"Hay una línea que nunca debe saltarse. En la vida y en el periodismo. Pero vivimos en una sociedad en la que, cada día, más se pasan y se saltan demasiadas líneas rojas. Por la audiencia, por la fama o por dinero.
Las televisiones son hoy un buen ejemplo de cómo se saltan las líneas rojas de la vida y del periodismo. Es verdad que la amplia oferta televisiva debe de servir para que, en función de la propia libertad, cada uno escoja. Pero, en cualquier caso, es deprimente ver determinadas cosas".
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15 comentarios:
Lo peor es que la gente vea normal este tipo de aberraciones, de aquellos que, sin escrúpulos, se imponen al más débil.
¿En qué país vivimos?
Ya no tenemos respeto por nada, cualquiera de nosotros podemos convertirnos en blanco fácil, ¿donde queda el periodismo de investigación?, el buen periodismo, si la sociedad se decanta por dar audiencia a las "exclusivas" de personas que harían cualquier cosa por sobrevivir de entre las hienas televisivas que hoy día pueblan las cadenas privadas.
Muy acertado el poema con el que cierras el artículo, porque las palabras, a veces, sobran con este tipo de acontecimientos...Me resigno a creer que otro mundo será posible...Espero que así sea, pero por mal caminito vamos...
Un besote Rodolfo y gracias por poner voz a lo que muchos pensamos
No veo esos programas, me parecen repugnantes, y flaco favor les hace a el buen periodismo, pero parece que lo que vende es ese tipo de basura.
Lo que le han hecho a la pobre mujer no tiene nombre.
Buen poema, para un buen artículo.
Hoy más que nunca hay que creer en Casandra, no puede estar todo perdido, tenemos que saber encontrar un futuro mejor.
Un fuerte abrazo, Rodolfo.
Querido Rodolfo, sí, es espeluznante...
La misma cadena de televisión, en otro programa de gran audiencia defendían al programa que le sacó la información a la mujer, que la hicieron confesar. Ese mismo programa fue atacado por alguna gente (con bastante razón, y me di cuenta cuando miré desde otro ángulo en asunto).
Esta mujer, confesó, bajo la presión de las cámaras y de una audiencia y un publico que aclama , siempre, el cotilleo y la amargura de algunas personas.
Solo tenemos, querido amigo, que mirar la televisión, ese programa que está ahora tan de moda, en el que interesa más la vida de los colaboradores, que la propia noticia en sí.
Son periodistas que se han convertido en famosos. No sé cómo se ha podido llegar a eso. De ser periódista, de ser quien busca la noticia, el cotilleo, a ser el buscado, el cotilleado.
Supongo, o es lo que me hacen suponer, programas como estos y las televisiones, que esto es lo que la gente quiere. Lágrimas, lloros, discusiones y peleas porque eso genera audiencia y dinero.
Es el circo, el circo televisivo, en el que todos, lo queramos o no, estamos involucrados de una manera u otra.
Me ha encantado el artículo en Diario Abierto.
Un abrazo grande!
La libertad de expresión. La "obligación" de informar de lo que está pasando. Incluso, si me apuras, la diversión y el negocio que suponen la TV y los diarios no pueden ser una carta blanca, una patente de corso para saltarse los más elementales codigos eticos.
Lo peor de todo es que ese tipo de programas tienen una audiencia escandalosa. Parece que para algunos todo vale...
Un Saludo.
Probablemente, esa "periodista" está entrenada así para hacer su trabajo. Lamentablemente en muchos casos los negocios o el dinero, o quizá el simple instinto de supervivencia en este mundo de locos, está por encima del ser humano. Sin ánimo de generalizar, creo que para la mayoría de ejecutivos de esas grandes cadenas solo importan lo numeros y estoy completamente seguro de que ese es el mensaje que transmiten a sus empleados.
No obstante, no voy a justificarla en ningún caso, ya que supuestamente es una persona adulta con sentido común, capaz de distinguir entro lo que está bien y lo que no, y esa actitud es absolutamente inaceptable.
De cualquier modo, debo decir que la televisión por norma general carece te toda ética. Nos guste o no, este mundo solo se mueve por dinero, aunque afortunadamente queden personas sensibles a las atrocidades sociales como el amigo Rodolfo.
Un abrazo!
Se saltarán la línea roja, no lo dudo, pero estás hablando de una línea ética, de un código que, me parece esa gente no conoce.En cuanto a "su público", sus seguidores, los consumidores de bazofia mediática, qué decir? ellos son el sostén de ese deleznable producto de consumo, los mismos que sostienen a personajes como la mujer de ese torero famoso, que si se presentase a elecciones, las ganaría, seguro.
La televisión de nuestros tiempos es el coliseo romano de la época de Nerón y muchos otros emperadores. Por lo menos así lo veo yo.
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Un beso ♥
Sí que fue espeluznante, sí que me parece que se salta toda norma ética. Sí que me parece que no respetan derecho fundamental alguno (dignidad, presunción de inocencia, honor, incluso me atrevería con la integridad física y moral)
¿Dónde queda el trato digno a las personas?
Los juicios paralelos, especialmente los mediáticos sensacionalistas, poco bien hacen al ya, "complicado" sistema judicial...
Y quizás sea aún más doloroso saber que es eso lo que "se pide por las audiencias", como decían, que este tipo de "periodismo" tenga más audiencia de informativos como los de CNN, es para romper a llorar... ´
Abrazos.
carmen.-
Y Gracias por describirlo, como siempre, con tanta verdad.
Más abrazos.
Sí, esa línea roja existe. Y es triste ver que algunos la cruzan con "holgura" aunque más no sea aparente holgura. Y es triste porque la cruzan algunos que jamás hubieses esperado que lo hagan.
Pero los caminos más cortos llevan al Infierno y como el Infierno no existe, tarde o temprano deben volver atrás y hacer el camino que va haciendo el resto, aunque rezagados.
Igual es triste ver lo que van haciéndose a sí mismos y a los demás, en el transcurso.
Esta libertad para escoger entre tanta oferta limita a la vez la capacidad de decisión.
Poco a poco muchos jóvenes piensan que por el hecho de haber una gran oferta de un cierto tipo de espectáculo este puede que sea el más "normal" o aceptado por la sociedad, y por tanto las nuevas corrientes de esta sociedad. Pero no nos paramos a pensar que cada vez que nos paramos a mirar este tipo de historias, aunque sea para ver lo horroroso del tema y poder darle nuestro punto negativo, ellos lo entienden como un punto positivo, un espectador más que les da ganancias y les ayuda a crear estos horrores.
Creo que el principio del final de este mundo está en manos de los que tenemos tele en casa.
Precisamente, yo creo que, desde algunos despachos de algunas cadenas, nos están robando esa libertad que tanto defienden decidiendo por nosotros qué es lo que nos apetece ver y saber. El público se acostumbra a lo que le das, creo que ahí está la perversión de dejarse llevar sólo por las audiencias.
Por cierto, te doy las gracias, aunque tarde, por tu comentario. A ti sí que es una delicia leerte
Todo el mundo salta esa línea roja en la televisión española que cada día da más y más vergüenza. Mi pequeña aportación, hecha ayer, después de ver y leer tanta mierda.
http://elmariscalbocanegra.wordpress.com/2011/03/09/declaraciones-mercedes-mila-ana-rosa/
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