martes, 28 de abril de 2009

Buenas noticias

Dos amigos de este blog han ganado premio. Se trata de Ramón (www.eldesvandelpoeta.blogspot.com) que ha ganado el tercer premio de relatos en Palos de la Frontera. Lo podéis leer en su blog. Y también Yo Mismo, su blog está enlazado aquí mismo (mismamente) ha obtenido premio de una campaña publicitaria para un ONG. El corto no tiene desperdicio.

Quiero desde aquí mandarles un abrazo y agadecerles su amistad. Me llena de satisfacción ver la alta calidad de quienes son mis amigos. No quiero citar a más gente, pero sí quiero dejar constancia de la altura poética que se aprecia en muchos de los blogs que nos visitan y que, como ocurre con otras cosas en la vida, no siempre ven reconocido su trabajo.

Otros compañeros han obtenido premio, han publicado libros. Perdonad que no os mencionara entonces. Pero sabed que estoy orgulloso de que me hayais regalado vuestra amistad y vuestro talento.

Un abrazo para todos.

domingo, 26 de abril de 2009

Ahora

Soy, por fin, experto en amores imposibles.
Y conozco los verbos que riman con fracaso.
Aprendí con los años que el odio dura un beso
y el futuro está escrito en lo que nunca hicimos.

Sé que el pecado fue no comer la manzana.
Y que nada es eterno, salvo que tú me ames.
Que los únicos dioses tienen carne de hombre
y la única conquista es la de tu mirada.

Ahora, en esta noche, mientras hago recuento
de una vida que ha sido un puñado de polvo,
sé que tu amor ha sido mi más bella victoria.

Por eso ahora te escribo, al filo de los días,
cuando ya estás lejana. Cuando sé que no eres
más que esa palabra que no supe decirte.

viernes, 24 de abril de 2009

Artistas

Es algo más que un hecho curioso y que tiene mucho que ver con la atención que los medios dedican a la cultura. Desde hace ya largas semanas, los principales medios nos están hablando de la aparición del último disco de una cantante que, entre sus virtudes, tiene, en la mejor tradicion USA, la de llevar el nombre de un estado norteamericano, escasa voz, vacío en sus mensajes, indumentaria extravagante de quinceañero a sus cuarenta y tantos años, y, sobre todo, un talento indiscutible para la promoción y el compadreo con los profesionales del periodismo. Y, en el fondo, hace bien. Qué coño.

No digo que no sea un fenómeno mediático. Que lo es. Pero es un fenómeno que, como digo, dice mucho sobre la situación de la industria musical. Y sobre los valores que priman en los medios de difusión. En la misma semana he llegado a ver hasta cuatro reseñas (entre entrevistas y artículos) en medios de la misma sociedad de comunicación. Son un misterio las razones que llevan a los profesionales de estos medios a difundir ésta y no otras obras.

Vaya por delante que creo en la libertad de cada uno para actuar según sus propios criterios, aunque choquen con lo que la lógica pide. Y no me atrevo a creer que todo lo muevan otros intereses distintos a los culturales. Pero dicho eso, habría que preguntarse por qué otros artistas que llevan años tratando de sacar la cabeza, trabajando por ofrecer productos de calidad ante la indiferencia de críticos y de empresas de comunicación.

Son chavales y chavalas que llenan los bares con letras y música de calidad, que se editan sus propios discos, que sobreviven valientemente dejándose la piel en cada actuación, en cada canción, en cada CD editado trabajosa y audazmente. Ahí están Manuel Cuesta, Antonio de Pinto, Ángel Petisme, Alfonso del Valle o el propio Marwan o Javiér Álvarez, sólo por citar algunos, que buscan incansables ese vuelo poético y artístico y que no consiguen ni la más mínima reseña o, como en el caso de Álvarez, aparecen más como una curiosidad que como un auténtico suceso informativo y cultural.

