lunes, 29 de septiembre de 2008

Soneto de los lunes

No sé cómo decirte pero, a veces,

en los lunes con fríos y con sueño

me parece que el mundo es adjetivo,

necesaria palabra de tus labios.


Entonces me conformo, te lo digo,

con abrir la gramática del alma,

mirar el diccionario de tu pecho,

y escribir en tu piel catorce versos.


Escribir que te quiero, aunque lo sepas.

Y rimar corazón, melancolía,

con el primer cigarrillo y con mis toses.


Preguntar si has pasado buena noche,

y ver cómo te marchas tan deprisa

que olvidas darme el beso de hasta luego.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Rouco

Vuelve el prelado Rouco a separar las dos Españas. Para él, según ha dicho, es una mala idea la Ley de la memoria Histórica porque trae a los jóvenes la idea de la Guerra Civil. El cinismo de algunos eclesiásticos resulta descorazonador.

Está en contra de la Memoria Histórica mientras su propia Iglesia canoniza a espuertas a los asesinados en el bando nacional. Ellos sí merecen un reconocimiento, a ellos sí hay que sacarles del olvido y colocarlos en los altares. A los rojos, no. Los rojos no sólo no merecen -evidentemente- ocupar un lugar en la Iglesia, es que se les niega siquiera una tumba decente, se les niega el recuerdo.

El cardenal Rouco se queda tan ancho y tan cristiano después de estas declaraciones carentes de cualquier sentimiento cristiano. La Iglesia -resulta cansado repetirlo- apoyó un golpe de Estado sangriento, alentó la represión durante y después de la guerra y mantuvo encendida la llama del odio organizando misas y requiems sólo por los muertos de su propio bando. Por no citar los capellanes castrenses que llegaban incluso a dar el tiro de gracia a los ejecutados.

Un represaliado me hablaba del Cura Verdugo, un capellán de prisión que no se perdía ni una ejecución y que con su propia pistola remetaba a los fusilados.

A Rouco, tan insigne prelado, habría que recordarle que todos los muertos son iguales y todos tienen el derecho a una tumba, unas flores, un recuerdo. La Iglesia ha mantenido viva la masacre con sus canonizaciones multitudinarias y esas listas de ignominia colgadas en las Iglesias, esas de Caidos por Dios y por España, que sólo recogían los muertos del bando nacional.

Al cardenal le parece mal la Ley de la Memoria Histórica porque trae esos recuerdos de la Guerra Civil a los jóvenes. ¿Y qué? Los jóvenes deben de saber que en este país ocurrió una tragedia horrible, que se mataron hermanos, que se enfrentó un mismo pueblo, que hubo una represión feroz en la que, gozosa y ardientemente, participó la Iglesia, la que predicaba el amor, el perdón y la reconciliación y que sigue negando el derecho de cualquier familia a enterrar dignamente a sus muertos. Los jóvenes deben conocer todo eso para evitar que se repita tal monstruosidad.

Rouco despierta los viejos demonios de las dos Españas negando a unos el recuerdo y el reconocimiento y erigiéndose en el árbitro y mentor de lo que se puede o no se puede hacer. Demos paz a los muertos. A todos. Y reconozcamos y demos a todos la piedad del recuerdo.


lunes, 22 de septiembre de 2008

Leyendo a Gil de Biedma

Adelantaron las lluvias en Madrid,

igual que en Barcelona

según contabas, querido Gil de Biedma,

hace casi ya 50 años,

en una noche triste.


Llueve en Madrid. Y tampoco sabemos si el Gobierno

aislado en su océano está esperando

que la tormenta pase.

Pero sigue la gente preocupada

y pienso, como tú,

en sus esperanzas.


Y es que todo, Jaime, se repite.

Y la historia y la lluvia

al final es la misma y dolorosa,

y es la historia más triste

de todas las historias de la historia.


Y no sé qué contarte.

Tal vez que en este otoño,

con este anuncio de invierno

de ansiedades, esta noche

hay que leer tu poesía mientras llueve.


