Fue hermoso. No sé si 20.000 como dice la Policía, si 100.000 como escribe El Páis o los 800.000 de los que hablan los organizadores. No sé cuántos fuimos ayer a la manifestación de Madrid.Me da igual. lo importante es que nos echamos a la calle. Que ayer no podíamos andar. Que la Gran Vía estaba hasta arriba y no dejaba de venir gente, que el Paseo del Prado era un hermoso espectáculo de banderas, carteles, gritos, que la calle Alcalá era un hervidero de gentes. Que la gente aplaudía a los bomberos, a los maestros, a ese grupo de invidentes que agarrados unos a otros caminaban con dificultad entre el gentío.
El humor siempre. Había carteles ciertamente ingeniosos como el que da título a esta nota: "Ay, Señor, ¿por qué no te los llevas ya?", parafraseando a la Vieja el Visillo. Humor. Y serenidad y demostración de que la gente no necesita a nadie para ejercer su derecho a la protesta, a la democracia. Fiesta democrática en toda españa. Cuando la injusticia, el sacrificio se ceba sobre los más débiles, el pueblo de Madrid, de todo el país, se echa a la calle y dice no. Ayer España dijo No. Y el gobierno, como escribía Gil de Biedama hace más de cincuenta años,
"reunido en consejo de ministros,
no se sabe si estudia a estas horas
el subsidio de paro
o el derecho al despido,
o si sencillamente, aislado en un océano,
se limita a esperar que la tormenta pase"
Y añado otros versos de otro poema de Gil de Biedma:
Quiero creer que nuestro mal gobierno
es un vulgar negocio de los hombres
y no una metafísica, que España
debe y puede salir de la pobreza,
que es tiempo aún para cambiar su historia
antes que se la lleven los demonios.
Porque quiero creer que no hay demonios.
Son hombres los que pagan al gobierno,
los empresarios de la falsa historia,
son hombres quienes han vendido al hombre,
los que le han convertido a la pobreza
y secuestrado la salud de España.
es un vulgar negocio de los hombres
y no una metafísica, que España
debe y puede salir de la pobreza,
que es tiempo aún para cambiar su historia
antes que se la lleven los demonios.
Porque quiero creer que no hay demonios.
Son hombres los que pagan al gobierno,
los empresarios de la falsa historia,
son hombres quienes han vendido al hombre,
los que le han convertido a la pobreza
y secuestrado la salud de España.
***
13 comentarios:
Me encanta que mis dos periodista favoritos, Rodolfo Serrano y José María Uría, sean los que me cuenten la verdad de la lucha pacifica, la verdad de la vida, la vida privada de los cuerpos valientes.
Gracias, señor fabuloso.
Beso súper.
Me encanta que mis dos periodista favoritos, Rodolfo Serrano y José María Uría, sean los que me cuenten la verdad de la lucha pacifica, la verdad de la vida, la vida privada de los cuerpos valientes.
Gracias, señor fabuloso.
Beso súper.
También Valencia ayer fue un clamor, parados sin poder caminar de tantos como éramos, hacía mucho tiempo que no se veía nada igual en esta ciudad.Como en Madrd, con humor y sin incidentes.
Valencia anoche despertó de tanta fiesta, que la tenía sumida en un gran letargo.
Somos muchos los que ayer prendimos la luz y tapamos las calles de nuestras ciudades.
Besos y buen fin de semana.
Eres el mejor!!!!
Muy bueno. Ayer, en Madrid, recordamos que debemos mantener la esperanza. Un abrazo
Hola
Me llamo Carla y tengo un directorio web. Me ha encantado tu blog! Tienes unos post muy interesantes. Buen trabajo, por ello me encantaría contar con tu sitio en mi directorio, para que mis visitantes entren a tu web y obtengas mayor tráfico.
Si estás de acuerdo házmelo saber.
PD: mi email es: mendezcarla90@gmail.com
Carla.
Que bueno que las calles ardan de fuego democrático y de hombres y mujeres intentando mantener SUS DERECHOS, Barcelona sé inundo de esperanza..... un saludo amigo
Hola Rodolfo:
Yo tambien te acabo de descubrir y me parecen muy interesantes tus post.
Respecto al tema que comentas...que sepan que el pueblo, los votantes, no nos chupamos el dedo, que pensamos y que no estamos de acuerdo y así lo manifestamos. Lo ideal será que fuera de forma pacífica y con algún que otro slogan humorístico, pero ¿que quieres que te diga? se nos está acabando el humor y el deseo de aguantar y arrimar el hombro. Porque tenemos la sensación de que estamos arrimando el ho,bro sólo una parte, y no todos.Un abrazo y enhorabuena por tu blog.
Fue hermoso ver tanta gente, tantos gremios juntos, tanta pluralidad.
Yo no recuerdo una respuesta tan masiva desde aquellas manifestaciones que decían NO a la guerra.
No sé cuantos estuvimos, ni cuantos se quedaron en casa, pero a mi me costó caminar y eso lo convierte en "mucha, muchísima gente".
A veces emociona saber que el pueblo sigue ahí y que estamos más unidos de lo que creen algunos.
Un abrazo.
Rodolfo, gracias por recordar artículo tras artículo, la importancia de la participación ciudadana y democrática en la reivindicación de nuestros derechos en momentos como éste. Sin embargo, por primera vez no estoy de acuerdo contigo (sin que sirva de precedente con todo el cariño y admiración que te tengo por tu trabajo y trayectoria) con la definición de Fiesta democrática para una protesta como tal...ni siquiera en España con lo que nos gustan las fiestas...si estoy de acuerdo con echarle algo de sentido del humor a las pancartas y demás en las concentraciones pero no en denominarlo fiesta, aunque sea democrática desde mi humilde opinión.
Besos
Ana
Bss
Ana
Me encanta que el pueblo pueda expresar su desconformismo en forma pacifica y atrevida. No es algo que muchos puedan lograr, no es algo que todos se atrevan ni que todos los gobiernos permitan. Eso es celebrar y hacer valer la voluntad popular!
Insisto que es una opinión personal. Una manifestación basada en la reivindicación de los derechos, como la que estamos viviendo actualmente, me cuesta mucho entenderla como una celebración. De igual forma que entiendo que esa justa reivindicación es un derecho fundamental de las personas y que un gobierno no tiene potestad moral (que no jurídica) para prohibirla o permitirla, aunque sí tenga la fuerza para repelerla.
Ana
Y digo derecho moral para que se entienda porque no deja de ser un Derecho. Lamentablemente Ley y Derecho en numerosas ocasiones no van de la mano sino más bien en direcciones contrarias...
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