lunes, 10 de diciembre de 2007

Lectura

Dicen que no se lee. Y que los pocos que leen no lo entienden. Y, sin embargo, veo en el metro, en el autobús gente que lee. No muchos. Pero siempre es esperanzador encontrarse a una muchacha con un libro en las manos. Porque lo cierto es que son chicas, mujeres, las que abren su libro y se enfrascan en la lectura, entre el sueño y el bostezo de esas primeras horas.

Son las mujeres las que mantienen ese afán por leer, por sumergirse en mundos distintos, por dejar volar la imaginación no importa si en mundos de amores y amoríos, o en catedrales o en los mares del Sur. Lo que importa es leer. Vivir.

No sé de quien es la culpa. Tal vez de la televisión. Pero no hay televisión en los transportes públicos. Algo no funciona en una sociedad cuando la curiosidad por saber qué cuentan otros no aparece entre los jóvenes. Tal vez sea un sistema educativo basado en la memorización mecánica de fórmulas, nombres, ríos o capitales.

Tal vez el mismo precio de los libros. Aunque la verdad es que hay libros desde un euro, libros que te esperan en cualquier librería de viejo, en cualquier quiosco. Me da una pena enorme contemplar una juventud, una madurez sin libros. Entrar en una casa y no ver libros abandonados sobre la mesa. Casas donde las estanterías sólo sirven para poner figuritas de Lladró o de los chinos. Es como el mundo de Ray Bradbury, pero sin bomberos que quemen los libros. Ya no hace falta. Los libros se queman solos, desaparecen. Nadie los reclama.

Siempre he encontrado en los libros consuelo y esperanza, diversión y aventura, sentimientos. El tacto del papel, el olor de la tinta, los renglones de letras perfectamente ordenados, como caminos de hormigas. Hoy sólo queda la tristeza de tinta, la desolación del papel en blanco.

29 comentarios:

SONIA FIDES dijo...

Rodolfo la culpa es del conformismo. Ahora la mayoría de los jóvenes sólo quieren ser famosos por las grabaciones que hacen a través de sus teléfonos móviles o de sus salvajadas, de sus carreras ilegales, etc.. Sus iconos son patéticos y ellos quieren ser como su ídolos. Antes queríamos vivir otras vidas, intentar otras vidas y eso nos lo proporcionaba la literatura, ahora todo es distinto e inexplicable porque las oportunidades se escapan con mayor celeridad que la gasolina por los potentes tubos de escape de sus coche tuneados.

Un abrazo.

montse dijo...

Buenos días Rodolfo,

Desgraciadamente no creo que sea el precio de los libros el motivo de que sea lea poco en este país. Son los hábitos, las costumbres, una vez mas pienso que la infancia es muy importante.´
Lógicamente si a un niño le regalas un juego para la consola no se va a leer ni un libro, para ellos es mucho mas entretenido jugar. Con una simple pregunta lo podemos comprobar ¿cuál será el regalo estrella para estas Navidades?...

Saludos

Anónimo dijo...

Me parece muy acertada la reflexion de la ministra Cabrera respecto el mayor riesgo que supone para la salud el no leer que el fumar. Hoy los politicos dedican mas tiempo a los medios de comunicacion que al debate y la exposicion en directo con los cidadanos. Mi padre, hombre de pocas máximas, me sorprendio un buen dia al decirme "sospecha de los politcos que no se les vea nunca con un libro", creo que estamos rodeados de "sospechosos habituales", y esa imagen se traslada a la sociedad. Espero que con la asignatura de educacion para la ciudadania se invierta el proceso, pese a los políticos.

Anónimo dijo...

Creo q en lugar de lamentarnos deberíamos empezar a fomentar la lectura desde nuestras casas, no suplantando a las nuevas tecnologías sino intentando q coexistan con una buena lectura, hay tiempo para todo!!
Aun asi, no creo q nuestra juventud de hoy no lea, yo si q veo a muchos jóvenes leyendo en el metro, hay de todo como en todas las épocas!! O no oisteis vosotros en vuestra niñez q otro tiempo pasado fue mejor??

CARMEN dijo...