Porque este medio siglo, Gil de Biedma,

ha pasado deprisa y ahora dudo

si las cosas cambiaron estos años

o si, otra vez, los miles de personas

que contabas siguen todavía

esperando que pase la tormenta.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Dejo Nueva Tribuna

No es fácil decir adiós a un proyecto en el que uno ha puesto muchas ilusiones, muchas ganas y mucho trabajo. Hace meses os anuncié el lanzamiento de Nueva Tribuna y os pedía vuestro apoyo y críticas como posibles lectores. Sé que muchos me lo disteis. Veía vuestros comentarios y me alegraba que encontrarais tiempo para leer un diario que pretendía hacerse desde la libertad y la pluralidad.

Como algunos ya sabréis, he dejado la dirección de Nueva Tribuna. No entraré en las razones que me han llevado a ello. Creo que deben quedar entre los editores y yo. Pero sí me siento en la obligación moral de comunicaros mi marcha, lo mismo que os comuniqué el inicio de ese proyecto.

A pesar de los pesares, he de decir que no me arrepiento de esta experiencia, que ha sido muy rica para mí y que me ha permitido trabajar y descubrir a gente estupenda. En estos meses hemos cometido errores. Sin duda. Pero siempre han sido desde el deseo de hacerlo lo mejor posible.

Habrá, seguro, nuevos proyectos. Y volveremos a vernos en la seguridad de que en aquellos que compartamos compartiremos, también, la libertad, la honestidad y el respeto. Tengo demasiados años para cambiar a estas alturas. No puedo ocultar que me voy un poco triste, pero satisfecho, dejando detrás un puñado de páginas en las que he pretendido aportar mis reflexiones, exclusivamente personales, y mi amor por la poesía. Ahí quedan.

Un abrazo y nos vemos.

jueves, 18 de septiembre de 2008

El hombre de la librería

El 13 de marzo de 2008 escribí una entrada en este blog hablando de un hombre que conocí en Buenos Aires, en una vieja librería. Había sido profesor y la crisis le había hecho perder su empleo. Trabajaba en esa librería y nos habló de su vida, de su pequeña o gran tragedia.

Contaba yo que su recuerdo me ha perseguido desde entonces, que me preguntaba, con cada noticia de crisis en Argentina, qué habría sido de su vida. Y que nunca supe nada de él. En mis siguientes viajes no encontré, o tuve miedo, de buscar aquella librería.

Hace unos días, una maravillosa amiga de Buenos Aires me pidió que le diera algún dato para buscar la vieja librería, su ubicación, alguna pista que la permitiera buscar y saber qué había pasado con aquel hombre.

Os transcribo parte del correo que me ha mandado hoy mismo:

Costó! pero el que busca encuentra...

No estaba tan equivocado señor Rodolfo...esta librería estaba sobre la Avenida de Mayo...son tres librerías antiguas que hay en esa zona. Encontré la librería, pero al señor no, el ya no trabaja más ahí, hace unos años que no está, pero la persona que atiende actualmente(otro viejito muy afable al cual le hubiera sacado cualquier tema con tal de quedarme charlando) me contó que todavía sigue por la zona, a veces se lo ve en una confiteria muy conocia en Bs As, el café Tortoni, de seguro lo conoces...y me contaron que está mejor económicamente incluso ha montando un negocio propio con la misma temática, se recuperó de la crisis en que lo sumergieron las injusticias de este país y tiene un hijo (...)

Me hizo mucha ilusión hacer esto, de verdad, a pesar de lo que costó me gusto mucho emprender esta búsqueda...
un abrazo grande.

María del Sur

Ha sido la noticia más hermosa recibida en mucho tiempo. No sé cómo agradecerle a María sus esfuerzos. Sólo quiero compartirlo con vosotros y si los milagros existen, éste es uno de ellos. No puedo decir más. Se me cierra así una vieja herida y me llena el corazón que haya gente capaz de hacer lo que ha hecho María.

Una pasta

Leo que la infanta Elena va a ganar en su puesto de Mapfre 200.000 euros, más del doble que el presidente de Gobierno, dicho sea sin ánimo de señalar. Está visto que hay gente para la que no existe crisis, ni austeridad. Qué suerte. 200.000 euros, que se dice pronto, por dirigir una de las áreas de la Fundación Mapfre, concretamente la que trabaja por la integración de personas discapacitadas. La verdad es que con sólo con 200.000 euros se podía hacer mucho por esa integración.

