miércoles, 6 de noviembre de 2013

Dejar de fumar



Hay años que es mejor no levantarse,
dejar que pase el tiempo, no asomarse
a ninguna ventana ni al abismo.
Encender un cigarro que te mate
limpia y dulcemente, como deben
matar todos los vicios y venenos.

Y pensar que la vida, al fin y al cabo,
es esta soledad de los papeles,
el cansancio de agujas y aspirinas,
los dolores sin ti, la amarga náusea
de no saber qué haces o por donde
te mueves ahora mismo o en quién piensas.

Son los días extraños. Cuando pesan
noticias en periódicos y busco
algún bar donde olvidar la vida lentamente.
Recuperar la noche y los recuerdos,
dejar para mañana las promesas.

Porque, a pesar de todo, en esta hora
me llega la certeza más exacta
de qué nada ha cambiado y continúan
los miedos en la puerta de la casa.
Y ahora, en fin, cuando ya nada
puede cambiar las cosas, te confieso:
Ni dejé de fumar ni te he olvidado.

16 comentarios:

Unknown dijo...

Gracias por helarme la sangre.

Mónica PG dijo...

Un precioso final que nos recuerda que existen vicios, de los que uno jamás se rehabilita

jaime dijo...

Agradecido, maestro.

Isabel Motos dijo...

Qué difícil es abandonar los vicios...

JOAN dijo...

Que grande eres Maestro, vaya poema... y qué final!!

Te mando un abrazo fuerte desde Barcelona :)

tsb dijo...

Gracias a amigos en Facebook te descubro. Poemón este tuyo. Con tu permiso te sigo.

Saludos, poeta.

Anónimo dijo...

yo tampoco dejé de fumar aunque debiera, tampoco dejé de amar aunque debiera.Y es q una debiera hacer tantas cosas q a veces se le olvidan....un abrazo desde Cáceres.

Sol dijo...

Rodolfo: Gracias por este regalo ... se te extraña tanto.

Paris Joel dijo...

Me ha encantado, contundente, lírico, nostálgico, de nuevo el ocaso.
Un abrazo, maestro.

Anónimo dijo...

Mi queridisimo amigo...como estas?,donde andas?espero que todo bien! Te dejo un abrazo gigante desde Chile!... Cata

Carlos dijo...

El mejor final posible. Hay cosas que aunque se deberían, o pueden dejarse. Personas que siempre están presentes, doliendo y ardiendo dentro

Marisa dijo...

Nicotina para las heridas.
Monóxido de carbono
que empaña miradas.
Alquitrán de mi vida.

Un abrazo

vida dijo...

Sí, somos de finales.

Precioso!

Besos :)

Katharine dijo...

Que triste y punzante estos versos tuyos con sabor agriculce, mezcla de miel y nicotina.

Gracias Rodolfo.

Diamante de Azucar dijo...

No me queda más memoria para intentar olvidarte.

Perfecto.

CIGARRILLOS ELECTRONICOS dijo...

es importante tener la VOLUNTAD inquebrantable de querer hacerlo, es la base del éxito realmente.