Como madre de dos chicos de 21 y 18 años, se que los niños no nacen enseñados y si queremos que un niño lea hay que fomentarle la lectura, desde casa y desde el colegio, como nos hicieron a nosotros.
Lo más fácil es echarle la culpa a la sociedad, pero la sociedad somos todos, y deberíamos implicarnos más en la educación de nuestros hijos, como lo hicieron nuestros padres.
Creo que mi generación, esa que tiene ahora cuarenta y tantos hemos sido demasiado permisivos con ellos y les hemos enseñado pocos valores.
Pero también es cierto que no es todo tan negativo,hay mucho joven en las facultad, con ganas de aprender y ser útil a la sociedad, y con muchas ganas de cambiar el mundo.
¡ Que no todo esta perdido!.
Un abrazo

Eva Galve dijo...

Estoy con Montse y no creo que sea por el precio de los libros, para algo existen las bibliotecas.

Yo estudio peridismo y en el autobús camino de la universidad me doy cuenta de que soy la única que leo. Y me llama la atención no lo entiendo.
El año pasado en Literatura nos mandaron leer 5 libros y los profesores como ya deben saber la reacción de los alumnos ante la magnitud de algunos libros nos quitaban capítulos, ya no nos hacen ni leer libros enteros. Me parece vergonzante.

Los jóvenes se limitan a escuchar música, dormir o contarse sus hazañas del fin de semana.

Y luego nos dicen que cada vez hay más faltas de ortografía pero no tildes, sino h, g, x...

Un saludo.

yo mismo dijo...

esto de la lectura me parece un poco contradictorio. no sé, quizá sea yo uno de esos optimistas que confían en la juventud porque no me queda más remedio que confiar en ella (soy uno de esos jóvenes y además, es el futuro, no puede ser tan malo). quiero pensar que no se leen muchos libros porque ahora se lee de otra forma, que no se compran periódicos porque ahora nos matenemos informados de otra manera... y no quiero decir que sea con la televisión, sino por internet. las grandes autopistas que nos ofrece la red también nos dejan desvíos que podemos utilizar para pasar un rato paseando por blogs que esconden mundos infinitos o por diarios que te enseñan la realidad de tu país, pero también las de otros, o también puedes contemplar bellas obras de arte, películas, cuadros, oír la radio...

aunque también es cierto que hay muchos que no utilizan ninguna de estas fórmulas, ni las viejas ni las nuevas, yo quiero creer que estamos ante un nuevo mundo que abrirá ventanas a la cultura. sólo tenemos que esperar e incentivar estos usos.

Alicia dijo...

Buea reflexión Rodolfo, bajo mi punto de vista somos pocos los jóvenes que nos interesamos realmente por la lectura, y bien es cirto que las mujeres destacamos más en el hábito de leer.
Creo que la culta no se puede buscar en ningún sitio, creo que ahora los jovenes tenemos tantas cosas para divertirnos que la lectura para muchos pasa muy desapercibida... en cambio para mi es como una escapatoria, como una forma de viajar, como una forma de vivir...

Paseando por tu nube dijo...

No tiremos la toalla creo que cada uno de nosotros hemos ido sembrando nuestros amor por la lectura, a nuestros hijos, a la gente que nos rodea. Mi vida como otras muchas, ha tenido vaivenes económicos, pero siempre he arañado del fondo de mi bolsillo para poder comprar un libro y eso es lo que han mamado mis hijos en casa, han jugado, se han dormido y, han pasado sus mejores momentos con una buena lectura entre sus manos. Esa es mi herencia, ahora son unos lectores empedernidos y me enorgullece.
Un beso

Laie dijo...

Tengo 23 años y me considero lectora activa. Me gusta leer y me gusta que me guste. A mi alrededor, casi todos mis amigos leen con mucho fervor.

Estoy un poco harta de que se critique tanto a la juventud, que se nos encasille de superficiales y con carencia de valores. Estoy harta de salir una noche de fiesta, y que sin beber nada porque soy yo quién conduce, me pare la policía y me trate con desprecio. Estoy cansada de justificarme y tener que desmentir estereotipos.

A su vez estoy de acuerdo en que se lee menos, pero no los jóvenes, sino todo el mundo. En mi casa, sólo leo yo: ni mis padres ni mi hermano tienen esa costumbre.