No sé yo los méritos que adornan a la infanta ni para ese sueldo, ni para ese cargo. Para hacernos una idea, la Infanta va a ganar lo mismo, euro arriba o euro abajo, que 200 jóvenes que acceden a su primer puesto de trabajo. Algunos d e ellos con titulaciones bastante superiores a las que posee la Infanta.

No soy un ingenuo y, en consecuencia, sé que no son los méritos académicos la razón para haberle ofrecido tal bicoca. Es verdad que Mapfre es una entidad privada que puede hacer lo que quiera con su dinero (por cierto, un dinero que viene de primas de seguros y pequeños y grandes ahorradores. Pero repito que es una entidad privada que puede hacer lo que quiera con su dinero y con el de quienes han suscrito un seguro con Mapfre.

En cualquier caso, vaya mi felicitación a la Infanta por sus valores y por el chollo conseguido. Y mi envidia, a qué negarlo. Ya quisiera yo tener esa suerte. Pero me queda una duda: ¿no es un tanto obseceno que en estos tiempos en los que se pide austeridad, en los que se pide la intervención del estado para ayudar a las empresas (que esa es otra), en estos tiempos en que la gente ve peligrar su puesto de trabajo y mira con terror los precios del mercado, una persona, por ser quién es -o por méritos que desconocemos- reciba un sueldo semejante?

El problema es que no es un hecho aislado. El problema es que la desigualdad se acentúa cada vez más. Y frente a sueldos de miseria, hay gentes que reciben unos emolumentos que darían de comer a 20 familias.

Por cierto, que ayer se daba a conocer el dato de que más de 900 millones de personas corren el riesgo diario de morir de hambre. No es que sean pobres, que lo son, es que se mueren, literalmente, de hambre. Y lo peor es que hay recursos suficientes para impedirlo. Y no lo hacemos.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Inmigrantes, otra vez

Vuelve otra vez Mariano Rajoy con un discurso no por más conocido, menos preocupante. Por muchas matizaciones que después haga, lo que dijo, vestido como una simple reflexión, fue que hay 180.000 inmigrantes que cobran el paro mientras miles de andaluces se van a la vendimia.

Es una frase envenenada porque, en el fondo, lo que hace es enfrentar a los de fuera con los de dentro, es azuzar el miedo al que nos quita, ya no el trabajo, sino las prestaciones. Inútil explicar que cuando un inmigrante cobra el seguro de desempleo es porque antes lo ha pagado. Si lo cobra, es porque antes se le ha descontado en su nómina la cuota del desempleo. Es decir -ya da pereza repetirlo- que el desempleo es un derecho de cualquier trabajador, sea español, dominicano, chileno o rumano. Que ha cotizado y que tiene todo el derecho del mundo a recibir en tiempos de paro una contraprestación.

Lo de los miles de españoles que se van a la vendimia francesa no requiere demasiadas explicaciones. Si se marchan es porque, económicamente, les compensa. Como compensa a otros extranjeros trabajar en España en la recogida de la fresa, por ejemplo.

Pero lo más preocupante de todo, no es esa"reflexión" de Rajoy. A mí lo que me preocupa es que del discurso de "esos extranjeros nos quitan el trabajo", se ha dado un paso más y se ha llegado al de "esos extranjeros que nos quitan el dinero del paro".

Rajoy, que exigía a los extranjeros que acataran la legislación española, parece que sólo desea que acaten la parte dura. A Rajoy -y, desgraciadamente, a muchos más- no le gusta que además de las obligaciones, los inmigrantes tengan los derechos de esa misma legislación.

El discurso de Rajoy es perverso porque cala en una situación tan difícil como la que España está viviendo. Y ese discurso llega a la barra del bar, a la conversación de la calle. Anima y alienta el odio hacia quien , después de haber trabajado, sólo recibe lo justo.

lunes, 15 de septiembre de 2008

La velada

Os dejo un poema escrito para unos amigos que me pidieron unos versos:



Me encontré a Lord Jim y a los Hermanos

Karamazov sentados en mi casa.

Hablaban de las noches y los mares.

Y Neruda escuchaba con la gorra

de marinero hundida hasta las cejas.


Ayer fue Ángel González quien vino a visitarme.

Y se bebió conmigo un vino de mi pueblo.

