historia.

Te recuerdo en la noche cuando en la vieja radio
buscabas entre ruidos que estaban prohibidos
la esperada noticia de que, al fin, aquel año
un viento bien distinto lo barrería todo.

Pero nunca llegó aquello que esperabas.
Ni siquiera más tarde, cuando todo cambió
pudiste pronunciar en las nuevas palabras
las que el miedo te había cosido a los labios.

Era la historia otra. Y eran otras las cosas.
Y seguían los mismos que habitaban tus miedos.
Aquella vieja radio años llevaba rota
y Radio Pirinaica era sólo nostalgia.

II
Tú me enseñaste, padre, a andar en bicicleta
y a mirar la pobreza con orgullo y sin miedo.
Y que todo es de todos cuando el hambre lo dice
y que el dinero vale para comer hoy mismo.

Recuerdo tu sudor amasando el adobe.
Y los sacos de pájaros que te daban a cambio
de limpiar los tejados y la fiesta que era
aquella noche en casa –risa y pájaros fritos-.

Yo no sé si he tenido tiempo para contarte
de mis libros y versos. De mis tristes triunfos,
de todos mis fracasos. Ni de las muchas veces
que te he echado de menos cuando he llorado solo.

Y de lo que me gustaba el mediodía del sábado
cuando los dos tomábamos en aquel bar de Poli
un vino y me decías que, al fin, los socialistas
subirían las pensiones y había que darles tiempo.

Luego fuiste dejando memorias y recuerdos
Y tu mundo fue oscuro como el de aquellas noches
de los cuentos de madre en la cocina fría
y mirabas sin vernos. Y llorabas a veces.

Ahora, en estos días azules de mi infancia,
cuando tengo los mismos años que tú tenías,
te recuerdo callado y me dicen a veces
que soy como tú mismo. Y, como tú, yo callo.

26 comentarios:

marta m dijo...

Un poema precioso. Me ha emocionado. Gracias por estas líneas.

yo mismo dijo...

es increíble lo que unas pocas palabras bien unidas pueden hacer sentir a alguien. la vida fue dura durante muchos años en españa, quizá ni imaginemos los jóvenes todo lo que nuestros abuelos pasaron en esos años de escasez... sin embargo, ojalá llegue yo algún día a contar historias que hagan pensar a mis nietos que no cualquier tiempo pasado fue mejor.

Anónimo dijo...

papá cuéntame otra vez...

síl dijo...

aish, la memoria...

Margarida dijo...

me he quedado sin palabras...

Fernando dijo...

Rodolfo, acabo de leer tu libro de poemas que Sonia me ha regalado...me ha gustado bastante...los poemas de la parte final sobre todo...una bella lectura para estas vacaciones...abrazos.

Anónimo dijo...

Mesmo os dias azuis podem trazer à memória dias mais dolorosos.
São as palavras que sempre nos devolvem as memórias, porque elas nos sobrevivem.
Obrigada, caro Rodolfo, pelo poema
que nos comove e nos desperta. É que ainda há muitas cozinhas frias e muitos pais que calam os medos.
Continuação de boas férias e um abraço.

Fernando dijo...

del poema del post, debemos saber aguantar "nuestra historia"..tantas historias que nos han marcado..a nuestros padres que no tuvieron juventud y pasaron a ser sombras silenciosas de un hatillo cruel...a nosotros que más o menos tuvimos los últimos latigazos de una dictadura que ahora para muchos es una parte más de la historia porque ellos casi no la han habitado...nostalgia y tristeza...reivindiquemos la memoria histórica?...abrazos.

Anónimo dijo...

Gracias por el poema! ¡cuánta tristeza he sentido!¡cuántas cosas nos han quitado!A mi padre,tambien le atenazaba el miedo,pero nunca dejó de contarnos como fué la guerra,ni a que bando pertenecíamos,eso sí,esas cosas se hablaban en casa,nunca más allá de la puerta.Murió en el 82 con 62 años no llegó ni siquiera a ver el triunfo de los socialistas¡cómo lloré aquella noche!aunque tambien sé que luego no hubise estado de acuerdo en muchas de las cosas que hicieron.Pero era la ilusión,la esperanza,todo lo que a él le habian robado.
Sus historias,nunca fueron a parar a saco roto,hoy tengo 50 años y cada día le recuerdo y cada dia se lo recuerdo a mis hijas,que sepan de donde venimos y a que bando pertenecemos,porque no quiero que olviden nunca,que si hoy pueden hablar y reivindicar muchas cosas es gracias a mucha gente como su abuelo.Gracias,otra vez por el poema y por mantener viva la memoria.
Besos desde Valencia.

TERE

En El Corazón del Bosque dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
En El Corazón del Bosque dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
En El Corazón del Bosque dijo...

