Días
oscuros, mi amor, los que vivimos.
Perdida
ya la lucha, nos dejamos
en medio
de la sombra horas felices.
El
hombre está perdido en la caverna,
donde la
voz ausente nos persigue.
El pan
de cada día y la esperanza
es un
recuerdo vago de un pasado
en el
que fuimos ángeles de fuego.
Para
ti, para ellos, en el miedo
ocultamos
la sombra. Fuimos niños.
La
esperanza de nuevas primaveras
se deshace
en los días del invierno.
Salgamos
a la plaza, conquistemos
las calles
habitadas por el sueño.
Y tú en
medio de todo. Inevitable.
Por
mucho que lo nieguen los diarios,
estamos
junto al mar, tenemos manos
para
arrancar la piedra y la palabra.
Un
resplandor de auroras se perfila
en la
noche amenazada de tormentas.
Que
venga hasta nosotros nuevamente
el deseo
de ser, la hierba fresca,
el
corazón abierto hacia los otros.
No
podrán con nosotros. Aún podemos
volver al
paraíso y al futuro.
9 comentarios:
Hermoso. Gracias por el empujón...
No podrán cn nosotros. Aún podemos volver alparaíso y al futuro... qué palabras de ánimo .. gracias por tus letras..
eres el mejor ♡
sandra
El deseo de ser, eso es lo importante...
No podrán con nosotros... eso espero, Rodolfo.
Ya de regreso, vuelvo como siempre a tus poemas.
Un fuerte abrazo
Si sus hijos cuentan todo eso en una canción que viene a mi memoria quiere decir que esos ángeles de fuego traerán nuevas auroras y limpiaran la plaza.
Saludos maestro
Saldremos a la plaza, conquistaremos calles para no dejar que el invierno paralice nuestro sueño. Saldremos, acompañados de poemas con los que seguir luchando. Abrazos, Rodolfo.
Días de luscofusco.
No peores que los pasados
ni mejores de los que vendrán
vivir para contar
otros vivir para aprender
y, los menos, para olvidar.
Saludos
Tal vez porque estamos a tiempo, porque seguimos vivos y existimos, porque no todo está escrito, solo por eso merece la pena abrir las puertas y ventanas y seguir luchando en estos tiempos oscuros e inciertos, donde abrazarse a los versos, la música, el cine, los libros, parece hacernos mas llevadero los días grises.
Te abrazo maestro, una semana más.
Nos vemos en el camino... como siempre.
Recién descubro con asombro tus versos, no me han podido llegar en mejor momento. Gracias por tu animo cons-(o no)-ciente.
Un saludo, muy inspirador
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