Todo lo
perdí, salvo tu nombre.
Lo
demás se me ha ido poco a poco:
sudores
y palabras, cortas noches,
la copa
del encuentro, negros días,
los
lunes del pecado, los hoteles
sin
vino y la esperanza del invierno.
Todo
fue como el aire de la vida,
la luna
acorralada, el tiempo en blanco,
las
caricias de amor y los papeles
con
versos y las cartas del olvido.
Las
dudas ante el beso, la alegría,
el amor
a las tres de la mañana.
En todo
estabas tú, aunque no eras:
la atracción
de los cuerpos y la sangre
golpeando
el rincón de los insomnios.
Las
calles para andar en tu costado,
la cintura,
los lazos de la carne,
el
camino hacia donde y hacia cuando.
Por allí
–y allí mismo- estaba el frío,
las tardes
de domingo, el sueño a solas,
las
manos como fuego, tiernos labios,
el
abrazo del miedo, las llamadas,
teléfonos
sonando en la penumbra,
el
cielo protector cuando tú estabas.
Y todo
lo perdí. Ya no me queda
más que
el nombre, tu nombre que es ahora
el
recuerdo lejano de un instante.CON MANUEL CUESTA EN LIBERTAD, 8
Y por fin, Manuel Cuesta ha tenido a bien invitarme a compartir con él una noche de música y versos. Salgo, como he dicho en anteriores ocasiones, muy poco por la noche. Pero cómo desaprovechar esta ocasión para disfrutar Cerca de la Tempestad. Con Manuel comparto tantas cosas. Y estoy deseando, además escuchar en directo su disco.
No os lo perdáis. Merece la pena. Si tenemos suerte y el pintor y poeta Jerónimo Salinero se anima, tendremos ocasión de disfrutar de sus versos. Muchos le conocéis y sabéis que es un placer gozar de su humor y su poesía.
6 comentarios:
Agradecido.
Triste y precioso poema...
Y quien pudiera estar el día 7 en Madrid... Por suerte nos vemos pronto y para hacer cosas bonitas! :)
Un abrazo fuerte!
SändrA
Que lindo escribe.... que triste y bonito ha sido..
. cómo lo hace?...
Consigue que mi Lunes triste y apagado tenga un poquito de luz con sus palabras
Salud&suerte ♡
buenas nxes.
instantes que se hacen eternos, y que no se pierden ni olvidan, quizás no todo esta perdido (por mas que a veces nos pese)
Muy bonito poema.
Un placer leerte.
Sin darme cuenta, te sigo,
entre gruesos troncos de selvas desiertas,
por cubos de basura, y atardeceres
llenos de fisuras y tristezas.
Y ya no espero
ni un breve triunfo,
ni una gloria.
Te sigo, porque al dejarte,
el papel que te escribí regresó
miles de veces a mis piernas,
con huracanes, credos perforados,
sombras sin paredes ni suelos
que protejan.
Y ya no espero
ni un soplo en la mejilla,
ni una flor en la mesa.
Por mi pupila cruzó anoche
la más famélica promesa,
pero me recogí el pelo,
y abandoné el barco
antes de lamentar otra pérdida.
Soy mal capitán de mis días,
lo sé,
con este amor de mar
que reconstruye mis ruinas,
pero no las habita.
Mis horas dejan migas
por calles que conoces
y no tropiezo contigo,
y acabo en un bar
sin humo, bien decorado,
conversando con otro
sobre el placer diligente.
Y ya no espero
ni habitación de hotel,
ni hueco en tu maleta.
Vuelvo
al lugar donde no tengo casa,
hay sol y nubes,
hay esa estela de calor
que prudente dejas a mi lado,
entre un beso imaginario
que olvidaste para otra.
Y te espero,
sin darme apenas cuenta.
Abrazos, Rodolfo.
Publicar un comentario