Me dijo que la vida es el instante

en el que hacemos pan o amamos fugazmente

a una mujer hecha de noche y de cristales.


Luego se nos juntó García Montero.

Había cogido un taxi y nos traía

la calle y el asfalto y confesó, feliz,

que había encontrado versos en ciudades

primigenias del viejo Lovecraft.


Azaústre corregía sus últimos poemas

y Machado, cansado y aburrido

buscaba en los estantes un libro de Unamuno.

La noche se poblaba de sales minerales,

de palabras y tinta y de papeles.


El mundo se hacía Dios en cada uno.

Y, siempre, como siempre, por las sillas,

o tirados, a veces por los suelos, Sthendal

Stevenson, Onetti y Alfonsina

rebuscaban estrellas en las losas.


Y, luego, como siempre, cuando el sueño

me ha venido a buscar, pacientemente,

acaricié sus almas y despacio

los volví a colocar hasta mañana

en la vieja estantería del salón.

viernes, 12 de septiembre de 2008

El beso de mi padre

Mi padre se peinaba

con el pelo hacia atrás.

Yo lo admiraba.

Tenía el cabello gris. Y la sonrisa

un poco apesumbrada.

Le recuerdo a menudo,

su cojera de frío

y el beso que me daba

al encontrarnos.

Ahora son mis hijos

los que ponen

su boca en mis mejillas

y me siento

lo mismo que mi padre:

vencido y tan contento

de comprobar que la vida

se repite en un beso

al que nunca daremos importancia.

jueves, 11 de septiembre de 2008

El suicidio de Allende

Os hago llegar una noticia que una amiga chilena me envía sobre el "suicidio" de Salvador Allende. Hoy día 11, es el aniversario de su muerte:

Crónica

Informe forense pone en duda el suicidio de Salvador Allende
Cuestiona autopsia

Informe forense pone en duda el suicidio de Salvador Allende

Un análisis al informe del procedimiento realizado en el Hospital Militar descarta que el mandatario haya muerto de un disparo "tipo suicida" y concluye que el cuerpo presentaba dos disparos de armas de fuego diferentes, por lo que recomienda practicar nuevos peritajes (TERRA.cl)


SANTIAGO, septiembre 09.- A dos días de una nueva conmemoración del 11 de septiembre, un informe del médico legista Luis Ravanal Zepeda puso en duda el suicidio de Salvador Allende, señalando que constató "la existencia de a los menos dos impactos de bala" atribuibles a armas de fuego diferentes, por lo que las lesiones presentes en su cuerpo "no son compatibles con un disparo de tipo suicida"

El reportaje de El Periodista sostiene que sólo un nuevo peritaje al cuerpo podría revelar la verdadera causa del deceso, puesto que el médico legista José Luis Vásquez, fue el encargado de realizar en ese entonces, la autopsia al mandatario. El mismo que también afirmó que Carmelo Soria murió en un accidente automovilístico y que certificó la muerte de Rodrigo Anfruns en 1978.

Según el informe de autopsia número 2449/73, la causa de muerte de Allende era por "una herida de bala cérvico-buco-cráneo-encefálica, reciente con salida de proyectil" producida por un disparo "de corta distancia", probablemente "con el cañón del arma directamente apoyado sobre los tegumentos (tejidos)" y "que ha podido ser hecho por la propia persona".

Al conocer estos antecedentes, los abogados Roberto Celedón y Matías Coll solicitaron a Ravanal que, en su calidad de experto, realizara un análisis médico legal de los antecedentes relacionados con la muerte de Allende. Es así como el profesional concluyó que "las lesiones descritas en el informe de autopsia del Presidente Salvador Allende Gossens, no son compatibles con un disparo de tipo suicida".

Además, sostiene que "se constata la existencia de a lo menos dos impactos de bala ocasionadas por armas de fuego diferentes,, uno que provoca un orificio de salida redondeado en la zona posterior de la bóveda craneana y el otro que hace estallar el cráneo".

"Dado que no se describen signos de vitalidad en la herida submentoniana, es posible concluir que se trata de una herida post-mortem", dijo el informe del médico legista, y agrega que se confirma que el disparo en esa zona "corresponde a los llamados de corta distancia, lo que demuestra que no ha sido un disparo efectuado a boca de jarro o con apoyo, y por tanto no corresponde a una lesión típica de tipo suicida".

