lunes, 31 de marzo de 2008

Agua

España tiene sed. Casi todo España tiene sed. Pero construimos campos de golf, urbanizaciones con lagos que se alimentan con agua potable. Regamos como en la época romana. Hemos derrochado el agua durante décadas.

Hace muchos años hice un viaje por razones informativas a Finlandia. Eran años en los que apenas se planteaba el cambio climático. Finlandia tenía agua, aparentemente, de sobra. Y, sin embargo, había un Ministerio dedicado a la gestión del agua. Hablo de hace 30 años.

En España el agua sigue como en la época en que Antonio Machado escribía aquello del hombre del casino provinciano que "con ojo inquieto mira al cielo si la lluvia tarda". Hoy la España de Machado sigue dividida en dos por tener o no tener agua. Yo no sé si los trasvases son la solución, pero, en el fondo, tengo la sensación de que cualquier postura en este aspecto corre el peligro de convertirse en ejemplo de insolidaridad.

No creo tampoco que el agua de los ríos sea propiedad de quienes tienen la suerte de tener en sus tierras un río. El agua pasa por las tierras, por distintas tierras. Pero también es verdad que hay un problema de gestión, de derroche. Hay comunidades que tiran agua y otras que nada tienen y la poca que tienen la gastan en otras cosas.

Estamos demasiado acostumbrado a no contemplar el agua como bien común. A creer que por meter una botella en la cisterna del inodoro, solucionamos el problema. Y mientras tanto construimos campos de golf, parques acuáticos o seguimos con regadíos basados en inundación de la tierra.

No hemos asumido que estamos al lado de un África sedienta. Que el agua es un bien escaso y precioso. Nuestros políticos la utilizan como arma política y agresiva. No somos capaces de pensar en la solidaridad entre autonomías ni entre las personas.

Algo falla cuando el agua se convierte en causa de división y lucha política.

jueves, 27 de marzo de 2008

Un poema y una imagen














No he puesto nunca imagen a los comentarios. Pero para mí ha sido un honor que Belinda haya ilustrado uno de mis poemas que vuelvo a incluir en esta página.
Algunos ya lo conoceréis. Y si rompo, por esta vez, mi regla de poner sólo textos, es porque creo que debo compartir con todos el arte y el regalo que me ha hecho Belinda, cuyo enlace podéis encontrar al lado.
Gracias otra vez.

De Todas las Historias.

De todas las historias, y si puedo, he de elegir la nuestra.

La que nunca saldrá en los calendarios ni en los libros escritos.

La que tú y yo dejamos pintada en las paredes y en las sábanas.

Aquella que no tiene hazañas que contar más allá de nosotros.

De todas las más bellas epopeyas, prefiero la marcada

en tus labios benditos, la heroica odisea de una noche contigo.

El cansancio sin sudor de los dioses en cualquier madrugada,

la conquista sin sangre de aquella fortaleza que llamaba tu cuerpo.

De todas las historias, me quedo con tu nombre.

Aunque nadie lo sepa, Aunque ya no sea mío.

Días en Córdoba

Cercana en la memoria y en el alma.

La Cuesta del Bailío, el bar Correo.

Días de sol y de paredes blancas.

En el bar de Las Niñas huele a besos

y el corazón de Castilla se detiene

en los arcos pintados

de La Corredera.


Noches de soledad, cuando era el tiempo

un aroma de finos. En el río

se remansan los versos. Hoy me han dicho

que vieron a Vicente Núñez

por las calles. Y la cera

de tantas procesiones

rechina en los zapatos.


Pasa un hombre severo y elegante.

Escucho todavía en esas madrugadas

las campanas del convento

de la plaza de Osio.

Hay un rumor de manos en la esquina.

Me agarro fuerte a ellas.

martes, 25 de marzo de 2008

Huesos y fosas

Resulta ahora que los huesos encontrados en una fosa común en Alcalá de Henares corresponden, casi con seguridad, a muertos republicanos. La fosa ha a aparecido en lo que fue un campo de concentración para encerrar a los rojos. Cuando aparecieron los restos, determinada prensa se apresuró a señalar que era otro Paracuellos. Que los restos eran de nacionales fusilados por los rojos. Parece que no.

En su momento escribí que me daba igual de quienes fueran los huesos encontrados en esa fosa. Que lo importante es que eran seres humanos que habían perdido la vida a manos de la sinrazón. Lo sostengo. decía entonces que los mismos que habían atacado a la Ley de Memoria Histórica y habían exigido que no se exhumaran los restos de los rojos fusilados en la guerra civil, pedían, ante la posibilidad de que fueran del bando de los vencedores, que se le enterraran dignamente. Dignidad que negaron siempre a los vencidos.

Esos mismos medios que airearon un crimen supuestamente republicano, han guardado ahora silencio. Ya no exigen un entierro digno. Ya no ironizan con la Ley de la Memoria Histórica. Al menos, no he visto en sus páginas ni una sola línea aclarando que los restos son de gente asesinada por los nacionales. Posiblemente el tema no les interesa. Si son rojos deben quedar en el olvido, como han estado durante tantos años, como han estado siempre.

Digo lo mismo que dije: Me da igual a qué bando pertenecían. Eran hombres y mujeres que pagaron con la muerte por sus ideas. Eran seres humanos que merecen el respeto de una tumba donde sus familiares puedan llorarlos, llevarles flores, recordarlos.

