domingo, 19 de diciembre de 2010

Depresión

A veces me deprimo. Me gustaría entonces
ser el hombre del metro, el hombre anuncio
que camina en la calle. Ese muchacho
que abraza en una esquina la carne deseada.
Son instantes
que duran lo que dura nada y todo.

Quisiera ser tan sólo alguien que bebe
un vino en la taberna y que disfruta
al ver pasar la tarde por los cristales sucios.
Olvidar el pasado. Y el presente
construirlo con un cigarro rubio, una palabra
sencilla, como el aire de tu boca.
No sé hasta donde
me llevan los impulsos y el deseo.

Estoy cansado, deseando
no tener compromisos ni esperanzas.
Olvidar que la vida se me agolpa
deprisa en la garganta y en el alma.
Y que vivir es eso: los instantes
que habitan entre los unos y los otros. Me parece
que no hay mayor desolación que el encontrarse
de noche sin tener alguien que diga:
“De donde vienes
tan tarde y tan cansado”

28 comentarios:

Carlos dijo...

Espero que pronto pase el invierno, que pronto se vaya el frio y se lleve esos malos momentos y deje un vaso de vino en la taberna para compartirlo con persona amada. Un abrazo amigo

Elepece dijo...

"Que ya no me quedan excusas ni pretextos que inventar cuando mis nalgas preguntan por aquellas manos subversivas, cayendo intransigentemente derrocada
en los insonoros muelles de mi cama". Supongo que algo más que vino hará falta para vencer a las frías noches de invierno. Un saludo.

Musaraña dijo...

Uno de esos dias a pasar que todos tenemos...

¿Por qué nos duele tanto no tener alguien que nos espere en casa?

Musaraña dijo...

Uno de esos dias a pasar que todos tenemos...

¿Por qué nos duele tanto no tener alguien que nos espere en casa?

José Antonio Fernández dijo...

Una soledad que se realza en estos días donde la familia es el centro del mundo.
Buenas Fiestas!

Abigail LT dijo...

El invierno es así...
tan nostálgico tan así...

Nieves LM dijo...

La depresión está en el ambiente. Me parece que estamos un poco tristes todos. Precioso poema. Besos.

Elena dijo...

Huí a escribir a un bar. Me encontré conmigo en una mesa.
Salí corriendo.

Roxana dijo...

Eso tiene la poesía, el escribir transforma el sentimiento.Nosotros agradecidos porque gozamos de tu arte en este cruzar de palabras que expresan los nudos de un corazón o el tiempo hilando finito en nuestras vidas.
Felíz Navidad mi poeta junto a vuestra bella familia, eso sí que tiene valor supremo.

Cuerpos a la deriva dijo...

tremendo final

ohsinopeus dijo...

aunque no te lo he pedido... un retrato bastante preciso.
un abrazo, sincero

Andina dijo...

Ta madre, que buena poesía señor Serrano, hasta hacer sentir menos depresiva la depresión!

Horacio Holiveira dijo...

Consolémonos, Rodolfo. Para muchos, a veces, somos ese hombre del metro, el del cigarrillo rubio, el que no tiene problemas con el café. Y cuando nos preguntan de dónde venimos tan cansados, respondemos sin prestar mayor atención a quien interroga.
Consolémonos.

Un saludo

ayelenvallaris dijo...

cansada! tambien me siento asi... dolida y sin rumbo....

eMiLiA dijo...

Los versos finales me golpearon duro... y hoy es tan domingo.

:/

Un abrazo.

Anónimo dijo...

"instantes"
somos tan desconformes ... a veces se quiere llegar a casa sin que nadie pregunte nada!
Un beso de dulce compañía en este caso ♥

LoreVero dijo...

Ultimamente me deprimo, pero entonces encuentro las palabras que "me regalas" y acaricia mi alma..
Espero que pase pronto el invierno, si es lo que te ayuda a deprimirte, y si no es mas que una estacion, y la depresion es algo cotidiano a veces, solo deseo que sea cada vez menos y mas las sonrisas, besos y abrazos que te rescatan de esos momentos..
Millares de besos...

CARMEN dijo...

Tú no estás solo, tienes a muchos que te quieren dentro y fuera de tu casa.
No quiero oir hablar de la depresión pasé una y fué terrible.
Precioso poema.
Besos y buena semana.

Anónimo dijo...

A veces tenemos tanto frío que no sentimos abrigo ni en pleno agosto.

eigual dijo...

Dice Fran Reca en una de sus canciones: No debería nadie en la vida llegar a casa y sentirse solo...

Creo que este poema refleja la soledad que muchos sentimos. Esa soledad pequeña, entre la gente, que tantas veces, tantas cotidianas veces nos acecha.

Decía un amigo mío que la soledad, desde los bares es más tan dulce como el alcohol en los labios de ella, que nunca besarás. Gran poeta mi amigo, y hoy, yo te digo a ti, Rodolfo, que si para escribir cosas como las que tú escribes, tengo que sufrir una soledad, sentirme sola algunos días, así lo prefiero.

Un abrazo amigo.

Paseando por tu nube dijo...

Hoy has conseguido hacerme un nudo en la garganta, demasiadas semejanzas...
Un abrazo, amigo

Antonio dijo...

La vida debería ser de vez en cuando, poder ser nosotros y otros a la vez, solos o acompañados,y hacer bueno ese dicho que dice......."cuantas vidas en una sola vida"

Amigo Rodolfo, espero no pase un año más, y al menos durante un tiempo ser, ese hombre del metro, o quizás haciendo el camino, sin pasado y con futuro incierto, sin compromisos ni esperanzas como bien dices tú. Si lo hago, ya te contaré

Gracias por esta lectura que nos regalas.
Un fuerte abrazo
Antonio

poemas de ruben dijo...

Esperemos que el compromiso de un poema los lunes de cada semana no lo olvides.Esa bella tristeza de tus versos es oro puro.

maria jose dijo...

Mis niños me han regalado su "La blancura de la ballena".Estoy empezando a leerlo.Uno de los poemas finales es otra "Depresión"...

Me parece que la soledad es lo que más debe doler...pero creo que no es su caso.

Un abrazo.

Lucina dijo...

versos nostálgicos,
(y aún así, no pueden deshacerse de su dulzura...)

Un abrazo y Felicidades

Anónimo dijo...

Instantes que a veces saben a eternidad...
Espero que jamás te sientas solo, y si alguna vez sucede, que sea por propia elección.
Besos

Anaís dijo...

"Y que vivir es eso: los instantes / que habitan entre los unos y los otros."

Qué grande. Es un magnífico poema.
Llegué a tu orilla cruzando un puente desde el blog de Jorge Castro. Te leo en silencio, pero hoy me he animado a escribirte.

De paso aprovecho para decirte que me siento apenada por la desaparición de CNN+, era fabuloso despertarse cada mañana con el ameno espacio informativo donde intervenía Daniel, tu hijo.

Un saludo.

laura dijo...

La soledad, después de todo, no es tan buena compañía como algunos afirman. Y, sí. Los mejores momentos son los compartidos, porque así somos, necesitamos amor y amar. Los problemas de todo tipo parecen tan poca cosa después del abrazo sincero, del beso profundo.