A juicio del forense, el informe de la autopsia del depuesto mandatario presenta "omisiones técnicas relevantes", pero también cuestionó que el procedimiento se haya practicado "en el pabellón de cirugía del Departamento de Otorrinolaringología de un recinto hospitalario castrense" en vez del Servicio Médico Legal, por lo que no se podía garantizar la "independencia y autonomía" de los profesionales que intervinieron.

Por ello, Luis Ravanal recomienda "altamente la realización de un segundo análisis forense de los restos por expertos a fin de establecer con precisión la causa y naturaleza de la muerte de Salvador Allende".


miércoles, 10 de septiembre de 2008

El mundo se deshace

A una muchacha que me escribió eso,

que el mundo se deshacía

El mundo, me escribes, se te cae a pedazos.

Y dices que no hay nada que nos pueda salvar

del hambre de los niños, de las pateras muertas,

de las mujeres rotas o del cartón que arropa

a un viejo en un portal.


Me dices que el mundo se deshace y no quedan

ni aeropuertos con niebla ni amores en París

Que es difícil hallar, una tarde cualquiera,

contrabando de besos o poemas escritos

en cualquier papel gris.


El mundo se derrumba sin que sepamos cuándo

vendrá el amor a vernos en un día de sol.

Y no sabes siquiera si merece la pena

hacer un viaje lejos, abrir manos y brazos

al otro corazón.


Y no sé qué decirte. Ayer hubo tormenta.

Confía en que se laven, como Pabló cantó,

las plazas y las almas. Y será nuestra casa

esa casa bendita donde habitan los sueños.

como Pablo cantó.

Lesbianas

Ya titulamos otro comentario con esta misma palabra. Y hoy, casi por las mismas razones, volvemos a lo mismo. Resulta que en Madrid, en el Colegio San Estanislao de Koska (SEK), han denegado plaza para dos niñas, hijas de un matrimonio de lesbianas. la excusa ha sido que no había plazas para niñas de esa edad. Antes de que la dirección del colegio supiera las circunstancias de las madres, sí las había. Y nunca les pusieron ningún problema. Cuando presentaron su libro de familia, resulta que se habían agotado las plazas.

Amigos de la parejas llamaron posteriormente al centro escolar para solicitar plaza y les dijeron que las había. Lo más sangrante es que el colegio, en su ideario, defiende la no discriminación y la enseñanza en la igualdad.

Tremendo país éste que en la práctica no admite lo que admiten las leyes. De poco vale legislar si, después, es imposible llevar a cabo lo que dice la ley. Pero es que, además, el rechazo a estas niñas revela todo el calvario que ambas mujeres han tenido que sufrir para legalizar su situación. Para inscribirlas en el registro hubieron de admitir que constara que eran hijas de madre soltera, por más que la pareja estuviera casada. Y cuentan que han tenido que hacer hasta tres libros de familia distintos. Ahora parece que, al fin, les entregaran un libro de familia en el que constará que se trata de un matrimonio y que ambas tienen iguales derechos y obligaciones sobre las niñas.

No es un tema baladí: Si la madre biológica hubiera muerto, a su compañera le hubieran quitado las niñas, nacidas por decisión de ambas.

No sé en qué acabará la historia. El revuelo organizado quizás lleve a que el colegio revise y modifique su decisión. Pero da lo mismo. Lo cierto es que todavía la intolerancia sigue estando arraigada. Y, seguramente, si el caso no se hubiera hecho público, las niñas hubieran sido rechazadas por el delito de tener dos madres.

Los homosexuales siguen teniéndolo difícil en un país como el nuestro. Seguimos mirando con una sonrisa despectiva este tipo de matrimonios, o cuando menos con un gesto de conmiseración. Nunca con naturalidad.

martes, 9 de septiembre de 2008

Marichalar

Oigo, veo en alguna televisión, que a Jaime de Marichalar, todavía esposo de la Infanta Elena, le van a echar de los puestos que, hasta ahora ocupaba. Que se va a aquedar en la calle, vamos.