No vale decir que la una vende y llena sus conciertos y eso justificaría tanto despliegue, porque difícilmente gente como la citada más arriba tienen la oportunidad de ser conocidos fuera de un reducido ámbito, cuando nunca aparecen en los medios. Si alguno de ellos hubiera tenido la oportunidad de aparecer en portadas de suplemento, en entrevistas radiofónicas o en las tertulias de la tele, probablemente su repercusión sería otra muy distinta.

Cualquiera de los citados aporta bastante más a la reflexión, a la cultura y a la sociedad con una sola canción que las doce o catorce del CD de moda. Pero, en fin. Ellos siempre tendrán esa dignidad de quienes han hecho del arte un oficio y de la canción un instrumento para conseguir una sociedad más humana y para dejar constancia de que algo se mueve en los bares pequeños, en los conciertos de centros culturales, en la poesía. Por mucho que los grandes medios de información quieran ignorarlos y mirarlos por encima del hombro, ellos saben que están en el corazón de mucha gente.

martes, 21 de abril de 2009

Será que soy feliz

No esperar nada.
Tener todo en el hueco de las manos.
Y sentir que me sobran el dinero y el odio.
Y que me falta un beso y la palabra
amor pronunciada al oído.

Apurar un café
que puede ser el último del día.
Y mirarte a los ojos sin saber qué decirte.
Pasar las horas muertas
sin pasiones ni amigos que me digan:
“Yo, en tu lugar, mejor la olvidaría”.

Leer a Mortadelo.
Y sentarme a tu lado cuando miras la tele.
Recorrer la ciudad en metro y autobuses
que me lleven a calles que nunca hemos pisado.
Sonreir a los niños y ver que en la cartera
Me sobran las facturas y me faltan tus labios.

La verdad es que pienso
que algo parecido es, y te lo digo en serio,
ser feliz y saber
que ya no hay vuelta atrás y que no hay nadie
que pueda estropearme esta mañana.
Por mucho que se empeñen.

lunes, 20 de abril de 2009

Un consejo

Deja, pues, que la vida te señale las cosas.
No hay más cera que aquella
que arde en una iglesia
y, al final, es un niño el que todo lo sabe.

No hay palabras mejores que las que no dijimos,
ni hay amor más eterno
que el que dura una noche.
Y los besos más dulces son los que imaginamos.

De todas las caricias, sólo valen aquellas
que quisimos dejar
en los cuerpos ajenos.
Y la mejor promesa es la que no cumplimos.

Por eso, tal vez sea necesario que salgas
cada día a la calle sin nada en los bolsillos
de los trajes del alma.
Es remedio sencillo
para evitar el robo de la última esperanza.

viernes, 17 de abril de 2009

Niños

Acabo de leer con emoción la entrada en el blog de Bergia sobre un niño que en se acercó a su mesa, en un café de Buenos Aires, vendiendo avalorios. No voy a repetir aquí la obra de arte que consigue mi querido Javier, una muestra de sensibilidad y cariño. Hay que leerlo. Pero me ha traído a la memoria las niñas y niños que encontré en Florida en mi primer viaje a Buenos Aires.

La calle Florida es una calle peatonal de la ciudad, bulliciosa y alegre. Hay muchos músicos callejeros que buscan unas monedas. Estoy hablando de aquellos años negros, de corralitos y de "senadores que escapan". Cuando la miseria se escondía (se esconde) entre cartones y niños sucios que te extienden la mano, sin decir nada.

Paseábamos por la calle Florida, mirando los escaparates para turistas, esquivando a jóvenes que nos ofrecían las mejores chaquetas de cuero, que, sin perder la sonrisa, nos preguntaban al escuchar nuestro acento de qué parte de España éramos. Y nos hablaban de un tío, de un abuelo, de un familiar que les quedaba todavía vivo al otro lado.

