lunes, 18 de abril de 2011

Las uvas de septiembre

Hace mil años no sé qué hubiera dado
por comerte entera y sin pelarte
lo mismo que si fueras las uvas de septiembre.
No sé qué hubiera dado, niña tímida y frágil,
por sentir esos ojos  nublados del deseo
fijamente clavados en los labios del beso
o riendo después de haberte amado.

Hace mil años no sé qué hubiera sido
de nosotros, de tu cuerpo redondo,
cuando era la noche nuestro eterno refugio
y bebía yo del miedo de la carne y la sangre,
y el mundo era tan nuevo que el verbo no existía.
No viene de tu pecho la más pequeña brisa
que pueda removerme la pasión ya perdida.
Mas siento que me matan tus palabras, tu boca,
el pelo recogido, el sorbo apresurado,
la torpe timidez que adivino en tus manos,
en la cadencia tierna de tu voz al nombrarme.

Nada espero. Y ya nada me atrevo a proponerte.
Te miro silencioso. Observo cómo eres,
cuando, dulce y pequeña,
me besas de puntillas y me dices bajito:
“Te llamo cualquier día”. Y yo ruego a los dioses
más buenos y más justos
que jamás se produzca ese milagro.
Porque hace ya mil años que he dejado la vida
en el fondo de un vaso y no hay besos que puedan
devorar esas uvas de un septiembre imposible.

***

31 comentarios:

Alicia dijo...

No estaba segura de encontrar poesía al encender hoy el ordenador. Creí que te tomarías unas vacaciones Rodolfo.
Precioso poema. Gracias siempre.
tu amiga Alicia.

eigual dijo...

Es precioso y perfecto para un lunes como este...

Yo pensé también que estarías de semana santa y que no habría poema, y ya lo echaba de menos, para que mentir...

Un abrazo amigo.

MarcelProf Muralla medieval dijo...

No hay semana santa que valga para escribir poesía.
Además, los poetas no se toman vacaciones, no es verdad? Mejor, tomar unas cervezas con los amigos.
Cálido poema.

SONIA FIDES dijo...

"Porque hace ya mil años que he dejado la vida"
Touchè, querido Rodolfo.

Un beso súper.

CARMEN dijo...

Me ha gustado mucho, eres único escribiendo poemas de amor. Me he hecho adicta a ellos y necesito todos los Lunes tus benditos poemas.
besos y buena semana, que es cortita.

Antonio dijo...

Amigo Rodolfo, esta poesía con tintes de dulce amargura, me ha dejado en ese estado que muchas veces busco y no encuentro. Preciosa, me ha encantado.......
Un fuerte abrazo
Antonio

Marinero en Marte dijo...

Bonito poema Rodolfo.
Me quedo con el verso "el mundo era tan nuevo que el verbo no existía".
Enhorabuena y gracias por acudir puntual a tu cita de poema de los lunes que nos hace muy feliz a los que te leemos.

jaime dijo...

Gracias Rodolfo.

Haze dijo...

Qué bueno que vine este lunes de Semana Santa. Hermoso.

Isabel Motos dijo...

Llevaba tiempo sin pasarme por el blog, y los lunes eran más lunes, más tedio, más añoranza del fin de semana, sin tus poemas.

Sublime este reencuentro.
Un saludo! :)

ohsinopeus dijo...

redondo con un final redondo.
-me imagino "el vaso" con vino, pero son cosas mías-
un abrazo

Any dijo...

Hermoso...!!....que grata manera de comenzar un dia lunes...!!!
Muchas gracias!!

Miguel Cobo dijo...

Uvas, cerezas, higos, fresas, moras,manzanas...

Cuántas frutas de amor nos ofreció a comer el calendario. Mil años y algunas "feuilles mortes".

¡Qué hambre!:

http://riografia.blogspot.com/2010/10/hambre.html

DANIELA dijo...

por momentos se me ha erizado la piel y en otros casi lloro... simplemente precioso.

* dijo...

Siempre te quedarán las fresas de primavera...

Salud, compañerxs!

rubén lapuente dijo...

Ese deje de perdedor, de mirada distante en el tiempo, de ver la belleza como algo perdido. Cómo comprendo que sin la muerte al fondo de todo no habría poetas
Un abrazo

Nieves LM dijo...

simplemente perfecto. Muchos besos.

Carlos dijo...

Una vez más llenas de pasión el dia, la vida, la luz y esta noche, ya caliente de abril.

Lo cierto es que cada septiembre tenemo snuevas uvas.... desgraciadamente, hay uvas que jamas volveremos a morder con piel, que jamás volveremos a tener sus pequeños huesecillos jugando con nuestra saliva en nuestra boca.

Suso dijo...

La ultima estrofa es realmente impresionante. Un placer pasar por aqui.

Un fuerte abrazo.

http://horizontedormido.blogspot.com/

Musaraña dijo...

No se si te la comiste cual uva de septiembre, el caso es que yo siempre acabo tímida con la mirada encendida y los carillo sonrojados después de leerte.

Un beso

MIGUEL ANGEL dijo...

Que delicia de Abril, con esas uvas de septiembre....que delicia de lunes, con las palabras de Rodolfo....que manera de continuar la semana, a punto ya de recoger el martes....En este lunes de essta semana en que todos parecen haberse marchado...tu continúas con nosotros, dejándonos tus trocitos de cielo en el rincón de nuestros sueños. Un abrazo, y feliz semana.

Raquel Llopart dijo...

Puf!!!Se me ha hecho un nudo en el alma...muy fuerte!!!
Realmente "Nada espero. Y ya nada me atrevo a proponerte".

Gracias Rodolfo, por todo lo que esta escrito en este poema, y por todo lo que no.
Gracias por visitar mi blog,
un abrazo

Anónimo dijo...

Precioso, se de alguien que define como es su vida, el silencio, sueños, añoranzas de algo que no fue de esos besos que nunca se dieron, de la envidia por no tener algo que nunca fue suyo....

Bea dijo...

Precioso.. Da gusto comenzar el día con tan bonitas palabras.
Estoy deseando que me llegue tu libro!!

Francisco Álvarez dijo...

Que Nerudiano.Me gustò mucho.

Saludos desde chile.

Cristina dijo...

Sólo me uno a la lluvia de merecidos comentarios para decirte que, como siempre, me ha encantado.
Un saludo,
Cristina

flux dijo...

Me pregunto cuándo uno se retira...
¿Para quién es justo apartarse del protagonismo de la pasión?
¿Qué opciones nos quedan?

Te llevaré uvas la próxima vez que nos veamos.

Elena dijo...

Te juro...

Hay frases que destrozan


Desarman...


Por que siempre tan bello todo""""""""

Merche dijo...

Conviertes en dulzura hasta el desamor. Impresionante.

Un saludo.

Sebas dijo...

cOMO ME GUSTARIA ESTAR EN TU PIEL TAN SOLO UN INSTANTE, ASI SABER LO QUE SE SIENTE SER TAN EXACTO A LA HORA DE ESCRIBIR.

Lucina dijo...

el pelo recogido...

que sutileza poeta.

Un beso