Hace unos días, una amiga de este blog me enviaba un documento estremecedor: el expediente de su abuelo fusilado tras la guerra. Su delito: haber permanecido fiel a la República. No voy a extenderme en las dolorosas páginas, en la crueldad que asoma en el expediente, en la falta de piedad de los vencedores. Sólo diré que, entre la documentación, hay declaraciones de gentes, incluso de Falange, señalando que no se le conocían hechos delictivos.

En otras declaraciones se puede apreciar el odio visceral, la acusación sin pruebas de haber participado en asesinatos. Bastaba la palabra de un enemigo personal, de un resentido por cualquier pequeña injuria, para condenarlo a muerte. Y fue condenado a muerte. Se rechazó cualquier medida de gracia. Hoy esta amiga, sus familia, ha tenido el doloroso consuelo de revivir el calvario de su abuelo. No hay que olvidarlo. Hay que recordarlo como una prueba de la infamia, del cainismo. Hay que recordarlo para que nunca más se caven fosas donde echar los cuerpos de seres humanos. Sean del bando que sean.

lunes, 24 de marzo de 2008

Optimismo

Está ya todo en paz. Tal vez te creas

que el mundo es la mañana del domingo,

o la mano de un niño en una acera.

Que la vida es el recuerdo de los jueves,

la merienda de pan y chocolate,

una pared de cal y siesta y sueño.

Ahora, en esta noche en que no hay guerras

y la radio habla de primaveras y de flores

puedes, si quieres, creer en hadas buenas.

Mañana vendrá la realidad para decirnos

que la ONU ha decidido un nuevo embargo.

Y que fuera de casa llueve a mares.

sábado, 22 de marzo de 2008

Semana Santa

Veo por la tele el llanto de los cofrades porque la lluvia ha impedido la salida de los pasos de Semana Santa. Respeto sus lágrimas y lo que ya no es más que una tradición asociada al turismo. Pero no deja de ser un sarcasmo. Hasta ahora, la gente ha mirado al cielo, como decía Machado, "con ojo inquieto si la lluvia tarda".Y la lluvia tarda.

Es como para no creer en Dios. No ha llovido durante meses y, precisamente ahora, se pone a llover, cuando en la lógica cofrade, no debía caer ni una gota. Debe ser que Dios pasa de las procesiones. Se ha convertido una expresión religiosa en un acto lúdico, fiestero y exagerado que nada o muy poco tiene que ver con la religión del Cristo al que adoran.

Esas vírgenes, esos cristos, cubiertos de oro y plata, con mantos recamados de joyas, no son sólo un insulto hacia un mundo que muere de hambre, es también el folclore en su peor expresión. Como espectáculo, le falta ritmo. Como hecho religioso, no sé qué tiene que ver con el amor y la pobreza predicados por el Nazareno.

Ayer veía al Papa lavando los pies de una docena de fieles con palanganas y jarros de oro en recuerdo del acto de humildad demostrado por el cristo al lavar los pies a sus discípulos. Brillaba el Vaticano como un ascua. La riqueza destellaba entre los cirios y las luces. Cristo lloraba y sufría en el Tibet, en Palestina, en África... y los sacerdotes de su religión bebían el vino de la misa en cálices de oro y pedrerías, vestían sus cuerpos con clámides y casullas de seda bordadas con hilo de oro.

Los cofrades que habían podido salir en procesión vestían sus caperuzas de colores, sus cíngulos dorados. Y debajo de los pasos penitenciales una veintena de muchachos se rompían la espalda cargando toneladas de riqueza. Luego, en un descanso, bebían sus minis de cerveza y devoraban entre risas bocadillos y tenteempies.

Cuesta trabajo entender tanta ostentación. Los cofrades de las procesiones suspendidas por la lluvia lloraban por el agua que les impedía salir a la calle. Maldita lluvia, decían. Bendita lluvia para un país sediento. ¿No han pensado que quizás Dios no quiere el teatro absurdo de las imágenes, la ostentación obscena de la riqueza en un mundo injusto?

miércoles, 19 de marzo de 2008

Tibet

No conozco muy bien la historia del Tibet. Pero, sí nos llega todos los días la represión que se está viviendo en aquel país. Sé que tradicionalmente el Tibet ha estado vinculado, de una u otra manera, a China y que, incluso fue China quien estableció un país al mando del Dalia Lama. Quiero decir que poco puedo opinar sobre la situación actual, aunque me repugne en el alma cualquier atisbo de represión.

No sé siquiera quien es el Dalai Lama. Pero siempre me ha preocupado esa unión entre la religión y la política, entre los dioses y quienes gobiernan. No justifico, ni mucho menos, las actuaciones de la República China sobre el pueblo tibetano. Lo único que realmente me preocupa es la muerte y el sufrimiento de las personas que hoy están soportando persecución en el Tibet.

En estos momentos los medios occidentales han encontrado otra fuente de información. Y han abandonado otras. La atención mundial recae ahora en el Tibet. La hambruna de África ha pasado a un segundo o tercer plano, Palestina ha dejado de ser prioritaria para los informativos.

Vivimos en un mundo que busca la noticia inmediata. Que picotea sobre cada conflicto hasta que aparece el siguiente. Hoy es Tibet. Ayer fue Palestina, África o Irak. Todo sea por la información. Pocos conocemos, de verdad, cuál es el conflicto tibetano fuera de las imágenes que nos llegan por las televisiones. Pero durante unos días, esta semana santa tan parca en noticias nacionales, estará el Tibet en nuestros televisores, en nuestros periódicos.

Adenda

Por cierto, el señor Aznar ha hecho unas declaraciones justificando la guerra de Irak. No sólo no se arrepiente, sino que afirma que volvería a tomar la misma decisión porque, asegura, la situación de Irak es mejor que con Sadam, "es buena", dice. Hay que estar loco o tener escaso conocimiento de la realidad. O ambas cosas.