No me produce ninguna pena, pero sí me hace reflexionar sobre la hipocresía de las grandes firmas. Resulta que ahora el señor Marichalar ya no es digno de ocupar la presidencia de la Fundación Axa Winterthur ni para ocupar su puesto en Loewe.Ha dejado de ser esposo consorte y ya ha dejado de tener méritos. ¿Qué pasa? ¿Que antes si era inteligente y estaba preparado para sentarse en esos sillones y ahora ya no lo es?

Me da igual, la verdad. Pero me parece tremendo el peloteo y la hipocresía de estas grandes firmas que han estado pagando sueldos millonarios a alguien que ahora consideran un inútil. Que era un hombre que vivía de su condición de consorte de un miembro de la familia real, era sabido y conocido. Antes y ahora. Pero cobraba porque era bonito y vestía su aparición en saraos y fiestorros.

Pero el problema no es ese. El problema es que todavía contemos en un país democrático con una institución tan añeja y caduca como la Monarquía. El problema es que la Infanta Elena vaya ahora a trabajar en una institución que se nutre con cuotas de socios de a pie cobrando otro gran sueldo sin que se la conozcan otros méritos que los de ser miembro de la Familia Real.

El problema es que hayamos pagado entre todos la cirugía estética de otro de sus miembros. El problema es que en torno a esa familia crezcan y se multipliquen zánganos y espabilados que viven del único mérito de gozar de esa condición.

Lo de Marichalar bien está, si es que con ello se le coloca donde debe estar: en el lugar de cualquier ciudadano. Lo malo es que se seguirán multiplicando los favoritismos el peloteo y la hipocresía mientras el país, la gente, busca como llegar a fin de mes.

viernes, 5 de septiembre de 2008

La vida

La vida, a veces, se pone estupenda:

te llama un viejo amor, o por la calle

te sonríe una niña.

Es como si, de pronto, el mundo se vistiera

de sol y primavera.


La vida, en ocasiones, se abre como una caja

y te muestra el poema de un viejo con su nieto,

la joven que de pronto

descubre que los besos son los tragos del día,

o te encuentras, perdido en los cajones,

el mapa del tesoro.


Es, a veces, la vida, igual que un calendario

sin las fechas tachadas,

como los viejos cines con olor a ozopino,

lo mismo que palabras como azúcar, tomillo,

chocolate o merienda.


Y piensas que este mundo no es tan malo y tan negro.

Que se puede escribir algún verso perdido

o coger el teléfono

aunque sea de una empresa de marketing directo

y contestar, amable, cosas que no te importan.


Y deseas entonces creer en estas cosas,

aunque sepas

que al instante siguiente

corres el riesgo cierto de que alguien o algo

te espera en una esquina para darte una hostia.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Abrir viejas heridas

Vuelven los de siempre y con los mismos argumentos de siempre. Dicen que el juez Garzón no debe desenterrar los cuerpos de los asesinados y sepultados en fosas olvidadas por el franquismo. Dicen que eso sólo reabrirá viejas heridas. Que eso dividirá a los españoles.El Mundo se despachaba ayer a gusto en un editorial furibundo contra el juez.

No soy hombre al que le hayan gustado siempre las decisiones de Baltasar Garzón. Y como los periodistas tenemos nuestro pasado escrito, por ahí andará alguna prueba de ello. Pero sí estoy de acuerdo con esta iniciativa, al margen de la efectividad de la misma. Que la Justicia, por fin, indague y pregunté dónde están enterrados miles y miles de españoles es un acto elemental de Justicia.

Dice El Mundo que ya no se pueden pedir responsabilidades penales por aquellos crímenes porque la ley de Amnistía puso punto final al horror del franquismo. Pero resulta que lo que buscan los hijos, los nietos de quienes fueron asesinados por defender la legalidad, es sólo justicia. Quieren saber donde llevar unas flores, quieren que sus seres queridos y recordados duerman en tierra conocida. No quieren revanchas.

Durante cuarenta años sólo hubo en este país un bando con todos los derechos: el de los vencedores. Y es verdad que hubo muertos y asesinados en el bando nacional, gentes que murieron por sus ideas, por su religión, por la barbarie. Pero ellos, sólo ellos, tuvieron reconocimiento y honores. Acabada la guerra, el franquismo buscó y pagó la exhumación de aquellos cuerpos. Los rojos nunca tuvieron derecho a ellos y las familias, las que conocían el lugar de la fosa común, acudían a escondidas a llevar unas flores o a rezar por su descanso.

