Pablo acaba de sacar un bellísimo libro de poemas en Visor que os recomiendo: "Escrito en una piedra". Leedlo. Merece la pena.
Os paso aquel texto. Lo pasamos muy bien recordadndo aquellos años.
De vinos con Pepe Rodríguez el de la barba en flor
Pablo Guerrero, 25 años después, recorre con el personaje de sus canciones los mesones de Madrid.
RODOLFO SERRANO - Madrid - 11/09/1999
"Pablo Guerrero -que es un sentimental y se ha empeñado en que viniéramos en metro, como en la canción-, ya sabe ("Pepe Rodríguez, el de la barba en flor / cuando cae la tarde coge el metro hasta Sol"). Pero las cosas ya no son lo que eran. Vamos, como dice otro amigo: el futuro ya no es lo que era. Ni tampoco los mesones. ¿Te acuerdas, Pablo? En uno de ellos me hiciste la canción hace ya..., joder, macho, 25 años, que se dice pronto.Fue en el mesón del Segoviano, que ya no existe. En la Cava Baja. Alquilaban guitarras. Y allí hiciste la canción ("Sabe inglés que aprendió de noche en un mesón. / Llega, pues, y sonríe. Un vino y ya ligó"). Algunas cosas Pablo se las inventó, ¿sabe? O las exageró un poco. Pero, ¿qué historia hay en la que no se exagere un poco? Inglés, lo que se dice inglés, cuatro palabras. Aquello de foki-foki, my darling y lo de American Pie.
Este mesón, por ejemplo. Aquí había un tío que tocaba el bandoneón como nadie. Algún tango nos hemos marcado aquí, ¿eh, Pablo? Y a las guiris les encantaba. Ahora, ya ve -pena da decirlo-, hay hasta un karaoke. A lo mejor es la evolución lógica de los mesones, no le digo que no. Coño, el vino, las cosas como son, sigue siendo tan peleón y tan duro como siempre.
¡Qué tiempos! Por entonces fue cuando a Franco le dio lo de la flebitis y cuando todos los españoles aprendimos que había heces en melena y equipos médicos habituales, tú. Hay que joderse. También fue un año triste, ¿te acuerdas, Pablo? Se cargaron en Barcelona a Salvador Puig Antich, un libertario al que le aplicaron el garrote vil. Y mira que hubo presiones, pero el viejo ni se inmutó. Y luego, lo de ETA y la calle del Correo... A veces, cuando la gente dice que hay que olvidar... Como si no se hubiera olvidado poco. Lo que tú decías, Pablo, "que tiene que llover a cántaros", ¿eh? Y mira si ha llovido.
Veinticinco años. ¿Tan viejos somos? Venga, vámonos a otro. Los mesones se recorrían así. Te tomabas un vino y a otro. A buscar mujerío. Mejor, extranjeras ("¡Oh mío Pepe, el de la barba en flor / tus amigos te envidian por tu liberación, / vives como en Europa y salvas la tradición"). Es que es verdad, se lo digo yo. Había profesionales del ligue. Pero era otra clase de ligue. Costaba mucho llevarse a alguien a la cama y sólo la batalla merecía la pena ("Lleva a sus guiris a un piso coquetón/ y, después de unas copas, lo que allí sucedió / ni lo cuentan las crónicas ni lo contaré yo"). ¿Entramos aquí? ¿Ves? Éste está casi igual.
Unos vinitos, jefe. Y una de champiñones. Para hacer barrillo. Mira qué prendas. Perdonad, que os voy a enseñar cómo se torea. ¿Conque de Jaén. Y ¿qué?, ¿separaditas?, ¿o con el marido ausente? Ya lo ves, Pablo: dicen que han venido a una cosa de Ifema. Cómo ha cambiado esto. Antes eran ellos los que venían a Madrid. Y, por la noche, se daban una vuelta por aquí a ver si caía algo. Tan contentas, ya lo ves.