Entiendo que en general los jóvenes dan muy mala imagen, pero ¿acaso eso no pasa con todo? Cuando hay algo malo en un grupo, siempre se lleva la atención, lo demás no importa. Cuando hay una manifestación y cuatro desquiciados se exceden y les da por emborracharse y hacer destrozas ¿qué imagen queda de esa manifestación? ¿qué credibilidad se le va a dar?

Sonia Fides, tu comentario me sienta mal. Además lo creo incorrecto. Te podría citar gran cantidad de adultos cómo los que describes.

Por favor, sólo intento explicarles mi posición. Y pedirles que no vayan a la caza y a la crítica fácil, sino que intentemos, todos, utilizar la crítica de forma constructiva. Reflexionemos.

Un abrazo.

Azul dijo...

Libreme de buscar culpables... sea la educación, sea el ambiente, sea la tele o la desgana... yo soy lectora curiosa, y tampoco sé a quien culpar... quizá es que mi casa siempre la recuerdo llena de libros... quizá es que me gustan los mundos que se pueden crear simplemente con las palabras... quizá es que a veces me gusta escapar de toda realidad y esconderme entre las páginas... que se yo...

Y si no sé las razones, imposible aportar soluciones... quizá lo que falla, es que generalizamos también en la educación... y en lugar de fomentar la curiosidad, imponemos la uniformidad... leer todos el mismo libro, entregar un resumen... que se yo...

Yo seguiré leyendo, pero en el metro no, que me marea...

Un saludo

txilibrin dijo...

¿Y esas estanterías con los libros ordenados por colores y por tamaños? O mejor aún, esas que tienen libros de madera, vamos, que son de pega.

Yo no podría vivir sin libros, no sé si porque mi tía me inculcó ese placer o porque soy hija única y no tenía con quién jugar. Pero sé que los necesito, vaya a donde vaya siempre llevo un libro encima, más o menos grande, que a todos lados no se pueden llegar 800 páginas.

Pero bueno, que creo que es fundamental dejar correr la imaginación por las páginas de un libro. Descubrir mundos fantásticos, o países lejanos. Enamorarse del protagonista. Llorar con ellos. Tropezarte en la calle porque no puedes de dejar un libro. No sé.

Yo de momento he conseguido que mis padres vuelvan a retomar el hábito. Y creo que les ha encantado redescubrir la lectura. Nunca es tarde me imagino.

Ana dijo...

La juventud no somos más que reflejos de la sociedad y de sus nuevas reglas de juego. Yo no veo a jóvenes leer pero tampoco a demasiados adultos-ancianos-maduritos(para no ofender a nadie).
Quienes tanto critican el sistema educativo actual habría que verlos cómo se comportan en casa...
Leer significa imaginar nuevos mundos. Tal es la abstracción, que las horas pasan casi sin darse cuenta. Pero significa también cierto esfuerzo, por lo que, quizás, algunos prefieran suplantarlo con la basura remasticada de la telerrealidad, el corazón plastificado y la manipulación informativa.
Yo no culpo a nadie por no interesarse por la lectura. Ellos se lo pierden.
(Mea culpa: yo soy una de esas jóvenes que no leen en el metro, autobuses y demás medios por culpa del maldito mareo)
Un saludo

Marga dijo...

Hace unas semanas el hijo de una amiga me encuestó para su escuela acerca de qué manera me entretenía yo durante mi adolescencia, debía hacerlo con 5 adultos conocidos, lo sorprendente fue que de los cinco sólo yo tenía leer dentro de mis pasatiempos, de adolescente y ahora, aunque lo que más me sorprendió fue que sus compañeros de colegio encontraron divertido e incomprensible que alguien se entretuviera leyendo, hasta que el hijo de mi amiga les explicó que yo era la hijade su profesora de Lenguaje y entonces comprendieron por qué yo era "tan rara".

Creo que debemos predicar con el ejemplo y acercar a estos pequeños la maravilla de la lectura, yo al menos lo intento con los pequeños que están cerca.

Un abrazo.

Belinda Flores-Shinshillas dijo...