Durante 40 años los caídos por Dios y por España, tuvieron lápidas en las iglesias, calles conmemorativas en las ciudades, honores y recuerdos.

Aducen ahora que remover la tierra buscando esos huesos olvidados, sólo reabrirá nuevas heridas -lo ha asegurado el señor Rajoy-. La gente como Rajoy, como Pedro J. deben pensar que no removían viejas heridas los homenajes, los funerales, las listas de caídos en los muros de las iglesias durante la larga dictadura franquista.

¿Tan terrible es que una persona quiera saber dónde está su padre, su abuelo, su tío? ¿Tan terrible es que un ser humano exija la piedad que no se tuvo entonces con ellos? ¿Tan terrible es reivindicar el recuerdo, reconocer esas muertes que nunca deberían haberse producido? Si se reconoció la muerte de quienes murieron a manos de los rojos, ¿tan terrible es pedir el mismo trato para quienes murieron a m,anos de los vencedores?

Quien habla de venganza y de revancha, de que con ello se reavivará el odio y el enfrentamiento, tal vez lo haga porque el odio, la revancha y la venganza está dentro de sus corazones.

martes, 2 de septiembre de 2008

El paro de nuevo

Ha sido, prácticamente, la primera noticia que, como un golpe seco en el estómago, nos recibe tras las vacaciones. Ha aumentado el paro en más de 103.000 personas. Son datos terribles que, mejor que cualquier otro, nos recuerda la grave situación del país.

Al margen de las declaraciones oficiales, al margen de que Gobierno y oposición utilicen los datos como arma arrojadiza, lo cierto es que 103.000 personas han visto truncadas sus expectativas, han visto roto su futuro. Son 103.000 personas que verán como aumentan sus dificultades a la hora de pagar la hipoteca, de comprar los libros del colegio, de renovar su vestuario o, simplemente, de llenar la bolsa de la compra.

Es la economía real la que está detrás de cada número de esa cifra maldita. No se trata de culpar a nadie, salvo a esta conciencia común que ha hecho cerrar los ojos a nuestros dirigentes, a los dirigentes mundiales, ante una economía que ya anunciaba esta situación.

No sé cuándo se saldrá de ésta. Pero en este día luminoso pienso en las miles de familias atrapadas en sus créditos, desesperadas porque las cosas van cada vez a peor. El trabajo es un derecho y, sin embargo, es un derecho tan frágil que se rompe a la mínima de cambio. Las grandes cifras siempre esconden las tragedias particulares. Que la compra de coches haya caído en un 41% oculta las regulaciones de empleo de las firmas automovilística, esconde los despidos en las concesionarias, tapa la situación real de miles de personas que lo pasarán mal este invierno.

Hace unas semanas, recordaba en otro lugar el poema de Jaime Gil de Biedma, escrito en 1959. Traigo sólo unos versos.
Adelantaron las lluvias y el Gobierno
reunido en consejo de ministros,
no se sabe si estudia a estas horas
el subsidio de paro
o el derecho al despido,
o si sencillamente, aislado en un océano,
se limita a esperar que la tormenta pase
y llegue el día, el día en que por fin,
las cosas dejen de venir mal dadas.
(...)
Y he pensado en los miles de seres humanos,
hombres y mujeres que en este mismo instante,
con el primer escalofrío,
han vuelto a preguntarse por sus preocupaciones.
por su fatiga anticipada,
por su ansiedad para este invierno.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Volver

Me atrapan las esquinas y el asfalto,

el ruido de la calle y en el metro

sigue la misma suerte hecha pedazos.


El viejo olor de bares. Una nube

corre limpia, despacio, por el cielo.

Acaricio la vieja cicatriz de tu recuerdo.


Madrid se hace pequeño en la mañana.

Me roza con sus dedos de gasóleo.

Me susurra algún nombre ya olvidado.


Es todo diferente. Y, sin embargo,

el alma de Madrid se despereza

en la risa del niño que un día fuimos.


Sé que no hay caminos que podamos

reclamar como nuestros. Todos tienen

un final conocido entre tus pechos.


El día que comienza es un cigarro

que se consume lento como un beso.

Madrid, final de todo. Mi comienzo.