Gracias por no dejar que la memoria se convierta en arena del desierto.
Gracias por profundizar y convertir los sentimientos en palabras hermosas, y sobre todo, gracias por compartirlo con quien quiere recibirlo.

Anónimo dijo...

Bravo, Rodolfo, me has hecho llorar y todo. Es un homenaje muy tierno, me alegro de que saques tiempo de tus vacaciones para esto.

josep dijo...

que tal rodolfo,muy bonito el poema,me encanta leer y escuchar pasajes de aquellos años de españa que yo no conoci,pero que nos aproxima al infierno que en aquellos tiempos mucha gente vivio,gracias por sacar tiempo de tus vacaciones para nosotros.un abrazo.

yraya dijo...

¡¡Que hermoso y emotivo!!
Un saludo y gracias por dedicarnos tu momento.

Gabriela dijo...

Gracias, querido Sr. Serrano, sus hermosas palabras me ha llegado como un regalo inesperado. Me han emocionado mucho.
Mientras las leía, la dulce imagen de su padre se confundió, inevitablemente, con el recuerdo amoroso de mi papá y con aquellos hombres buenos y simples que forjaron sueños y sufrieron por ellos en la misma historia, aunque en distintos lugares del planeta.
Ese callar de su padre, del mío y de otros hombres (¿el suyo también?) me estremece. Ahora con los años creo que comienzo a comprenderlo en su profundidad y complejidad, espero tener el coraje para aprender de él.
¡Disfrute sus últimos días de vacaciones!
Gabriela

txilibrin dijo...

Será que no es una época buena y estoy más sensible de lo normal, pero has conseguido emocionarme.
Un abrazo

Alicia dijo...

Muy bello.

Jorgelina Mandarina dijo...

Hola Rodolfo, Escribo desde Entre Rios, una provincia de Argentina.
Gracias a vos me dieron ganas de hacer un blog y ya tengo varias entradas...
Me gustaria estar en contacto contigo para escuchar(mejor dicho, leer) mas historias tuyas...

Linda familia debes tener, llena de poesia.

Un abrazo grande desde lejos...

Espero recibir noticias tuyas

Jorgelina Arribillaga (imargentinajol@hotmail.com)

yraya dijo...

Cuando puedas pasa por mi blog, he dejado un regalito para ti.

Saludos

Francisco Álvarez dijo...

Don Rodolfo Serrano , dejeme decirle que lei el poema y esta muy emocionante,a leerlo me recordo una cancion de un cantante Uruguayo,.."Gervacio" la cancion es "Con una Pala y un sombrero" historias distintas pero con el mismo sentimiento de amor y de extrañar que esta puesto es su poema,espero que alguna vez escuche esa cancion con una copa de vino.Le agradeceria si alguna vez tiene algunos minutos de su vida para que veo mi blog, estoy recien escribiendo y un comentario suyo me honraria mucho,www.ventanaalcamino.blogspot.com

Francisco Álvarez dijo...

Don Rodolfo Serrano , dejeme decirle que lei el poema y esta muy emocionante,a leerlo me recordo una cancion de un cantante Uruguayo,.."Gervacio" la cancion es "Con una Pala y un sombrero" historias distintas pero con el mismo sentimiento de amor y de extrañar que esta puesto es su poema,espero que alguna vez escuche esa cancion con una copa de vino.Le agradeceria si alguna vez tiene algunos minutos de su vida para que veo mi blog, estoy recien escribiendo y un comentario suyo me honraria mucho,www.ventanaalcamino.blogspot.com

Paseando por tu nube dijo...

Creo que mas o menos tenemos la misma edad y por tus poesias he podido ir viendo que hemos vivido ambos de esa España que tanto duele recordar.
Siempre me he preguntado porque mi padre callaba tanto, leyendote hoy, sintiendo a tu padre tan cerca del mío, he notado su sufrimiento, ambos tuvieron que luchar muchas batallas, y cuando acabó la guerra, siguió la otra mas dura, la de sobrevivir y hacer sobrevivir a sus familias dentro de una cruel dictadura. Entiendo que esas constantes luchas borren las palabras, aunque no las grandes acciones.
Cuánto se habla hoy de esos superhombres modernos rodeados de chips, modems, pda, gps, y todas las siglas que quieras añadir.
Que poco hablamos de los grandes hombres que con sus manos y su tenacidad, pero sin palabras, crearon las grandes familias que hoy pueblan España.
Gracias Rodolfo por tu homenaje a estos GRANDES HOMBRES

N. dijo...

Transitamos lugares comunes.

carmen dijo...

y todavia hay compañeros perseguidos, por hacer de la alegria su bandera. Gracias por el recuerdo!

grande dijo...

GRANDE