Cuando estoy muy cansado sólo quiero
tumbarme entre sábanas muy frías,
reposar mi cabeza entre tus pechos
y sentir que tu mano me acaricia
la frente muy despacio.
Y no querer ya más.
Tal vez un beso
de los que rozan tenue la mejilla.
Y el sudor de tu cuerpo junto al mío.
El calor que me ahoga y que me mata
tan tierna y dulcemente.
Y los ojos cerrados. Y escucharte
el corazón que late: tea-mo, tea-mo.
Y tu piel que me roza. Y que te diga:
“Yo no sé qué me pasa. Estoy cansado.
Cansado como un perro”.
Y tú me meces y dices: “Chisss. No hables”.
Y sentirte respirar junto a mi oído.
Y quedarme dormido hasta mañana.
***
18 comentarios:
Supongo que son instantes como estos los que nos rescatan de verdad, salvándonos del desastre, aunque sean efímeros y cortos, como este poema!
Un abrazo!!
Querido, Rodolfo, el cansancio como reclamo para la ternura es un arte poco utilizado, menos mal que hay poetas como tú que no se cansan de enseñar caminos a los que nos jactamos de ser cínicos.
Besos súper.
Que sorpresa tan agradable ha sido encontrar este poema esta tarde. El descanso del guerrero, tan apreciado por él mismo como por su dulce tálamo.
Besos miles.
Has descrito la más pura esencia del amor.
no quiero hacer ruido con las palabras. Buen descanso para los dos, bien merecido
Creía que tanta dulzura y ternura no cabían en un poema.
Descansa, últimamente los días son duros y cansados.
Un fuerte abrazo.
Ojalá que así sea, y que cuando el cansancio nos venza alguien nos acompañe con tanto amor, feliz despertar amigo...
Antonio
Que linda es esa sensación, no la cambio por nada del mundo!
Hermoso poema, te sigo desde Argentina!
Corto pero intenso. Su último comentario me dejó algo tocada, para que negarlo...
Precioso, Rodolfo. Me ha encantado! Besos!
Tea-amo, tea-mo... no se puede ser más brutal.
Buen día, después de hermosa noche.
Vero
De la mirada de un viejo, al refugio de un niño, allí donde nada es desconocido, desde el tacto al sonido rítmico del corazón añorado: “te-mo, te-mo” y así, … “Nunca un crujido que no explicase sonriendo, como si hace mucho supiera cuándo el entarimado se porta así. Y escuchabas y te calmabas. Tanto lograba suavemente su presencia…”
Hace poco estuve leyendo a Rainer Maria Rilke.
Un saludo.
Agradecido.
Cuando estoy muy cansado nada mejor que estar en su regazo y escuchar a oido un ssssssssssshhhhhhh, tranquilo, todo ira bien.
¡Qué protección tan grande se siente en el regazo de la persona amada!Precioso.Un saludo.
Gracias don Rodolfo. Hoy amanecí terriblemente resfriado, con unas ganas enormes de no hacer nada más que lo que se dice en tan bella poesía. Se la he leído a ella. Ya me siento mucho mejor.
Hola! Me he sentido muy identificada con este poema.Nada mejor que la ternura para " curar" y restablecerse.
Me vino a la mente una frase de Virginia Satir que dice: " Necesitamos cuatro abrazos al dia para sobrevivir, ocho abrazos al dia para mantenernos y doce abrazos al dia para CRECER".
Pues eso, muchos abrazos :-)
Acabas de describir totalmente mi estado de ánimo ahora mismo, después de un examen como el que he tenido hoy, sólo quiero sentirle respirar junto a mi oído y quedarme dormida hasta mañana.
¡Buenísimo, Rodolfo!
¡Qué pases buena semana!
:)
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