Entre el ruido escuché el sonido de un bandoneón. Me acerqué, buscando aquel tango, que sonaba medio desesperado. En el centro de la calle había una niña muy pequeña, sentada en una sillita. El bandoneón era más grande que ella. Seriecita y formal trataba de arrancar del instrumento una música muy conocida. A sus pies, una caja con cuatro monedas. La niña, muy seria, sujetaba en las piernas delgadas y sucias el fuelle. Nadie se paraba a escucharla. Me detuve un momento y, con vergüenza, deposité unos pesos en la caja de cartón. Me sonrió muy dulce y pareció que tocaba con nuevos bríos.

He de confesar que nunca he olvidado a aquella niña. Son de esas estampas que se te quedan grabadas para siempre en la memoria. Es un recuerdo que de vez en cuando me vuelve al corazón. Como el del hombre de la librería que una querida amiga de Buenos Aires encontró, tantos años después, para mí.

He vuelto más veces a Buenos Aires, mi ciudad amada, a la calle de Corrientes. No la he visto a ella. Pero he visto a otros niños arrastrando entre los turistas su tristeza.Tenían la misma mirada, la misma luz apagada en sus caritas sucias.

No sé. Creo que si hay un pecado que ningún Dios perdonará nunca, es el que hace que un niño pierda su infancia, el dolor de su mirada, la desesperación de una vida que tendría que ser tan distinta. En Buenos Aires, en Madrid, en el mundo.

A veces, sólo te queda la impotencia y la cobardía de no hacer algo para cambiar las cosas. Aunque no sepa qué.

martes, 14 de abril de 2009

Quintín Cabrera

Un poco tarde, os dejo esta entrada de Javier Bergia en su blog Rupairu. Creo que expresa mejor que cualquier otra cosa el afecto y el dolor por la pérdida de Quintín Cabrera. Hago mías sus palabras, con todo mi respeto y admiración.

Quiso el destino, maldita sea la más mala y peor de las suertes posibles que mientras la vida entregaba tus últimos suspiros este doce de Marzo en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid, estuviéramos Ismael Serrano, Fredi Marugán y yo entre otros traficantes de sueños arribando a la ciudad que te vio nacer en otros tiempos no tan lejanos, hace ya unos cuantos años.

Que faena Quintín, querido Quintín, querido Cabrera; que lejos queda Montevideo, demasiado tarde y sin remedio. Nos temíamos lo peor, pero lo ocultábamos. Nos lo advirtió Luis Mendo, cariñoso y prudente; parece mentira no volverte a ver, saber que ya no estaras y que llegamos tarde, que no estuvimos ahí un poco antes de que te abandonara la luz para habernos ido contigo penetrando por la sombra hasta donde la vida nos dejara.

No nos veíamos ni para la virgen compañero, cualquiera de ellas Quintín, pero te confieso que por dentro te quería y te apreciaba mucho como no podía ser de otra forma y con la lealtad que se debe a un hermano y por eso y gracias compartí contigo y luego con Lole hermosos momentos de la vida más breve y conocí a tus hijos. Espero no olvidarte y recordaré con cariño aquellos encuentros en Anchuras. Te asocio al verano Quintín, tu pipa a los postres con licores, la buena mesa, mantel y copa limpia, pero si acaso apenas nos llegaba, la buena voluntad que la militancia impone y a compartir.

Mira que hay gente que ni vive ni nos deja, pues va el destino y te pone a ti que amabas la vida, la zarpa encima. No tengo derecho a olvidarte, así lo siento. Y no hay "medio y medio" que valga, ni panchos con mostaza en "La Pasiva", ni Candombé, ni Carnaval y el río de la Plata se ha empañado con tu ausencia. Quintín de la barba blanca, de mirada tierna y frágil. Buenazo, te venció la penumbra de estos tiempos de incertidumbre y quien sabe cómo llegar allá donde esté tu querida república. Gracias Quintín, hasta siempre compañero y padre.

Adiós hermano, descansa en paz y si en tu mano está, porque estas en el cielo, ruega por nosotros.