Mientras la muerte, el paro, el hambre campan a sus anchas por Irak, Aznar, desde la tranquilidad de estar en un país en paz, asegura que volvería a meternos en la guerra. Ni un remordimiento, ni una duda. No siente a los muertos en su conciencia. Tal vez porque le caen muy lejos. Él es un hombre de estado. Salvador de Occidente. Y ya se sabe que los grandes líderes están siempre dispuestos a sacrificarse por una idea, aunque el resto de los mortales no lo entienda.

lunes, 17 de marzo de 2008

Belén Esteban

Me pareció siempre un juguete roto. Por más que se haya ganado la vida desde esa condición. Por más que sus lágrimas, su desgarro de muchacha de barrio le hayan servido para buscarse una vida exagerada y un punto infeliz. Ha servido de burla para que periodistas de postín y tertulianos bien pagados y mal informados hayan hecho gala de su crueldad con el más débil.

Belén Esteban ha sido la muchacha de barrio que ha paseado su hablar callejero su comportamiento de esa España profunda y esperpéntica por televisiones y programas en los que lo importante era echar la carnaza a una sociedad ávida de chismes y cotilleos. Sus amores con un torero la lanzaron a una fama que nunca comprendió del todo pero que la ha servido para recaudar un sueldo que nunca hubiera soñado.

Luego, todos hemos seguido su caída, juguete roto, diversión para las hienas de una información que tiene en su corazón la carroña y la basura. Aireó sus amoríos de una noche como si fueran la épica de las grandes pasiones y llevó sus más íntimos sucesos a los prime times de todas las televisiones.

No se la puede culpar a ella. Al personaje de Belén Esteban han contribuido, más que ella, quienes han hecho de la frivolidad y la basura objeto de consumo. Quienes han manejado su cuerpo de papel couché como papel de envolver vísceras y casquería.

Se casa ahora. Y quienes la encumbraron y ahora la desprecian andan enfangados en la última humillación. Los grandes diseñadores se niegan a hacerle el vestido de novia argumentando que ella no es digna de llevar sus modelazos. Ni pagando. Terrible. Son diseñadores de alta firma que no tendrán, ni han tenido, escrúpulo alguno para vestir a las amantes de los señoritos de guante blanco, a los pendones verbeneros, a las famosillas por un posado de malgusto, o a las aristócratas de cama amplia y plural.

No voy a defender a Belén Esteban. No comparto ni su vida ni sus gustos. Me interesa como cualquier otro ser humano. Pero me parece infame el clasismo de esas grandes firmas. Me parece de una crueldad sangrienta que, todavía, se diseñe desde un concepto de clase basado en la hipocresía y en lo que consideran glamour y estilo.

Que se case Belén Esteban. De blanco o de negro o de rosa palo. Me da lo mismo. Pero, ¿qué sociedad es ésta que hace de su vestido todo un problema y noticia del día?

viernes, 14 de marzo de 2008

Fosas

Leo que han encontrado en Alcalá de Henares una fosa común con restos humanos. Probablemente gente fusilada por los republicanos. Me da igual que las víctimas sean del bando nacional o del republicano. Es de nuevo el horror, la muerte. Todos son víctimas de una guerra cruel. Son seres humanos que fueron asesinados por sus ideas. Seres humanos que, en ningún caso, merecieron la muerte. Nadie la merece. Me conmueven las fotografías con los restos de esos cuerpos que un día soñaron, quisieron vivir y fueron destruidos por la sinrazón.

Se están llevando a cabo trabajos para sacar esos cuerpos desconocidos y darles honrosa y digna sepultura. Siempre defenderé el derecho de los familiares (me da igual de qué bando sean) a exigir que sean trasladados a una tumba donde puedan rezarles, recordarlos o llevarles flores.

Los medios más conservadores, aquellos que clamaron pidiendo que se detuvieran las exhumaciones de los asesinados republicanos, aquellos que rechazaron la ley de Memoria Histórica, los que pedían que no se buscaran más cuerpos porque eso enfrentaba de nuevo a las dos Españas, esos medios reclaman ahora la exhumación de estos cuerpos y la dignidad de un enterramiento público.

Bienvenidos sean. Pero es triste que sólo defiendan ese derecho en las víctimas de "su" bando y se lo nieguen al contrario. Todas las víctimas son iguales. Todas las víctimas fueron un día hombres y mujeres que soñaron en su futuro, que tuvieron esperanzas, que querían vivir. Todos fueron muertos, iguales en la crueldad de sus muertes.

Triste que, todavía, se pida dignidad para los asesinados de los vencedores y se condene al olvido a los que murieron en el otro lado.

Que se saquen esos restos de la tumba del olvido, que se identifiquen los cadáveres, que se les conceda la piedad y el descanso. A ellos y a sus familiares. Pero, por Dios, que se trate igual a todos los muertos, a todos los restos, a todas las fosas comunes que esconde una tierra que es de todos.

jueves, 13 de marzo de 2008

Viejos recuerdos

A veces te vienen viejos recuerdos, viejos nombres, viejos rostros. No sé muy bien por qué, tal vez al oír en el autobús un acento argentino, me ha venido a la memoria el recuerdo de mi primer viaje a Argentina. El país acababa de salir de unas de sus crisis. Y la ciudad era tan terriblemente hermosa como siempre.