Aquí tocaba el señor Ramos. De toda la vida. Tocaba el armonio, que le decíamos antes. No me he cantado yo aquí boleros y aquello de "por la Puerta de Alcalá", que tenía mucho éxito, o La violetera. Ahora se sigue cantando casi lo mismo. En eso, Pablo, poco ha cambiado, ¿eh? La memoria colectiva sigue funcionando en estas cosas. Aunque ya nadie se acuerde de que hace 25 años, por ejemplo, de lo del espíritu del 12 de febrero de Carlos Arias. Joder, mucho espíritu, pero se arreaba estopa cosa mala y seguía casi todo prohibido. Éste lo decía en una canción: "Hoy, que te amo, / dejará de ser / la libertad una palabra escrita en la pared". ¡Qué tiempos, Pablo! Pero, en fin, si no había libertad para algunas cosas, la había para cantar a Manolo Escobar o a Valderrama. Había gente, ya ve usted, que era casi profesional. Venían y se ponían al lado de Ramos y cantaban con mucho sentimiento. Pero lo que de verdad gustaba era el canto coral. Todos a la vez.
Así que usted es el que ha sucedido a Ramos. Encantado, Miguel. ¿Le importaría tocar para la señorita, que es mexicana, Caballo blanco? No, no, Caballo viejo; no: Caballo blanco. Una pena que no la sepa. Pero, es igual. Poca gente hoy, ¿no? Claro, septiembre. Y que es jueves, aunque, antes, cualquier noche era buena.
Bueno, hasta otra, prendas. Que aprovechéis mucho lo de Ifema y recuerdos en Jaén. Tan peinaditas, como dices tú, Pablo. Oye, que esto está muerto. Mejor quedamos otro día y nos tomamos unos vinitos, ¿vale?".
18 comentarios:
Buenos dias!
Sobre pablo Guerrero poco que decir... yo le admiro, mis padres me lo han dado a conocer desde siempre... y además es de mi tierra... la bella Extremadura.
Es una maravilla el libro, me lo ha regalado un amigo y aunque no he leido entero creo que merece la pena. Además hay esta semana que viene un recital en Madrid, al que me encantaría ir pero... es probable que no pueda ya que a nadie que conozco le apetece ir conmigo...
Una entrada digna de ser leída... yo no lo he conocido pero debe ser así... las cosas ya no son lo que eran.
Un beso!!
"Es celta y árabe, íbero y español [...] De mujeres y vino muy buen catador". La canción es genial, en la versión de Bergia le dan un ritmillo, que la hace auténtica. Es de esas canciones que te alegran el día.
Yo tengo muy poca memoria todavía pero la verdad es que olvidamos muy pronto.
Gracias por recuperar este texto.
Un saludo.
A veces, cuando la gente dice que hay que olvidar... Como si no se hubiera olvidado poco, lo que uno aprende en internet, a veces, es grandioso. gracias
Una vez más me he metido tanto en el texto que casi me he visto con vosotros tomándonos un vinito por Madrid.
Aqui cerca, en Benidorm hay una calle muy popular que se lleva mucho eso de ir de una tasca a otra y tomarse en cada una un vino y una tapa (los que conocen la zona toman en cada tasca la mejor tapa que tienen).
Esta calle es muy frecuentada en verano por los vascos que visitan Benidorm y la llaman "la calle del coño" porque cuando se topan allí todos dicen -"¡Coño, tú por aquí!".
Por cierto Rodolfo, esta noche me voy a Caudete a ver actuar a Ismael. No hay mejor broche que este para cerrar una dura semana de trabajo.
Saludos y buen fin de semana
Bonito recordatorio. Está bien plasmar buenos momentos con palabras, pues al leerlas es como si volviesen a ti. Eso es lo que a mi me pasa.
Un beso y un abrazo.
P.D. Este es el primer comentario que dejo en esta calle Tabernillas. Espero que sean muchos más.
Gracias Rodolfo, gracias! me ha encantado! yo descubrí la canción en la voz de Bergia, gracias al homenaje de tu hijo, y cuando la escuché creí que era un tema compuesto por Bergia (como dice aquello de "un tal Pablo Guerrero" o algo así).
El caso es que me ha encantado el artículo. Rescátanos más cosas así de tus papeles, por favor!
