martes, 13 de mayo de 2008

Una historia sin importancia

Leo la historia en El País. Es una historia sencilla, sin importancia. Y cuando las páginas del diario nos llenan del horror de muertes, de hambres y de soledades, historias como ésta te hacen sentir que, a lo mejor, sigue habiendo amaneceres diferentes. Y una sonrisa te viene a los labios entre la gente que vive contigo el cansancio del metro.

Resulta que un muchacho había dejado su automóvil aparcado ante la puerta de su casa, tras una noche de sábado. La mañana del domingo llamaron a la puerta. Era la policía y el chico se echó a temblar. Todavía en este país la visita de la policía da miedo, Los agentes le dijeron que del motor del coche salían unos maullidos. Un gato había buscado refugio entre los cables y las piezas del automóvil.

Bajó el muchacho y escuchó los lastimeros maullidos del animal que había quedado atrapado en el interior del coche. Volvió a acostarse. Y por la tarde regresó junto al vehículo. El gato seguía encerrado. Decidió esperar sin mover el automóvil, temiendo que el movimiento del motor dañara al animal. El lunes fue a coger el coche para ir a trabajar. El gato seguía dentro.

Llamó al trabajo para explicar lo que pasaba e, incluso, cuenta el periodista, colocó su teléfono móvil para que su jefe pudiera escuchar los maullidos. Luego, muy despacio, llevó su coche hasta un taller cercano, donde desmontaron el motor y liberaron al animal. Dos detalles más: los mecánicos no quisieron cobrarle la operación y adoptaron al gato, de pocas semanas, que ahora vive con ellos.

Una tontería. Una historia sencilla y sin importancia.

47 comentarios:

Margarida dijo...

No sabes lo mal que se pasa...yo me entere en plena autovia porque el chillido de aquel motor NO era normal. Y alli estuvo un par de d�as hasta que baj� solito. Y su madre maull�ndole como loca todos los d�as...�eso si que ternura!. Buenos dias, Rodolfo.

cambalache dijo...

Pues debe ser maestro que estamos para cosas de poca importancia pero es la única noticia que me he leído entera.

Álvaro Dorian Gray dijo...

La comprensión de su jefe es .... ¡gigante! el mío me hubiese mandado al carajo...
saludos y salud

CARMEN dijo...

Es una historia de esas sin importancia, pero de las que te dejan buen sabor, y te alegran el día.
Besos.

Isa López dijo...

Como bien dices entre tanta mala noticia, siempre va bien leer alguna "bonita".

Ojalá los periódicos se llenaran cada día de noticias con un final feliz.

Un saludo Rodolfo.

En El Corazón del Bosque dijo...

Hola rodolfo:

A ésta amante de los animales ésta historia le hace feliz, y que dediques una entrada en tu blog a ella, más aún.

Gracias

Javi dijo...

Buenos dias!!!

Sueles suceder que muchas veces las noticias sin importancia llegan a ser las más emotivas y humanas.

un abrazo
-javi-

Ana dijo...

Una historia bonita con final feliz, que no es poco.
Un abrazo

olga 73 dijo...

pues eso, que también has puesto una sonrisa en mi boca. Saludos.
OLGA.

Verónica dijo...

Cómo me suena eso! Todos los días cuando voy a coger el coche por la mañana hay 2 inquilinos en el motor, por suerte nunca se ha quedado ninguno atrapado en él.

Un beso!

Marga dijo...

Definitivamente no es una tonteria, es una historia sencilla, sin embargo bella.
Un beso

montse dijo...

Estas historias nos demuestran que aun hay buenas personas. Yo tengo varias historias de gatos...

Una de ellas me ocurrió a finales del 2007. Hacia un par de días que veía un gatito que andaba arrastrando las patas de atrás en un sitio al que voy a ponerles comida. Mucha gente ve estas cosas y no siente pena, yo no pude dormir hasta que después de intentarlo 5 o 6 veces durante un par de días, conseguí meterlo en el transportin que utilizo para mis gatos y lo lleve al veterinario.

Una vez allí no pudimos hacer nada por el. Era pequeñito, tenia la columna partida por la mitad y no sentía nada en la parte trasera del cuerpo, incluso ya olía mal. El veterinario me dijo que le había evitado muchísimo sufrimiento al pobre gato al llevarlo allí. La única solución era dormirlo.

Tengo que decir que ese día era Navidad y el veterinario estaba de casualidad en la clínica, le llame desde el coche en cuanto pude coger al gatito y el espero a que yo llegara y atendernos para irse a comer con su familia.

Yo me fui tranquila a casa.

Francisco Álvarez dijo...

