Más de Salinero

Me piden más versos de Salinero. Allá van dos, pero no os acostumbréis.

Cosecha del 2002

Fermenta el mosto
en la oscura cueva
y tú y yo juntos, solos.
Luego todo llegó a su fin:
tú, ausencia de vino,
y mi dolor
transformado en boca.


Entre las ruinas de mi inteligencia

A Jaime Gil de Biedma

Levantaré la derruida casa
de mí mismo
en un paraje anexo al horizonte;
sin vistas al mar ni a las montañas,
en algodón de rocío,
donde el espacio sea irrecalificable;
y, sentado en la vieja silla de enea;
desprovisto de memoria alguna,
dejaré pasar el tiempo
sin hacer absolutamente nada:
No decir nada, no poseer nada,
no vivir nada…
Anclado entre las ruinas de mi inteligencia.