Recorrimos, incansables, sus calles, sus avenidas, sus plazas. Entrábamos y salíamos de los cafés viviendo cada instante intensa y amorosamente. Tal vez se veía una cierta tristeza en su gente, niños mendigando cerca de Florida, parejas bailando el tango junto a Caminito. Tenía la ciudad ese aire que tienen las ciudades españolas en una tarde de paseo.

No sé por qué entramos en una vieja librería. Esas librerías de Buenos Aires maravillosas, refugio del paseante, paraíso de libros nuevos y antiguos, lugar mágico. Preguntamos por algunos libros de la editorial Losada. La editorial Losada era la única que en España, durante el franquismo, nos trajo los libros de Miguel Hernández, de Machado, León Felipe, Neruda. Esas ediciones blancas, de cartoncillo troquelado, con el olor del papel gris de sus páginas interiores.

Nos mandaron al sótano de la librería. Y allí estaban. Nos entretuvimos mirando, cogiendo libros, acariciando los tomos recordados. Un hombre, con esa amabilidad y esa dulzura que tiene cada argentino, se acercó a nosotros. Sonriente, nos preguntó de dónde éramos, qué hacíamos, por qué habíamos venido... Luego nos empezó a contar su historia. Era profesor. La crisis le había golpeado, perdió su trabajo. decía: "Tuve que vender mi autito, nos quedamos sin nada..." .

No había rencor en sus palabras. Tampoco una resignación autocompasiva. Sólo la dura constatación de un cambio brutal de vida. Nos contó que había tenido suerte, que había encontrado este trabajo y nos dijo que cobraba un sueldo que nos sonó ridículo. Pero él era feliz entre sus libros, contento con un trabajo que le gustaba. Hablamos unos instantes de España, de Buenos Aires, de literatura.

Años después Argentina cayó en otra de sus crisis económica. Fueron los tiempos del corralito. En aquellos momentos, para mí, la crisis argentina era aquel hombre que había tenido que vender su "autito", que trabajaba por cuatro cuartos en una vieja librería. Pensé muchas veces en él. Me hubiera gustado saber si había tenido suerte, si había conseguido sobrevivir a la nueva crisis. Si seguía con su traje pulcro, con su rostro sonriente y amable, atendiendo a los "gallegos" que llegaban a Buenos Aires buscando los viejos libros de Losada..

Nunca he sabido de él. Y, a veces, por la noche, cuando hojeo y acaricio alguno de los libros que trajimos de Buenos Aires, cuando escucho en el autobús ese acento tan querido, vuela mi alma hacia esa ciudad bendita, al sótano con olor a papel viejo, al lado del profesor que había perdido su empleo. Y me angustio y pido a todos los dioses que siga allí, que no sea él una cifra desechada por los datos del FMI, por los resultados de los bancos internacionales, por las estadísticas malditas de los créditos y la deuda externa. Que continúe esperando a alguien para hablar de los libros de Losada.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Un viejo reportaje

Hace unos años, 8 para ser exactos, El País publicó este reportaje mío sobre las dificultades que encuentra en Madrid un minusválido. Como veo que el tema ha despertado interés, lo reproduzco para quien tenga curiosidad.

Campo de minas

RODOLFO SERRANO - Madrid - 07/05/2000

-Cuando me dijeron que habían puesto autobuses adaptados para minusválidos, me fui con mi silla de ruedas e intenté subir en uno. Pero la plataforma no bajaba del todo. El conductor se apeó y, a base de golpearla con el pie, consiguió bajar la rampa. El problema es que se negó a ayudarme porque en su contrato no constaba que hubiera de hacerlo, y en el convenio tampoco lo ponía. Con que allí me tiene, con la plataforma especial y sin poder utilizarla. Así que un viajero con buena voluntad tuvo que ayudarme.Eugenio Ramos, parapléjico a causa de un accidente, quiso utilizar uno de los 636 autobuses municipales que, de una flota de 1.840, están preparados para ser utilizados por gente con discapacidad física. Si él, o alguno del medio millón de discapacitados que hay en el área de Madrid, hubiera querido coger un taxi, hubiera tenido que llamar a uno de los 28 adaptados a este tipo de servicios. Hubiera tardado mucho en venir y -ya le ha ocurrido en alguna oca-sión- la bandera hubiera marcado un buen pellizco. Pero Eugenio Ramos recuerda su experiencia en el transporte público sin un ápice de resentimiento. Incluso en su voz puede apreciarse un cierto tono de humor.
Fíjese que tomé la línea circular. Y, claro, resulta que daba la vuelta a Madrid. Así que para volver a mi lugar de origen me tuve que chupar todo el viaje. ¿Qué quiere? Tampoco me importa el comportamiento del conductor. Si es que, mire usted, tenemos que convivir todos. Darnos cuenta de que somos una sociedad en la que nos necesitamos unos a otros.

Eugenio Ramos tiene 54 años. Y es, posiblemente, una de las mayores pesadillas del Ayuntamiento de Madrid. Desde 1997 se ha dedicado, tenaz y sin descanso, a denunciar todas las irregularidades que hacen más difícil la vida para quienes han de moverse por la ciudad con alguna discapacidad física. Alcalde, concejales y el Defensor del Pueblo saben de su incansable actividad.

Hay transportes que incluso le están vedados. Algunas estaciones de metro, sin ir más lejos. El metro de Madrid va eliminando barreras en las nuevas instalaciones. Hay 120 ascensores en 40 estaciones. En tres más los elevadores se encuentran en construcción. Y hay también una rampa en la estación de Empalme. Las nuevas obras suelen tener en cuenta a estos colectivos, aunque no siempre. Por eso, Ramos vigila y fiscaliza cada actuación municipal.

-Tengo que pasarme por la calle de Santiago, a ver cómo la han dejado.