Estimado Rodolfo,
Desafortunadamente estamos viviendo en un mudo que se ha vendido muy barato al conformismo de no querer pensar y de solo tragarse lo que es facil, lo que otro que a su unica conveninecia, le da en la boca. Tu bien sabes que la unica manera de tener a un pueblo sometido es negarle, disfrasandole, su derecho al conocimiento. El conocimiento es la unica arma del oprimido encontra del opresor, toda esta farandula de la globalizacion y los adelantos tecnologicos no es mas que eso...la gente ya no piensa, todo se lo han dado facil...al toque de un dedazo en una tecla. Las peliculas hechas como "versiones" de libros o de historia no son mas que productos mutilados disenados a para confundir y matar el poder del conocimiento atraves de la lectura.

Los museos de arte donde se encuentran los verdaderos encuntros con la historia,m estan desolados, casi abandonados, las librerias y cafes igual...con la excepcion de los productos comercialitas no que hacen nada mas que matar tu sed de conocimiento...

A pesar de este panorama tan negro, te puedo decir con seguridad que esto va a cambiar, cuando?... bueno eso es dificil de predecir. Pero lo cierto es que la historia es un ciclo que como decia Kandiski "gira lentamente, y su movimiento es casi inperseptible, pero gira continuamente produciendo cambio"
y el glorioso "ZEITGEIST" (Espiritu del Momento) tiene que llegar y cuando eso pase...te puedo asegurar que este mundo volvera a sucumbir ante las delicias del arte y la literatura.

Belinda Shinshillas

Pokhara dijo...

Rodolfo, tengo que reconocer que leo más bien poco, y la verdad, no sé porqué.
Hay momentos en los que me apetece coger un libro, empezarlo, pero por pereza a investigar en las tiendas, etc o qué sé yo, al final termino dejándolo para otro día, que por cierto, me vuelve a pasar lo mismo.

Yo creo que la lectura se está perdiendo, y eso no puede ser.
Como ha dicho por aquí en un comentario un anónimo, deberíamos empezar desde nuestras casas... suplantar los libros por las nuevas tecnologias, que para un rato está bien (como todo), pero no puede uno estar todo el día con la consola, etc.

En fín, que voy a ver si me dejo de tonterías y leo un poquito más.

Un saludo.

Marta dijo...

Si yo soy aficionada a la lectura es en parte porque desde pequeña he visto a mi padre leyendo, ya sea el diario , un libro de poemas de Lorca o una obra de teatro de los Hermanos Quintero...Tampoco creo que sea por el precio de los libros... almenos donde yo resido hay una biblioteca que realmente funciona muy bien. Gracias a su existencia he podido seguir " enganchada" a la lectura.
A mi sobrina y a mi sobrino siempre les cae algun cuento para su cumpleaños o para Navidad y desde que tenían 3 añitos los he llevado a la biblioteca a escoger cuentos.
Si luego cuando crezcan abandonan ese gusto por la lectura lo sentiré mucho pero almenos que no sea porque no se les incentivó de pequeños...
"El arte de leer es, en gran parte, el arte de volver a encontrar la vida en los libros y, gracias a ellos, de comprenderla mejor." (André Maurois)
pd: una vez más enhorabuena por el blog :-)

Anónimo dijo...

Leo por aquí "los jóvenes se limitan a escuchar música" bueno... entonces no todo está perdido (siempre que se esté llamando música a la música, no sé si me explico), porque música y literatura se dan la mano.

Rodolfo, yo soy una de esas muchachas (¿con 30 todavía lo soy?) que lee en el Metro. No sé de quién es la culpa esa baja lectura, pero sí que una de las soluciones es que en casa se muestren estanterías llenitas de libros, como fue en mi caso, pero por supuesto, colocados con cierto desorden y no por colores y tamaños.

Tengo una sobrina de 3 años a la que siempre que puedo le leo cuentos, siempre que tenemos un ratito leemos. Antes era yo quien se lo proponía, ahora es ella quien me lo pide en cuanto me ve. Le pregunté que qué iba a pedir a los reyes (perdón por la expresión) magos y me dijo que muuuchos cuentos.

Anónimo dijo...

La culpa es de todos menos de los niños, porque estos nacen siempre desaprendidos, hace mil años y ahora.

Anónimo dijo...

