lunes, 9 de diciembre de 2013

Espero hoy

De todas las historias guardé siempre
una especial nostalgia por aquella
de tu cuerpo y el mío en la penumbra,
de la casa y la calle conocida.
Y el espacio de tinta en los papeles
de amor y las canciones tristes.

Y de todo aún conservo en la memoria
tus pasos por la casa, los veranos
en algún mar lejano y ese gusto
de sal que te quedaba por el pecho
en la siesta de hotel. El vino blanco
en la terraza abierta de la playa.

Guardo las cosas, las noches del otoño
en el porche de los primeros fríos,
y sin pensar en nada, el cigarrillo
de después de cenar. Alguna estrella
asomando en las nubes. Y los gatos
huyendo de la luz de la farola.

Hoy que tengo vencidos hueso y carne,
cuando estás tan cercana que no puedo
mirarte más allá de mi recuerdo,
apenas tengo nada que llevarme
al corazón cansado. Sólo esa
sensación de que el ayer es el presente.

Huyamos esta noche de nosotros.
Cambiemos a la vida. Rebusquemos
en la cama sudores de otro tiempo,
una pasión de amor, aquel mordisco
de tu boca en mi hombro cuando era
tu cuerpo el atlas más hermoso de la tierra.

Para poder, otra vez y para siempre,
atravesar el sueño de la noche,
revocar la promesa de no verte,
esperar a los trenes del pecado,
dejar la soledad, buscar la vida
en los ojos de cualquier viejo amor.

Espero hoy, ahora, lo que venga
más allá de la voz que un día me dijo:
El olvido es la única promesa
que respetan el tiempo y los amantes.




10 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso!!
Abrazos

Anónimo dijo...

Gracias por otro emocionante poema de lunes, gracias por la noche del día 5 en el libertad 8, un abrazo

Eva

Anónimo dijo...

Aiinsssss.... en serio ???


...Huyamos sta noche de nosotros. Kambiemos a la vida, rebusquemos en la CAMA sudores de otro tiempo, una pasión de amor, aKel mordisco (ME ENCANTA) de tu boca en mi hombro cuando era tu cuerpo el atlas más hermoso deLAtierra....


ME ENCANTA LOS MORDISCOS en cualquier lugar ..con delicadeza ...suave...con cariño o a veces CON PASION Q deja marca .... aiinsssss

Salgo de contexto ...perdön.


sãndra
le mando fuerza/ salud y buena energîa.

Roxana dijo...

Gracias por llevarme a recorrer sentimientos de mundos lejanos y tan cercanos también. Un saludo desde estas costas de sol.

jaime dijo...

Agradecido...

Isabel Motos dijo...

¿Cómo va a ser el olvido la única promesa que respetan el tiempo y los amantes? ¿Cómo olvidar cuando todo el poema está cargado de nostalgia...? ¿Cómo olvidar si se convive con el recuerdo...? ¿Dónde quedó la presencia de la ausencia...?

Katharine dijo...

Hermoso poema Rodolfo.
Es envidiable que conserves amor tan profundo y duradero en la mujer que ayer también es hoy. Felicidades!!.

Katharine dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
JOAN dijo...

El olvido no existe cuando quedan todo este montón de momentos, de instantes y recuerdos.

Cada instante vivido es un triunfo, un pequeño milagro. Y aún hay mucho por hacer.

Eres un maestro, este poema es precioso y triste como la misma esencia de la vida...

Un abrazo amigo!

mejor la vida simple dijo...

No dejes que unos pocos peldaños
nos marquen la suerte,
ni las ganas de verse en la sala;
la edad cose la puerta,
la distancia que llama,
no puedo borrar de mis ojos los tuyos.
No dejes de subir al piso alto
de esta casa con vistas pasajeras
a la vía de un tren que anda
herido de lluvia,
madrugador y errante.
El día amanece con ruido de cristales
del vaso que rompe el alba;
no logro desatar de mi pelo,
tu ruidosa ausencia,
la extraña existencia.
Y quien nos puso a los dos
en dos puntos del mar tan diferentes,
cuando la mañana encalla en la planta baja,
cuando llego a la mesa que ocupas,
con páginas secretas, escritas,
y subes de golpe el telón que la noche baja,
e iría con mis dedos,
bordando lentamente tu espalda.
No dejes que unos metros de pudor,
echen nuestros cuerpos
en buzones de señas diferentes,
y no tropecemos nunca,
buscando la salida.
Reconozco tu voz en la estancia de abajo,
el pálpito que mueve las paredes,
el aire perforado que respiro;
me fijo en los raíles, detrás de la ventana,
mientras debajo de mí,
el único nombre imposible, vive.

Un abrazo, Rodolfo.