miércoles, 6 de noviembre de 2013
Dejar de fumar
Hay años que es mejor no levantarse,
dejar que pase el tiempo, no asomarse
a ninguna ventana ni al abismo.
Encender un cigarro que te mate
limpia y dulcemente, como deben
matar todos los vicios y venenos.
Y pensar que la vida, al fin y al cabo,
es esta soledad de los papeles,
el cansancio de agujas y aspirinas,
los dolores sin ti, la amarga náusea
de no saber qué haces o por donde
te mueves ahora mismo o en quién piensas.
Son los días extraños. Cuando pesan
noticias en periódicos y busco
algún bar donde olvidar la vida lentamente.
Recuperar la noche y los recuerdos,
dejar para mañana las promesas.
Porque, a pesar de todo, en esta hora
me llega la certeza más exacta
de qué nada ha cambiado y continúan
los miedos en la puerta de la casa.
Y ahora, en fin, cuando ya nada
puede cambiar las cosas, te confieso:
Ni dejé de fumar ni te he olvidado.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
16 comentarios:
Gracias por helarme la sangre.
Un precioso final que nos recuerda que existen vicios, de los que uno jamás se rehabilita
Agradecido, maestro.
Qué difícil es abandonar los vicios...
Que grande eres Maestro, vaya poema... y qué final!!
Te mando un abrazo fuerte desde Barcelona :)
Gracias a amigos en Facebook te descubro. Poemón este tuyo. Con tu permiso te sigo.
Saludos, poeta.
yo tampoco dejé de fumar aunque debiera, tampoco dejé de amar aunque debiera.Y es q una debiera hacer tantas cosas q a veces se le olvidan....un abrazo desde Cáceres.
Rodolfo: Gracias por este regalo ... se te extraña tanto.
Me ha encantado, contundente, lírico, nostálgico, de nuevo el ocaso.
Un abrazo, maestro.
Mi queridisimo amigo...como estas?,donde andas?espero que todo bien! Te dejo un abrazo gigante desde Chile!... Cata
El mejor final posible. Hay cosas que aunque se deberían, o pueden dejarse. Personas que siempre están presentes, doliendo y ardiendo dentro
Nicotina para las heridas.
Monóxido de carbono
que empaña miradas.
Alquitrán de mi vida.
Un abrazo
Sí, somos de finales.
Precioso!
Besos :)
Que triste y punzante estos versos tuyos con sabor agriculce, mezcla de miel y nicotina.
Gracias Rodolfo.
No me queda más memoria para intentar olvidarte.
Perfecto.
es importante tener la VOLUNTAD inquebrantable de querer hacerlo, es la base del éxito realmente.
Publicar un comentario