Es una historia recurrente, a mi padre le pasó que despues de llegado del trabajo en la tarde con el motor del auto calentito , se metian roedores a pasar las frias noches de la costa de chile.

Te debes imaginar cuando abrio el capó del auto en una mañana por que sintio ruidos.Desperto a todo el pueblo con su asombro y la pareja de ratones ahí con sus hijos.

Otra historia sin importancia.

saludos wanko...

Abril Pérez dijo...

Las historias sin importancia son las que hacen importante la vida y si las cuenta alguien tan dulce como tu, hace que el corazón se me encoja y decida dedicarle una sonrisa a este día tan gris.

Gracias por regalarnos las cosas bonitas que solo tú sabes ver.

Miles de besos.

Anónimo dijo...

.. quería escribirte hoy para decirte que por fin, ya tengo tu libro entre mis manos.. estoy en el trabajo y lo he abierto asi.. a escondidas de mi jefe para ver lo que guardaban aquellas páginas.. y al abrir el libro por una de ellas y encontrar el 'testamento' he soñado que algún dia alguien me dejaba una carta igual, antes de irse al trabajo, prometiendo que volvería a mi lado 'aunque esta noche el mundo se hunda y se desarme'.
Estoy deseando volver a casa para perderme entre tus palabras.

Gracias por abrir ventanas a nuevos horizontes, por dibujar este atardecer con tus colores..

Ojalá todos los dias alguien tuviese 'una historia sin importancia' que contar..

Enhorabuena una vez más.

Pilu...Pilar dijo...

Y lo mejor de esta historia es la sonrisa que te deja en los labios al terminar de leerla... quizás sea una tontería sin importancia sí, pero la vida debería estar llena de esas pequeñas tonterias...

Un abrazo Rodolfo... y en días como hoy, en los que se levanta una más tonta de lo habitual es un placer leer cosas así, alegran un poco el día que empezó raro, por llamarlo así...

eigual dijo...

Historias como ésta son las que nos llenan de esperanza y vida.

Ojalá noticias como ésta llenasen los periódicos cada mañana.

Un abrazo Rodolfo.

Anónimo dijo...

¿Por qué será que nos enternecen tanto las historias de animales?. A mi gato le ocurrió lo mismo, cayó por la ventana y estuvo dos días escondido en un coche hasta que lo encontramos. Realmente tienen 7 vidas. Murió de viejito, viejito, hace unos meses. Besos Mi Capitán

Celta y Roja dijo...

Rodolfo, tu historia no carece de importancia, porque habla de buenos gestos, de animalitos salvados y además tiene un final feliz ¡justo lo que me hacía falta para levantar el ánimo!
Saludos desde la otoñal Buenos Aires

Mar y Sol(a veces tenue y otras no) dijo...

Sencilla y sin ruido...como son las grandes cosas...ese es el asunto Y gracias a Dios aún existen
Gracias por compartirla
Un abrazo!

Marta dijo...

QUERIDO RODOLFO
Sera que quizas no todo este perdido!!!!
Pequeñas historias cotidianas como esta te demuestran que todavia nos quedan sentimientos, mientras haya en el mundo personas(que no gente)como esa, no todo puede ir mal.

petonicos, sempre, per tu, dolços i tendres.

Azul dijo...

Ojala hubiera más historias de esas, "sin importancia" y menos "importantes"... no sé si nos iría mejor de lo que nos va, pero desde luego, sería distinto...

Un abrazo

Anónimo dijo...

A mí me parece una historia tierna para contrarestar tantas tensiones como soportamos al cabo del día.

Un saludo.

Lunazul dijo...

Una bella y tierna historia.

Cuando un diario como El País y tú mismo le dáis repercusión a algo así será porque igual tiene ese tipo de importancia que sólo somos capaces de apreciar cuando nos alejamos de la vorágine diaria y atendemos al corazón.

Gracias por compartirla. Si me cruzara a ese muchacho le daría un abrazo..

Un beso, Rodolfo.

Felipe dijo...

Todav�a queda sensibilidad y buenas acciones. Cualquier otro habr�a arrancado el motor y el final.. ser�a otro.
Un saludo

almayciudad dijo...

Gestos como este son los que aun me hacen creer en la hipotetica humanidad de los... ¿humanos?.

Un saludo.

Andante dijo...

Menos mal que aún quedan locos de la vía, que con sus pequeñas locuras, hacen que la vida sea más llevadera, más humana, y más sencilla. También se les llama Quijotes, y tienen sus rocinantes y sus Sanchos.
Gracias a esos locos cuerdos, la vida merece seguir viviéndose.