Nuevo-viejo Gobierno

No he escrito nada sobre el nuevo Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Me ha sobrado pereza y me han faltado ganas. Creo que es una facultad del Presidente cambiar su Gobierno. Y, en ese sentido, defiendo su derecho a configurar su Gobierno de la forma y en las condiciones que prefiera.

Tampoco quisiera, por ello, ser excesivamente duro, pero, por otro lado, me gustaría dejar algunas reflexiones. La verdad es que lo único que puedo decir es que no lo entiendo del todo. Lo de Solbes parecía cantado, y cantado por él mismo, que había insinuado su cansancio en varias ocasiones.

Lo de Manuel Chaves, con ser una sorpresa, no deja de ser una solución para dar salida a un hombre que muy difícilmente podía repetir mandato en Andalucía. De lo demás, apenas me entero. Da la sensación, en algún caso, que Rodríguez Zapatero en ese objetivo de equidad masculina-femenina ha forzado algún cambio para equilibrar el número de ministras. Sólo así puedo entender que Bernat Soria haya salido de Sanidad sin que se conozcan las verdaderas razones que lo aconsejaban.

Hace unos días en una tertulia en RNE mostraba yo mis dudas sobre el acierto de elegir a Trinidad Jiménez y Ángeles González-Sinde para sus correspondientes carteras.Seguramente que ambas tienen sobrados méritos. Pero yo no los conozco, lo que sin duda, es culpa mía. Trinidad Jiménez ha dedicado toda su actividad a política exterior. Parece que lo razonable hubiera sido un cargo relacionado con ello. Pero, sorprendentemente acaba en Sanidad. No me parece el perfil mejor para un área tan técnica. Pero, doctores tiene el PSOE.

En cuanto a González-Sinde me parece -y hablo de impresiones- una mujer culta y capaz en el mundo del cine. Sin embargo, juega en su contra su firme defensa del canon y de los derechos de autor. Su guerra contra los internautas. No digo que no tenga razón en defender esos derechos, pero me parece que su conflicto con los usuarios de internet no le va a permitir desarrollar su trabajo en un área que, cada día, adquiere mayor importancia. Además que Cultura no es sólo ni el mundo del cine, ni el de los artistas, por más que hayan dado buena muestra de su inquietud cultural y política.

En fin. Me da la sensación que Zapatero ha efectuado unos cambios a la desesperada. Más amplios que los previstos y, probablemente, de futuro incierto. Es difícil escribir estas cosas, máxime cuando, además, creo que el Presidente tiene todo el derecho del mundo a equivocarse. Pero me resulta difícil entender los vaivenes de cultura y ciencia para dejarlo, al final, como estaban. Los experimentos en estas materias hay que pensarlos muy bien. Y tampoco vale el argumento de que se buscaba un ahorro presupuestario. Las carteras son las mismas y la nómina de ex ministros que durante dos años van cobrar su sueldo íntegro ha aumentado considerablemente.

Si se quería ahorrar, ¿no hubiera sido mejor eliminar o refundir algunos ministerios cuya función no parece muy clara? ¿Es necesario un Ministerio de la Vivienda cuyas competencias han sido transferidas en buena parte a las autonomías? Conviene recordar que Vivienda ha estado integrado en Obras Publicas o Fomento. Y, que me perdonen algunas feministas, ¿es necesario un Ministerio de Igualdad cuando algunas de sus competencias podían perfectamente encajar en otras áreas, como Sanidad o Trabajo, aunque eso supusiera perder brillo mediático y, sobre todo, esa pátina de progresismo?

Ah, y lo de que Deportes dependa directamente del Presidente, es, sin duda, un rasgo de humor (?) de Zapatero. ¿O no?

En fin. Que no lo entiendo.

lunes, 13 de abril de 2009

Noche triste

Fuimos un día jóvenes y airados
y el mundo era un campo de batalla
donde nosotros éramos los buenos.