Eugenio Ramos, ingeniero técnico de Obras Públicas, agarrará su coche y se presentará esta tarde, mañana o pasado mañana en la calle de Santiago. Con el detenimiento de un entomólogo estudiará las aceras, los rebajes de los bordillos, medirá la separación de los bolardos, subirá y bajará con su silla de ruedas a la acera, saldrá y entrará en su coche en las plazas de aparcamiento.

Comenta Ramos que las personas que se mueven sin problema físico alguno por Madrid no se dan cuenta de la jungla de barreras que, como un campo de minas, hacen de la ciudad un campo hostil.

-Las plazas de aparcamiento. Ahora se están imponiendo las plazas en batería. Dicen que para impedir los aparcamientos en doble fila. Pero nadie ha pensado que una persona que utilice una silla de ruedas, o simplemente unas muletas, necesita abrir la puerta del coche al máximo. Y eso no es posible en batería.

Para todo hay soluciones. Y Ramos ha propuesto que las plazas de minusválidos se acoten al lado de los pasos de peatones. En la capital hay 2.000 plazas en superficie reservadas a personas con discapacidad, 475 en aparcamiento subterráneos para residentes, y además los minusválidos, con una viñeta que les concede el Ayuntamiento pueden aparcar en carga y descarga. El problema no es de escasez.

-Pero si la gente no respeta el carga y descarga a los repartidores, imagínese a nosotros. Además, que estas plazas esan limitadas por su horario. Con lo que a partir de las ocho ya las puede utilizar el público en general. O sea, que no sirven para mucho.

No hay mala intención en estas cosas, cree Ramos. Pero nadie pensó que llenar de árboles las calles de Madrid, como hizo Esperanza Aguirre -la hoy presidenta del Senado- cuando era concejal, impide en numerosas aceras el paso de sillas de ruedas. O los andamios de las obras que hacen imposible el paso no ya de una silla, sino de cualquier peatón. O los bolardos, auténtica pesadilla, sobre todo en el Madrid viejo.

-No he encontrado una solución. Salvo la del civismo. Si no se ponen, malo porque aparcan los coches. Y si se ponen, peor porque son auténticos obstáculos para los ciegos que no tienen la referencia para su bastón.

Hay, dicen en el Ayuntamiento, 3.200 aceras rebajadas. Unos 10 kilómetros en los que se han efectuado este tipo de actuaciones. Pero en Madrid las calles suman 2.100 kilómetros. Queda, pues, tarea. Y no siempre se actúa con lógica. Ni con eficacia. Fernando Becerra, presidente de la Federación de Asociaciones de Minusválidos Físicos de Madrid, denuncia un desfase presupuestario de 340 millones de pesetas que la Consejería de Servicios Sociales ha contraído con las asociaciones de discapacitados.

En algunos casos, los errores se cometen en obras recien ejecutadas. Ramos, por ejemplo, se dio una vuelta por la calle de la Montera inmediatamente después de su arreglo. El 21 de enero escribía al alcalde José María Álvarez del Manzano para contarle las irregularidades detectadas: bordillos incorrectos en el cruce de Caballero de Gracia y en los situados frente a los números 47 y 22 de Montera y en el paso de peatones de la calle de San Alberto. Y a dos pasos, en la Puerta del Sol, enfrente justo de la Presidencia de la Comunidad, el paso de peatones también está mal hecho.

Tampoco es que los edificios públicos se distingan precisamente por su interés en hacer más fácil el acceso de una persona discapacitada. Es verdad que hay un centenar de edificios municipales adaptados, con sus rampas y sus ascensores. Pero el Ayuntamiento de Madrid -cierto que por su antiguo y venerable diseño- no está preparado. Y en otros casos, los edificos de nueva construcción tampoco tienen en cuenta a estos colectivos. Hay situaciones que rozan el absurdo. Como el de un cine -Renoir de Retiro, cita Ramos- que tiene servicio para minusválidos, pero es imposible acceder a él si no es a la sillita de la reina. O el de un centro para ancianos en la calle de Juan Montalvo, denunciada también por Eugenio Ramos, que presentaba un hermoso escalón en la puerta de acceso. Tampoco se libran los edificios de ocio, ni públicos ni privados. Para entrar en el teatro Español hay que saltar un escalón. Y lo mismo ocurre en el cine Doré, sede de la Filmoteca Nacional. Pero hay cines que, justo es decirlo, se han gastado sus pesetas para que todos, independientemente de sus circunstancia físicas, puedan disfrutar con el mejor cine: el cine Cristal, sin ir más lejos.

-El problema es que nunca debían darse licencias para que un local público se abra si no se cumple la normativa. Porque lo grave es que se trata de normas obligatorias que se incumplen sistemáticamente y que, aparentemente, no impiden su apertura.

En otros cines, la solución para colocar a los discapacitados en silla de ruedas es situarlos delante de la primera fila.

-La única ventaja es que, quieras o no quieras, terminas morreándote con la primera actriz.

Para nadie llega la cinefilia tan lejos.

La justa altura de los bolardos

Bancos, papeleras, chirimbolos, señales de tráfico, farolas, árboles, jardineras, contenedores de pilas y de papel, cubos de basura, contenedores de obras, andamios, parterres, paneles de anuncios, marquesinas de autobuses, vallas, horquillas para aparcar motocicletas, alcorques, toldos bajos, cabinas telefónicas, rejillas del metro, columnas de semáforos.... y mil cosas más que, cada día, uno se encuentra en las aceras de Madrid. Mil cosas más y los bolardos. Los malditos bolardos.-Tienen la altura justa, sí señor. Tienen la altura para golpearle a uno donde más duele. Pero con ser malos, lo peor son las papeleras, ¿sabe usted?