Un abrazo muy grande!
Me gustan los artículos con lenguaje cotidiano, de la calle, al fin y al cabo no se está hablando de otra cosa más que de la pura y dura realidad :_)
De Pablo Guerrero conozco poquito, solamente "A cántaros", para ser sincera (buena versión la de Ismael :P). Mis padres seguramente conozcan muchísimo más, gracias por despertar mi curiosidad con este artículo :)
Ojalá ciertos jefes de sección permitiesen hoy en día redactar reportajes como éste. Gana el autor, gana el lector, gana la historia. Gracias, maestro.
Pablo Guerrero es todo un referente en cuanto a sencillez, tacto humano y compromiso. Musicalmente está claro que también.
Soy el único que no sabe quién es Pablo Guerrero, por lo que veo. ¡Pues se reconoce, hombre!
A veces me pregunto cómo será la sensación de recordar cómo le iban a uno las cosas veinte años atras.
Claro, también hay veces que me siento como si recordase mi pasado treinta años atrás. Por lo visto la nostalgia no entiende de edad.
Sé lo de la canción de Ismael y que tú la escribiste (permíteme que te tutee). Es curioso, pero yo empecé a leer a Alvite a raíz de esa canción. Tendría unos 17 años la primera vez que la escuché y...cuando empecé periodismo había algún que otro profesor que nos hablaba de él, su periodismo de calle, etc.
No he leído ese artículo en el que Alvite habla de Ismael, pero a ver si puedo conseguirlo!
Es un placer recordar buenas anécdotas y que otros puedan disfrutar con ellas.
Un saludo!!
Todo cambia, sin duda... igual que nosotros, pero al formar parte del cambio, no nos damos ni cuenta...
Madrid cambió... o eso dicen... creo que la cotidianidad (o como se escriba), me impide darme cuenta...
Pablo Guerrero... un buen principio... un buen incentivo... y que llueva señor Serrano... que llueva... que aun queda mucho...
Un abrazo
Gracias por la recomendación del libro de Pablo Guerrero. Será un buen regalo de Navidad.
Crecí escuchando su música, ya que mis padres eran extremeños y les gustaba mucho.
Un merecido homenaje, el de su hijo Ismael en " Hechos de nubes".
No deje de revisar sus viejos textos, ha sido un placer poder leer este.
No quiro despedirme sin decirle el gran concierto de su hijo Ismael anoche en Sagunto. Fué estupendo escucharlo otra vez.
Creo que como padre le gustará saberlo.
Un fuerte abrazo.
Buenas Sr. Serrano, paso para dejarle mis saludos desde el otro lado del oceano, y asi saber que por aqui tambien se lo aprecia, y se disfruta mucho su escritura.
Soy nueva en esto del blog, pero ahora que tengo la oportunidad de poder dejar mi mensajito aqui, aprovecho!
Que tenga una buena semana!!
=)
Carla
Desde Buenos Aires.
Hola Rodolfo, solo entro para decirte que echo de menos tus colaboraciones en El Pais. Leia con deleite hasta tus crónicas parlamentarias de la Asamblea en los últimos tiempos. Gracias por tantos momentos de placer
cómo pasa el tiempo, rodolfo! y, cómo cambian las formas periodísticas :(
gracias por rescatar este texto
Si un día grís, al doblar una esquina, te das de narices con Pablo Guerrero, Evohé.
Seguro que, a partir de ese momento, sale el Sol y te ilumina, Evohé.
Perdón por el ripio. El maestro Pablo no se lo merece, ya lo sé. Para mí será siempre la sensibilidad hecha canción
Soy el del "ripio" anterior. Me vuelvo a disculpar. Me vienen a la cabeza los sones de "Dulce muchacha triste", " A cántaros", "A tapar la calle",y muchas, muchísimas más. Yo era muy joven, pero un día ví a Pablo comprando discos en una tienda que había en Badajoz (ya no existe ese establecimiento, ¡qué lástima!) y no me atreví a decirle lo mucho que me gustaba ( y me sigue gustando) su música. Gracias por todo, MAESTRO. Masatrigo
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