lunes, 5 de septiembre de 2011

La noche de los susurros

Fue una noche de aquellas con el plomo y el miedo.
Hablaban unos hombres en la oscura cocina.
Nos llegaban lejanos los susurros de padre
y madre suspiraba:  “Este hombre, Dios mío”,
El sueño nos vencía en la cama sin sábanas
y yo soñaba, entonces, con vaqueros y guerras.

Muy ya de madrugada, una puerta al cerrarse
nos despertó del sueño. Y escuchamos a padre
acostarse. Y entonces le reprochaba ella
no sé qué de peligros y, después, escuchábamos
su llanto muy despacio en la noche del frío. 

Años más tarde supe de esas noches de voces
en susurros y hombres que llegaban buscando
los sueños imposibles. Y el silencio de todos
que madre nos pedía, temblando y angustiada.

Sé que nunca volvieron. Un día, cuando estaba
un domingo con padre en aquel bar del pueblo,
un hombre muy anciano se acercó hasta nosotros
y saludó a mi padre con el viejo cariño
de antiguos camaradas y miedos compartidos.

Me vino a la memoria una noche de invierno,
y una voz en susurros que hablaba en la cocina.
Y luego, ya más tarde, cuando el hombre se iba
mi padre dijo: “ése que ves es uno
de los últimos maquis. No pudieron con él.
Pero a todos, a todos los demás nos vencieron”.

17 comentarios:

Manuel Cuesta dijo...

Es un gran testimonio lírico de una España trágica, amigo. Es maravilloso que nos lo cuentes a través de los poemas y también es importante tener presente en la memoria que todo esto ocurrió no hace tanto.

Un abrazo enorme.

Cuerpos a la deriva dijo...

Mientras quede uno en pie, sólo uno, la batalla no se puede dar por perdida, o ganada.

Un saludo.

Sol en las alturas dijo...

Increíble relato sobre algo real. Sobre una historia que no muere.

Un saludo, Rodolfo.

CARMEN dijo...

Precioso. Me ha emocionado.
Gracias por recordar en tu poesía esos momentos de nuestra historia no tan lejana, pero tan olvidada hoy por muchos.
Besos y buena semana.

Andina dijo...

Cómo siempre, hermosisima poesía, llena de memoria.
Besotes Rodolfo!!

José Antonio Fernández dijo...

Noches de frío y de susurros. Un poema que abarca una historia, no tan lejana.
Un saludo.

Musaraña dijo...

Versos de Historia y verdad, ojalá nunca los dejemos caer en el olvido...

Gracias por enseñarnos tantas cosas,
un saludo

Unknown dijo...

Hermoso texto Rodolfo!!!

Los ideales y los sueños también se transmiten, un hombre se cree vencido y tiene un hijo que es sinónimo de lucha pacífica y de honor por sus convicciones. Estoy segura que tu padre ya lo sabe y madre aún suspira...

Inés dijo...

hermoso !!!! como todo lo que fluye de tus manos... racias por estar ahí..Besos por millones desde Argentina Inés

* dijo...

Quizás sean lxs vencedores en los libros, quizás nos acallaron unas largas décadas, quizás intentaron borrar nuestra historia, las injusticias...

Pero como ya se dijo, las ideas no se pueden matar, tampoco la memoria.

¡Suerte con la presentación de tu libro en Argentina!

Salud, compañerxs.

Malena dijo...

Hola,te sigo hace mucho tiempo a traves de mi hija.
Que poesia más bonita,un saludo

Miguel Cobo dijo...

La intrahistoria se escibía en oscuras cocinas. Y escuchando emisoras clandestinas. Poesía intravenosa que inyecta en la memoria el frío de aquellas noches de sueños imposibles, pero también "el rojo emblema del valor".

Un abrazo, amigo

MIGUEL ANGEL dijo...

....Con gran cariño y noltalgia, recuerdo perfectamente las historias contadas por mi abuelo, en las que esa puta guerra, no dejó más que heridas sangrantes, una de las cuales las sufrío Tomás, mi querido abuelo, que por el mal hacer de tantos malos quereres de entonces, se vió privado de muchas cosas, y casi al borde de la carcel y otras cosas mucho peores....Que bonita forma de recordarnos, para no olvidarnos....

N dijo...

No creo que haga falta rememorar a Brecht para darse cuenta de las dimensiones infinitas de este nuevo poema.

Salud, compañero Rodolfo y que la cosa vaya bien al otro lado del charco.

Liedchen dijo...

Emocionante...

Abrazos

Carlos dijo...

Quizás aún quede la esperanza como una antigua y casí fria y amagada ascua esperando un pequeño soplo para volver a arder.

MARAVILLOSO amigo, maravillo como siempre.

lachicamelon dijo...

Un día una poesía tuya cambión mi forma de ver la vida. Hoy, sigo emocionándome con todas tus poesías. Gracias por hacer cada día un poco menos gris.