La vida era un instante y el futuro
lo sentíamos igual que una conquista
segura y necesaria y no había dudas.

Teníamos para todo la respuesta.
Era nuestra doctrina un pensamiento,
la consigna de líderes eternos.

Creíamos que tras la noche oscura y fría
el futuro vendría como un sueño.
Relámpago de luz inagotable.

Luego vino el desastre. Noche triste
huyendo de una ciudad que no era nuestra,
vencidos por nuestros mismos aliados.

Ahora esperamos, lo mismo que Cortés,
iniciar nuevamente una aventura
para la que ya no tenemos esperanza.

lunes, 6 de abril de 2009

De aquellos años

De aquellos días déjame que recuerde
cuando decías que estabas muy cansada,
cuando te pregunté si me querías
y, asustada, asentiste sin mirarme.

La noche en que lloraste y no sabías
por qué y te abrazaste a mi cintura.
El vino que bebías de mis labios
El cigarrillo a medias en las sábanas.

De aquellos días déjame que recuerde
tu beso apresurado. Las prisas al marcharte.
Tu risa por teléfono. Las citas.
La habitación de hotel por una noche.

Pero de todo, de todo lo que guardo,
déjame que recuerde aquellos años
cuando te he hecho vivir a cada instante
sabiendo que ya nunca volverías.

sábado, 4 de abril de 2009

El dolor de la libertad

Gozton Etxeberria expone algunas de sus obras en Mérida. Gotzon es un hombre que lleva todo el dolor del ser humano en una escultura retorcida y doliente. Abierta al hombre, al ser humano.

Son trozos de olivo, ese árbol, bendición de los dioses, que en sus manos se convierte en parte de nosotros, en parte del alma esperanzada y doliente de la humanidad.

No es, sin embargo, una escultura triste. Tiene la alegría y la belleza de la esperanza. Porque en esas manos como garras que claman al cielo, está la fuerza de quién sabe que el mundo puede cambiarse, que la vida, dolorosa y terrible, espera abierta para crear otro mundo mejor.

Pide Gotzon a la gente que acarice su obra, que hable con el tacto de la piel, con esa escultura, momento íntimo del alma de cada uno. Y hay que hacerlo. En ese retorcimiento, en esa curva imposible de la madera y el bronce, ha encontrado este hombre la realidad del hombre, la realidad de su país, el Vasco, al que ama con un grito doloroso y, sin embargo -y repito- esperanzador.

He hablado mucho con él. Le he escucahdo, sobre todo. Porque es un hombre de hablar apasionado, culto y sabio, que esculpe con las palabras sus sentimientos. Si vais por Mérida no dejéis de ir a verlo en el Centro Cultural La Alcazaba.

Va a sobrecogeros tanta fuerza y tanta rabia y tanta dulzura. Tanta libertad. Porque como él resume su obra, como resume su vida, la de su mujer, la de su hija, la de sus amigos, la de su país: "La libertad, Rodolfo, se castiga. La libertad es dolorosa. Pero en eso está su belleza. En ese dolor es donde se forja la libertad".

Es verdad, amigo Gotzon. La libertad duele, pero es lo que nos hace seres humanos.

miércoles, 1 de abril de 2009

Noche de feria

Te recuerdo aquella noche, en una feria.
Tú montaste en una noria acompañada
del amigo
que no sabía nada de lo nuestro. (A mí
me dieron siempre miedo las alturas).

Te miraba pasar ante nosotros
con el pelo revuelto y la sonrisa
abierta como un ramo
de besos,la mirada
flotando en esa noche de septiembre.

Nos amábamos tanto que recuerdo
el latir de mi pecho,
casi doloroso, y el deseo
cruzándome la boca. Dios, qué hermosa
era tu cara asustada y feliz.

En una de esas veces,
al pasar por delante de nosotros
que fumábamos mirándote,
él me dijo:
“Cómo no amar tanta alegría”. Y tu marido
me dio unos golpes cariñosos en el hombro.