Cuando llega la hora de dormir, mamá y papá ya no tienen ganas de leer un cuento para poner argumento a los sueños del pequeño.
En televisión ya nos cuentan todo lo que creemos, necesitamos saber.
Los abuelos están en la residencia y los 30 minutos de visita semanal no dan para que nos cuenten sus historias.
En el colegio los niños no aprenden a leer sino a repetir.
Valoramos más la inmediatez, lo rápido, lo que podemos captar de un vistazo y leer requiere su tiempo, leer viviendo lo que está escrito mucho más tiempo aún.
No leemos, pero escribimos menos todavía.
Es curioso como los niños en el cole hablan como adultos, repiten lo que los adultos dicen, hasta se expresan como sus mayores, pero cada vez leen y escriben peor, probablemente porque también lo hacen como sus modelos.

OutSpoken dijo...

El precio de los libros no es una excusa para no leer, hay muy buenas bibliotecas llenas de historias. Pero la gente prefiere que se lo den todo hecho, prefieren las películas antes que los libros. Pero igual que en la película Fahrenheit 451, siempre habrá quien lea y quien recuerde y recomiende los libros que, en otro caso quizás, caerían en el olvido.
Un saludo

Iñaki Murua dijo...

Estimulante la comparación con la ficción de Bradbury, Rodolfo. Y qué tristes y vacías me resultan las casas sin libros "reales"

De todos modos, a todos/as nos sucede, y a quienes tenemos hijas e hijos más aún, que "el ruido de lo que somos no deja oír lo que decimos" (se lo oí a Santos Guerra hace tiempo) Vamos, que ¿cuántas personas adultas leen/mos?

Un abrazo desde Bilbao.

Erica Contreras dijo...
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Laie dijo...

Apreciado Rodolfo,

no me tomé mal tu reflexión sinó algunos comentarios como el de Sonia Fides. Pero sólo quería compartir mi opinión.

No dudes en volver cuando quieras a mi casa virtual.

Un abrazo.

Erica Contreras dijo...

Mis padres, por diferentes motivos no suelen leer, a mí en cambio, me encanta la lectura.
Pienso que algunos jóvenes se dejan llevar por las nuevas modas que muestran los medios de comunicación, ya que en muchas ocasiones muestran iconos que, precisamente, no destacan por sus buenas cualidades o acciones.

Saludos

Mª Ángeles dijo...

¿La juventud de ahora no lee? La de antes tampoco. Dejé de ser joven hace tiempo y, ya antes, era la "rara" de la familia, del colegio, de las amigas... por tener siempre un libro entre las manos.
Un abrazo.

síl dijo...

Estoy muy de acuerdo con tu reflexión y con la que hace Pino... Parece que la cultura en la que vivimos nos lo da todo masticado (lo que les interesa, claro), se le da más importancia a lo visual, a lo immediato, a lo que reporta beneficios económicos y no tanto a los emocionales...

No sé si mi visión es algo parcial, pero por mi trabajo en una biblioteca veo mucha gente lectora,.. Aunque quizás éstos son pocos pero muy lectores... Tristemente, cada vez más la gente acude a las bibliotecas a buscar películas y CDs, más que libros... pero quizás, esta gente que entra a por un DVD se pueda fijar en un libro si se lo hacemos atractivo...

Es cierto que cada vez se ve más gente leyendo en el metro, comprando en las librerías y centros comerciales... Pero, aún y así, creo que no se fomenta la lectura como se debería... Los jóvenes no suelen leer y cuando leen lo hacen obligados por la escuela (y, se quiera o no, la mayoría de las veces les aburre y les jode no escoger ellos las lecturas),... Quizás tampoco se les motiva como se debería? muchas veces he escuchado que no hay demasiada literatura adecuada para los adolescentes... Los chicos han crecido y lo han echo a otro ritmo, ya no les interesan las historias que a nosotros nos interesaban d pequeños,...
Quizás la lectura de blogs, página web, etc. sea útil también para fomentar la lectura? A modo de curiosidad, en la biblioteca en la que trabajaba antes (en un barrio deprimido de barcelona) conseguimos que los chavales leyeran un poco ni que fuese la prensa deportiva... algo es algo, no?
Los tiempos cambian y quizás todos tenemos que adaptarnos un poco, también...
Y, ya para terminar, cómo van a leer los niños si en su casa no ven que los mayores lean?

Sin duda, éste es un trabajo que nos compete a todos...