lunes, 14 de enero de 2008

Un día de enero

11 de enero de 2008

Y vendrá, tal vez, la muerte entre los versos,

en la palabra pan que nos dejaste.

Y volverá la vida a ser exacta,

palabra presentida mientras quede

poesía diaria, vino y carne.

Y vendrá, tras la muerte, un epitafio

labrado con cincel o con los dedos

en la arena de un mar

de infancia y olas, con un viento

que arrase con la espera y con el miedo.

Y vendrán, tras la muerte, viejas voces

las calles empedradas

de una ciudad de provincias, como aquella

dibujada y perdida, cuando eran

las manos que amasaban vida y sueños

del que alguien llamó Ángel González.

14 comentarios:

SONIA FIDES dijo...

Rodolfo siempre me emociona esa capacidad que tienes para el homenaje. Da igual que sea a la memoria propia o a la ajena.

Un abrazo

Alicia dijo...

Es genial... Un abrazo.

Marinero en Marte dijo...

lindo, muy lindo, rodolfo

Ana dijo...

Es precioso ...un abrazo

Unknown dijo...

Magnífico homenaje, no sólo vivirá en sus propios versos sino que seguirá vivo también en los tuyos. Precioso.

Saludos bermejos!

conmigomisma dijo...

La mejor manera de despedir a un poeta, sin duda: con poesía.
Y de la buena.

Azul dijo...

Sin duda el mejor homenaje posible al poeta, a la poesía, y a los que también sin duda, nos quedamos algo más solos...

Un abrazo

yo mismo dijo...

bonito recuerdo. hay almas que regalan versos y luego se van... como todas, al fin y al cabo.

un abrazo.

Paseando por tu nube dijo...

Tambien me enteré por tí de su muerte. Es bello y emotivo tu poema en homenaje a ese gran creador, sin duda insustituible para el mundo de la poesia.

Un beso Rodolfo

CARMEN dijo...

Poesía para despedir a un poeta.
Bonito homenaje. Bonita poesía.
Un abrazo

Romano dijo...

Muy bueno Rodolfo,,,

Genial !!!!

Un gran abrazo,,,

Anónimo dijo...

El año pasado se celebró en Granada el IV Festival Internacional de Poesía que contaría con la presencia de destacados poetas de distintas nacionalidades. Ángel González era uno de ellos. El ayuntamiento de la ciudad tuvo la maravillosa idea de enviar poesías de todos ellos por correo, cien mil poesías llenaron nuestros buzones. Al mío llegó el suyo. Me gustó, me gustó mucho.
Días después fue mi cumpleaños y una persona muy especial me regaló una tarjeta en la había escrito ese poema y una pregunta: “¿Te quieres casar conmigo?”

Muerte en el olvido

Yo sé que existo
porque tu me imaginas.
Soy alto porque tu me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos, con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
-oscuro, torpe, malo- el que la habita...
http://www.palabravirtual.com/bio.php?ir=ver_voz.php&wid=1001

Gracias Ángel, por formar parte del mejor cumpleaños de mi vida.

mnserrat dijo...

Precioso y sereno, triste pero sereno.

gracias.

Gracias por animarme a levantar la pereza y por contagiarme de lo que supe de ti.

Te sigo. ¿algun dia contaras tu secreto?

Cuidate, que tengas un gran martes.

Besos.

Montse

N. dijo...

Me gustó mucho.


Gracias por pasarte por mi blog.