Domingo Sánchez vende el cupón de la ONCE en la Puerta del Sol.

-Las papeleras, colgadas de las farolas, son trampas mortales. Usted no la detecta con el bastón y se golpea en el pecho. Y los contenedores, que como la parte de abajo está más rebajada que la de arriba, no sé si me entiende, ocurre lo mismo. Y, bueno, los andamios también. Son barras para las que no encuentras referencias y puedes darte en la cabeza o qué sé yo. (No, señora, no, el 69 no lo tengo. Si quiere el 49... Nada, buenas tardes y mucha suerte) Y, malo, malo, lo de esos toldos bajos que te dejas los sesos en ellos... Y las papeleras, que ya las podían poner para otro lado. Y, en los edificios, los extintores, oiga... Y...

La ciudad es una trampa. Lo dice Domingo. Una trampa para el que no ve, para el que no tiene unas piernas que le sostengan.

Salvador, 55 años, ciego de nacimiento, cree que el problema es que los diseños los hacen gente que no tienen deficiencias físicas, que no están obligados a moverse midiendo los centímetros.

-A mí, ya ve, me cuesta trabajo creer que con las nuevas tecnologías no hay manera de solucionar lo de las obras, lo de los andamios. ¿Es que no hay forma de marcar las cosas de tal manera que puedas detectar los obstáculos que te encuentras en una acera, o en la calle?

Cuenta Salvador que la gente ha cambiado mucho. Que se va perdiendo la solidaridad. Por culpa de unos y de otros. Y que mucha gente deja el coche sobre la acera sin importarle si se está impidiendo el paso a una persona en silla de ruedas a su propia casa.

-Nosotros vamos tan tranquilos, fiándonos, a lo mejor, por el bordillo de la acera. Y, de pronto, te encuentras con un coche aparcado que no esperas...

Hay cosas tremendas. Dice Salvador que, en alguna ocasión, ha tenido que aguantar que algún conductor le haya recriminado por golpear con su bastón la reluciente carrocería de un coche mal aparcado.

-Ya le digo... Se quejaba de que le podía rayar el coche. Tal vez hubiera preferido que me hubiera abierto la cabeza.

martes, 11 de marzo de 2008

Nino

Escribe Merce. Me dice que tiene un blog (trazando caminos, ver enlace) y pide ayuda para sensibilizarnos con los problemas de los minusválidos en el transporte público. Uno de mis mejores amigos es Nino, minusválido, periodista y, probablemente, la persona más divertida que he conocido. Su risa contagiosa, su ansia de vivir, sus bromas cariñosamente crueles consigo mismo hacen de él un ser extraordinario.

Hemos andado mucho por bares y tabernas. Hemos trabajado juntos. He visto y sufrido con él las dificultades para aparcar el coche, para moverse por una ciudad como Madrid, inhóspita y difícil con personas con alguna discapacidad. Nunca ha perdido la sonrisa ante una putada, ante la plaza de minusválido ocupada por un listillo. Pero he sido testigo de sus muchas dificultades para moverse y vivir.

Hace poco, viniendo en el tren de cercanías a Madrid, un muchacho con graves dificultades para andar, intentó saltar al andén y cayó en el hueco entre el vagón y el propio andén. Afortunadamente pude cogerle del brazo e impedir que cayera a las vías. Entre varios viajeros lo izamos a pulso, con la angustia de que el tren se pusiera de nuevo en marcha con el muchacho atrapado.

No pasó nada. Pero el accidente se podía haber evitado con una ligera rampa que cubriera el hueco. Hay estaciones en las que el andén queda a veinte centímetros del vagón. No hay en algunas ni rampas ni ascensores. Las calles de Madrid a veces son tan estrechas y con los bolardos tan pegados a la pared que no permiten el paso de una silla de ruedas. Hay coches que se suben en la acera e impiden el paso... Hay teatros y cines que no tienen espacios reservados para los minusválidos...

Hay una desidia terrible con los discapacitados. Se hacen leyes que no se cumplen y normas que no se aplican. Y mientras, mi amigo Nino, mi amiga Mercedes, se mueven por las ciudades como en un campo de minas.

lunes, 10 de marzo de 2008

El día después

Ya es sabido: ganó el PSOE y el PP avanzó. Cayeron casi todos los demás. Hemos llegado al bipartidismo, hemos consolidado un bipartidismo preocupante. Izquierda Unida, con un millón de votos, desaparece prácticamente del mapa. Otras formaciones (PNV) con un tercio de votos triplican su presencia en el Congreso. Es, no cabe duda, un sistema electoral que, como dijo Gaspar Llamazares, es injusto.

Hoy, algunos medios de comunicación hablaban hipócritamente de esa injusticia y de ese bipartidismo. Ningún medio hacía la más mínima autocrítica sobre su responsabilidad en una campaña en la que se ha informado hasta el hartazgo de los dos grandes partidos, de las propuestas de dos líderes, ninguneando a los demás. Hay un millón de votos que estarán representados por sólo dos diputados. Hay 300.000 votos que tendrán 6 representantes. Hay 700.000 votos que contarán con 11 escaños. No tiene demasiado sentido. Y sin embargo, es la ley.

IU ha tenido también sus enemigos dentro de sí misma. La actitud del PCE ha sido demoledora y la división en Valencia le ha costado un escaño que se daba por seguro. No sé cuál será el futuro de de Izquierda Unida. Será difícil remontar, sin ayudas y en la desmoralización, los resultados obtenidos ayer.