Yo comparto vida con uno de ellos, que hace de cada día una aventura por vivir.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Me imagino al tío llamando al jefe y poniéndole el gato al habla y me parto yo sola.

En cuanto a que la Policía en este país sigue dando miedo, es lógico. En ningún país llaman a la puerta simplemente para darte los buenos días, uno siempre se supone, ante una visita así de inesperada de las Fuerzas de Seguridad del Estado, que ha ocurrido lo más horrible que una mente humana pueda imaginar (una catástrofe nuclear). Pero ya ven, era un minino.

pennylanebcn dijo...

Gracias por compartir esta preciosa historia. Son estos pequeños hechos sin importancia los que llenan de esperanza y hacen pensar que quizás no es tarde para crear un mundo mejor. Que aún hay bondad en el ser humano, a pesar de lo que nos cuentan los periódicos a diario.

Muchas gracias Rodolfo, por este rayo de luz. De corazón.

Alicia dijo...

Es bonito saber que seguimos siendo humanos... a veces. Gracias por esta historia.
Un beso

Cris Carrasco García dijo...

En la sencillez se condensa muchas veces la belleza de la vida.
No todo está perdido. Mantengamos la esperanza.

Anónimo dijo...

Bonita historia. A veces las más simples son las más reales

eva dijo...

Bonita historia y me alegro que de vez en cuando publiquen historias así en los periódicos, que veamos que en este mundo aún hay esperanza. Me alegro por el gatito

thot dijo...

Preciosa historia con un gran exemplo para todos.

Un abrazo.

AROAMD dijo...

oh!
cuánto se aprecia una historia así en un diario sí

a mí hoy me tocó visitar una residencia de ancianos... donde algunos niños habían ido a cantar y hablar con ellos

lo he pasado taaan bien con ese pequeño acto
que maldigo asambleas, plenos y consejos de gobierno

viva las pequeñas y escondidas historias sr. Rodolfo! y usted que las rescate

un abrazote

Jorgelina Mandarina dijo...

Esas son las cosas por las que uno sonrie, pequeñas cosas, insignificantes para tantos que hacen que uno sonria...

Leerte tambien es algo que hace sonreir...

Gracias rodolfo, por la sonrisa de hoy...


Un fuertisimo abrazo

mnserrat dijo...

Debe ser que entre tanta noticia hay gente como miles, sencilla, buena y curiosa.


Sera que lo unico que sucede es que callamos demasiado y no somos noticia.


Besotes.

OutSpoken dijo...

Que historia tan original!! Por fin una buena noticia. El jefe, un tío genial, y los mecánicos... Tuvo suerte el gato de elegir ese coche, y más sabiendo cada salvaje que hay por ahí...

Saint Just dijo...

Aunque ahora nos veamos menos por el barrio (Tabernillas), me puedes visitar que aun no lo has hecho.

Laura dijo...

Una historia tierna y sencilla. A veces, lo más bonito reside en lo más simple.

Mar Goizueta dijo...

El mundo está tan falto de historias bonitas que nunca está de más contarlas

alakazaam! dijo...

Una historia encantadora de prensa de fin de semana.

Si hubiese un periódico así no dudaría en curarme en salud, suscribirme (y engañarme) de por vida.

MeTis dijo...

pero real? cuesta creer cuando ya no se las veces que he tenido que sacar a pobres gatitos que habia sido tirados al contenedor de la basura nada mas nacer... a veces pienso que mas les valdria morir que seguir viviendo en este mundo del que les rescato.

un saludo

Eva Galve dijo...

Una noticia curiosa de esa que no se suelen publicar.

Por cierto ya tengo tu libro. Y dos fragmentos más que le regaló.
Me lo leeré en los trayectos a la universidad.

Un saludo

Arcángel Mirón dijo...

Es grandiosa esta historia. Para hacerla ficción.

(Te cuento algo: la semana que pasó fue, para mí, muy difícil en muchos aspectos. Para rematarla, me echaron del periódico donde trabajaba por razones inentendibles e injustas.
El miércoles fui a ver a Ismael al Gran Rex. Me emocioné, me divertí y me relajé. Fue un bálsamo, un descanso necesario.
Te lo digo porque creo que estas cosas hay que decirlas).

Un abrazo.

txilibrin dijo...

Ya estoy de vuelta tras mi convalecencia.

Si la mitad de gente hiciera un esfuerzo parecido, creo que las cosas nos irían muuuy distintas la verdad...

Cecis ... funámbula dijo...

Una historia maravillosa Rodolfo...sera por su misma sencillez...y por tanto, de mucha importancia, que pase, qeu se rescaten estas historias minimas, que hacen que la vida, sea maxima...
Un abrazo