lunes, 28 de septiembre de 2009

La blancura de la ballena

Releo Moby Dick. Persigo la ballena
en los mares de este Madrid que sufre
la tormenta del siglo. No hay arpones
capaces de alcanzarla y de vencerla.

Inútil es la caza del leviatán en esta
hora de la desolación y de la muerte.
Ahab viaja a mi lado. Y su locura
me arrastra hasta el abismo de tus ojos.

Me ciega la blancura de la ballena blanca,
el afán de encontrarme con la bestia.
De volver a vivir en el Pequod soñado
de tu cuerpo de espuma y de navegaciones.

Lo mismo que Ismael, pacientemente,
oteo el horizonte y te busco en los mares
de las calles cercanas cuando tu boca era
el naufragio de todos mis gloriosos fracasos.

Y muero por gritar: “mirad: por allí sopla”.

12 comentarios:

CARMEN dijo...

Preciosa. Con tu poesía, haces que los Lunes sean estupendos.
Besos, Rodolfo.

Anónimo dijo...

Que bueno, Rodolfo.
Me encanto.

Saludos.

Unknown dijo...

Hermoso!

LoreVero dijo...

Me has contagiado las ganas de releer Moby Dick!!
Leerte a ti es por lo unico que anhelo que legue el Lunes!!
Gracias por tan bello relato!!
Besos.

Unknown dijo...

Rodolfo, seguimos buscando la ballena blanca de nuestra utopía.

eigual dijo...

Me ha gustado mucho..

Abrazos.

María dijo...

Precioso.
Un besin,
I.

carmen dijo...

siempre abordo del Pequod, en la búsqueda que nunca acaba....

Dario dijo...

Hermoso, muy muy bueno, te mando un abrazo bien porteño!

Oriente dijo...

Gracias Rodolfo por hacer loslunes menos tediosos.
Un beso enorme!

Eva Paz dijo...

que bueno poder ver sin ojos que hay mas almas en este mundo flagelando la posibilidad de vivir muriendo....
felicidades

mati dijo...

El más terrible de todos los sentimientos es el sentimiento de tener la esperanza muerta.
decia Lorca
y pienso igual
que entusiasmo transmite¡
un besazo