Digan lo que digan, ha funcionado el voto útil. ese voto de gente que no quería que ganara la derecha y ha dado su voto a José Luis Rodríguez Zapatero. Ha sido el voto del miedo y del bipartidismo el que ha triunfado. Algún día, cuando las campañas sean un remedo vergonzoso de las americanas, echaremos de menos a IU.

Amarga victoria la del PSOE. Una victoria, en buena medida, basada en la destrucción de las minorías. Sólo -y es bastante- un detalle optimista: la derecha no ha ganado.

viernes, 7 de marzo de 2008

A votar

Se acaba por fin este sufrimiento. El domingo sabremos o, al menos, nos aproximaremos a lo que serán los cuatro próximos años. Es verdad que no siento un especial entusiasmo. Pero iré a votar. no quiero pasarme cuatro años renegando sin haber participado en uno de los derechos más importantes del ser humano. Me siento parte de la democracia y, por eso, votaré.

No me importa decir a quién voy a votar. De hecho, he puesto mi firma en el manifiesto de apoyo a IU, con lo que, evidentemente, mi voto ha dejado de ser secreto. Respeto las demás opciones. Todas. Y creo firmemente que hay buena gente en todos los electores, sean cuales sean sus preferencias. Pero me siento obligado a desvelar cuales son las mías.

No importa a quien vaya uno a votar. Importa que se vote. Ha costado mucho sufrimiento, mucha cárcel, muchas muertes reconquistar un derecho con el que acabó la guerra civil y no podemos renunciar a él. El domingo acudiré como en todos los procesos electores, con toda mi familia, a depositar mi voto. Luego, gane quien gane, habré ganado. Habremos ganado todos los ciudadanos.

jueves, 6 de marzo de 2008

Cosas de viejos

Dos noticias terribles andan por los medios de comunicación. Hablan de la situación de dos residencia de ancianos en Madrid. En una de ellas el director había dado instrucciones, por escrito, de que se rebajara la calidad de la comida, se diera menos pan, menos verduras, menos fruta y se buscara carne y pescado más barato. Los ancianos, según él, comían demasiado.

La otra noticia no es menos triste y terrible: las ancianas de otra residencia duermen empapadas en sus propios orines y se despiertan tiritando y llorando por el frío. La verdad es que no sé qué comentar. Niños y ancianos son la parte más débil de la sociedad. Son dos casos que se han hecho público. Pero a uno le aterra pensar cuántas personas, cuántos viejecitos soportan situaciones semejantes sin que nadie escuche sus quejas. "Cosas de viejos", dirán ante sus protestas. "Ya se sabe cómo son".

Son ancianos que, en su mayoría, tienen el cuerpo destrozado de una vida dura y trabajada. Y que, al llegar al final de sus días, cuando se conformarían con unos pocos alimentos, con tomar el sol de la mañana, con pasar sus horas tranquilamente, se ven condenados a vivir en la angustia del hambre, del frío o del maltrato.

Sociedad cruel la nuestra, incapaz de mostrar la más mínima solidaridad y cariño por unas personas que ya lo han dado todo y esperan muy poco. No quiero escribir más. Sólo dejar constancia de dos hechos que, desgraciadamente, no son aislados. O eso me temo.

Seguro que los líderes electorales, incorporan el caso a sus mítines. Hasta ahora ninguno había mostrado el más mínimo interés por los ancianos. Sólo, eso sí, para llevarles a votar con la papeleta ya preparadita.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Tarde con Pablo

Fue una tarde magnífica la de ayer. Tan lejos de campañas y promesas. Presentábamos en la fnac de Callao el libro de Pablo Guerrero, Jabier Muguruza, Miguel Copón, Ismael Serrano y yo. La sala a rebosar. Mucha gente joven que, de pie, incluso, aguantó todo el acto escuchando a Pablo y escuchando su poesía. No sé quién se atreve a decir que los jóvenes no se interesan por nada. Ausencia de los medios de comunicación para los que no es noticia que la poesía llene una sala como la de la fnac.

No sé qué puedo contar de Pablo. Un hombre, un músico, un poeta de una coherencia increíble. Lo dije ayer: una persona que despierta el entusiasmo en gente como Quique González, como Javier Álvarez o Ismael Serrano, al que respeta y quiere Luz Casal, Aute, Serrat o Sabina, tiene que ser un ser extraordinario. Y lo es. Sigue componiendo, escribiendo, hablando con su voz profunda y de tabaco. Sigue siendo una referencia de honestidad y de alma.

Para mí, además, fue un momento entrañable. Ayer muchos de los visitantes de este blog y autores de los blogs que yo visito, tuvieron por fin rostro. Fue un placer saludar a amigos que no conocía. Y me dio rabia, incluso, que no pudiera saludar a todos. Me dio la sensación de que algunos se fueron sin decirnos nada. Me hubiera gustado. Gracias a todos.

Aunque sea reiterativo, tengo que decir que este blog ha sido para mí todo un descubrimiento. Ver que hay gente que se conmueve con las mismas cosas que yo, que comparte reflexiones, amarguras, alegrías, preocupaciones, me llena de esperanza. Esperanza en un mundo que dirigirán jóvenes como los que vuelcan en estas páginas su lucha, su frustración sus dolores y sus ideas.

Qué importa que ayer Rajoy hablara de su niña y Zapatero anduviera en su mensaje de un mundo perfecto. El mundo de verdad, el del futuro, estuvo ayer reunido en torno a la poesía, en torno a Pablo Guerrero.

martes, 4 de marzo de 2008

Los demás

En fin, que se acabó. Una cosa menos. El debate, mejor que el primero. Al menos, hubo propuestas. Probablemente aporten poco, pero es lo que hay.

