Para
huir de los miedos me refugio
en
libros y recuerdos. Y persigo,
con
Ahab a mi lado, a la ballena.
Recorro
antiguos mares y envejezco
con
Jhon El Largo en la Isla del Tesoro.
Bradbury
me lleva de su mano
y lloro
con Aquiles a las puertas
de una
Troya vencida y con Ulises
escucho
a las sirenas. Vuelo luego
al
planeta del triste Principito.
Y
pienso en ti. Sobre todo te recuerdo,
mi gran
amor, mi más dulce palabra,
mi
tierno mundo, el nombre de mis cosas,
mi
horario y mi semana, mi equipaje,
el
pecado más limpio de mi carne.
Pienso
en ti para huir lejos del tiempo,
de
todas las tormentas, de esta carne
frágil
y derrotada. Me refugio
en las noches en las que tu cuerpo
me convirtió
en el hombre
más
afortunado de la historia.
15 comentarios:
"El pecado mas limpio de mi carne"
Amén maestro.
Un fuerte abrazo
Libros y cuerpo de mujer. Los dos mejores instrumentos para viajar y soñar sin moverse del sitio.
SändrA
..vienen sus palabras en estos días tan tormentosos ..lluviosos ..frios....
Pienso en ti para huir lejosDEL tiempo,
de todas ls tormentas...
cuánto amor derrocha x ella ♡&♡ infinito amor.
& del revés
Agradecido.
Hermoso
Querido amigo, te echo de menos.
Bss!
¡Qué buen poema!¡Salud ,Rodolfo!
El recuerdo acompañado de esos maravillosos compañeros de viaje puede ser tan bueno como lancerante..... Un buenísimo poema.
Cuando nombraste toda esa lectura de juventud me vino a la mente lo que lloré con la muerte de Portos en el Vizconde de Bragelogne de Dumas. Indudablemente también somos lo que leemos.
Un abrazo compañero.
Qué fácil es refugiarse en la historia del mercader que cayó en manos de un efrit y conjurar la pena de Shariar. Ay.
Un abrazo.
No volveré a cometer el error de estar tanto tiempo sin leerte, Rodolfo.
Tus letras son increíbles.
Un abrazo.
Simplemente hermoso. Desde que di con su blog suelo entrar de vez en vez ansioso por leer un nuevo poema.
Saludos desde México =)
Pecados así son áltamente recomendables...
tiérnamente recordables...
imprescindibles, como el respirar.
Un abrazo, maestro.
Amor, libros y ficciones. Da mucho que pensar.
Precioso poema, Rodolfo.
Creo
que no existe en los mapas,
aquella geografía
de largos laterales y pendientes.
Que han tapiado la gruta,
el túnel que llevaba hasta tu cama;
que volaron los puentes, las veladas,
y saltaron en trizas las palabras.
Creo
que no dormirán mis sueños arropados,
hasta que en un bazar del mundo desbrozado,
dé de golpe contigo.
A este invierno le sobran mariposas
que plieguen sus alas y sus rezos,
por un lugar donde morir deprisa
a bajo precio.
Creo
que el mal que noto en el asfalto
trae siempre el mismo daño,
sentirse en un desierto despoblado
por un bosque de brazos alargados
que no llegan a ser jamás humanos.
Y regreso,
al salón de velas hundidas,
de telas arrugadas,
a ese calor de ocasos y de albas,
a la sal, las luces, las terrazas.
Al toque de tierra de la entrada,
a esa pereza fina en los cristales,
a la alegría adicta de reconocer
la casa que dejaste.
Huelo el perfume de su cuello
en los cuadernos de viaje,
en los detalles,
que rapta la distancia.
Y creo
que no podré encontrar ningún espacio,
donde dejar mi lanza recortada,
el color de las sombras,
las lágrimas de cunas y batallas;
que aún no existe un café en este barrio
donde apartar a golpes las certezas,
y arrebatar un vaso, a tu lado,
a la belleza.
Un abrazo, Rodolfo.
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