Y, dicho eso, mi querida Cecilia plantea un tema poco tratado y que me parece muy interesante. Se pregunta por las restricciones que han puesto los dos grandes partidos a la información. Y con el silencio cómplice de los medios, hay que añadir. Resumo algunas de las perlas que PP y PSOE han impuesto a los medios de comunicación: Ruedas de prensa sin preguntas, señal de imagen única y servida por los servicios técnicos de los propios partidos, negativa a responder a los periodistas tras el debate... y alguna más que no recuerdo.

No recuerdo un ataque tan flagrante a la libertad de información en la etapa democrática. En televisión sólo podemos ver las imágenes que a los técnicos de cada partido les parece más adecuada. De ahí que no se vea ni un gesto humano entre los asistentes, que los espacios aparezcan repletos, que la imagen del candidato sea tan cuidada.

Ningún periodista puede preguntar. Los periodistas se limitan a recoger las palabras y expresiones, repartidas en muchos casos, por escrito antes de los mítines. Eso sí: han concedido entrevistas a todos los medios, desde periódicos gratuitos a espacios de internet. Cuando acaben las elecciones, ¿tendrán la misma disponibilidad?

Pero lo más preocupantes ha sido la actitud de los medios que han aceptado, sin rechistar, las imposiciones del PP y del PSOE. No ha habido ni un amago de plante, ni una protesta (no que yo recuerde). Han aceptado mansamente una actitud que ataca frontalmente el derecho del ciudadano a una información plural. Al final, los mítines se han convertido en una burda operación publicitaria y propagandística. Y todos tan contentos.

Pero es que, además, han aceptado y contribuido a hacer de la campaña electoral, un canto al bipartidismo. Apenas si se han molestado en mostrar que esa sociedad plural que, en teoría, defienden PP y PSOE, existe. Que hay otras opciones que, no por minoritarias, tienen también un gran interés. Escasas imágenes, escasas crónicas sobre el papel que pueda o no jugar IU, CIU, PNV, ERC... Nada existe fuera de ese olimpo en rojo y azul.

Los medios de comunicación tienen el deber de ofrecer todas las opciones, de tratar con la misma equidad a los mayoritarios y a los minoritarios, de respetar a quienes, con menos, dinero, nunca podrán hacer llegar sus propuestas al ciudadano.

Creo sinceramente que tiene razón Gaspar Llamazares al quejarse de su ausencia de los debates. Él y los demás. No se puede polarizar una campaña en torno a dos candidatos, ocultando que hay otras opciones que cuentan, como en el caso de IU, con más de un millón de votos. Un millón de votos sin voz y sin espacio.

Nuestro sistema democrático debe avanzar en la idea de que todos somos iguales y todos tenemos el mismo derecho a hacernos oír. también las minorías.

En fin. Que acabe cuanto antes este viacrucis. Apuremos el cáliz de la campaña y que las urnas se llenen de votos.

PD. Ah, me parece una idea genial la propuesta de uno de los comentarios al post de ayer: Si no quieres votar, ofrece tu voto a quienes no pueden hacerlo. Vota en su nombre. Es una bonita manera de hacer útil el voto.

lunes, 3 de marzo de 2008

Mas debate

No creo que vaya a haber sorpresas esta noche. La acidez de los mítines que hasta ahora vienen celebrando los líderes del PP y PSOE deja poco margen para la sorpresa. Todo parece indicar que esta noche se volverá a repetir el mismo argumento, la misma palabra, la misma crispación. Habrá, no obstante, que verlo, que sentarse y escuchar, una vez más, tanta terrible palabrería.

El problema es que no puedes escapar, es que no podemos escapar porque las elecciones importan demasiado. Marcan y condicionan cuatro años de gobierno de uno u otro signo. Así qué, habrá que votar, Habrá que ir a las urnas por más que la tentación de no hacerlo nos pese en el alma.

Rajoy ha descubierto que la inmigración puede darle votos y ya ha anunciado que hablará sobre este tema. Y eso es lo preocupante. porque Rajoy utiliza el miedo a la extraño para despertar el rechazo de la gente que ve en los inmigrantes un peligro no sabe bien de qué. Cuando los nazis empezaron a alertar sobre el peligro judío encontraron mucha gente que temían no sabían exactamente qué.

No comparo una cosa y otra. Digo sólo que no hay nada peor que despertar el miedo inconcreto, el miedo a lo indefinido. Y el miedo a los inmigrantes es de ese tipo de temores. Nunca hubiera imaginado que una campaña pudiera basarse en el rechazo al ser humano, al hambriento que busca una esperanza, al hombre y la mujer que quieren mejorar su vida.

Rajoy lo ha conseguido. Ha hecho que miles de españoles centren en los inmigrantes sus temores: el paro, la salud, la seguridad. Y, mientras, esa gente que les teme y les rechaza, les busca para que por cuatro duros se ocupen de su madre con alzehimer, les limpien las casas, trabajen agotadoras jornadas de sol a sol, recojan las basuras, paguen una Seguridad Social que nos protegen a todos.

¿Cómo puede decir Rajoy que él es gallego y comprende la emigración de su pueblo? ¿Cuántos gallegos emigraron con los papeles en regla? Es el egoísmo atroz de los pueblos que olvidan su pasado, que viven acomodados en un bienestar hecho con el sudor y el dolor de los otros.

Habrá que ver el debate. Aunque nos produzca dolor y decepción. Hay que verlo.