lunes, 3 de diciembre de 2012

Tiempos duros


Tiempos difíciles, amor. Son tiempos duros
en los que viene el corazón hecho pedazos.
La espera de los días, cuando ya todo muere,
es una largo camino que conduce al pasado.

Aquí, a tu lado estoy como si todo fuera
una canción, tristeza, en los cortos latidos.
La vida se nos cuela entre voces y versos .
La vida es un instante que ahora siento más mía.

Para amarte, mi amor, para que todo cambie
quiero enviarte besos, mil rosas amarillas,
detenerme esta noche en tu cintura abierta
y recrear el mundo que cabe entre tus manos.

No habrá teléfonos diciéndome tu nombre.
Ni podremos soñar con los viejos amantes.
El pan de cada día no tiene el hambre ahora
de aquellos años puros cuando el hombre nacía.

Me refugio en tu sangre para vivir sin sueño.
Me detengo en tu breve cintura y se desatan
los minutos gloriosos cuando era la esperanza
el vino de los pobres y el mañana más cierto.

Y despierto a tu lado, mientras el mundo sigue
como un perro sin amo, golpeado y herido.
Pero habrá otro mañana. Lo veo en la sonrisa
de los niños que vienen a tu cama a buscarnos.

15 comentarios:

SONIA FIDES dijo...

"El pan de cada día no tiene el hambre ahora
de aquellos años puros cuando el hombre nacía"... Un mensaje hermoso para quien sea quien amase ese pan cruel que nos llena la boca de heridas.

Un beso súper.


jaime dijo...

Agradecido...

María dijo...

La vida siempre parece una canción. Y benditos aquellos que pueden oirla hasta sin música.
Echaba de menos pasar por tus lunes, llenos de versos.

Un besin,

CARMEN dijo...


Como dices son tiempos duros, pero me quedo con la esperanza de que habrán tiempos mejores.
Precioso poema.
Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Precioso

JOAN dijo...

Que bello Rodolfo...

Se podría recitar este poema cuando alguien pida una definición de ¿qué es el amor?

Un abrazo fuerte :)

Unknown dijo...

Por esos niños es que vale la pena seguir luchando! Un beso!

Gabriela Pérez dijo...

Simplemente me encanta...

Isabel Motos dijo...

Tengo debilidad por ese tipo de frases que conjugan el amor y la dificultad. Y también por la sonrisa de los niños. Así que, ¿qué puedo decir todo el poema? :)
¡Buena semana!

Blancangel dijo...

Señor Serrano! Antes que nada pido disculpas por mi ausencia en el escrito anterior, el estudio y el trabajo a veces nos consumen y no nos dejan tiempo para los pequeños placeres de la vida.
Debo decirle que las rosas amarillas son mis preferidas. Por lo menos por estos lados no son muy comunes por lo que las hace algo especiales.
El mundo siempre nos lleva por delante, nosotros paramos, pero él continua sin nosotros, en un frenesí hacia el futuro. Un futuro incierto que nos hace añorar el pasado.
Vivamos cada día y cada momento. Quisiera creer, que como usted dice, que siempre habrá un mañana.
Lo espero por mi blog y como siempre un placer pasar por aquí.
Un beso y un abrazo.

Suso dijo...

Habrá otro mañana, sin duda. Por los días que vendrán! Mientras tanto seguiremos salvándonos del naufragio enterrados en las pupilas de ese ser querido que nos cambia la rutina por una sonrisa.
Precioso.
Un fuerte abrazo

Carlos dijo...

Por duro que sea el día de hoy, el momento de ahora, siempre vendrán nuevos días, nuevos ahoras. y ves a saber, tal vez esos momentos sean mucho más dulces. Tal vez.

Cecis ... funámbula dijo...

Querido Rodolfo: leerte siempre es un inenarrable placer...y siempre agradecida por la generosidad de tus letras...Ando poco por este mundo del blog que tantas satisfacciones me dio y me sigue dando. En un ataque de nostalgia empece a leer mis viejos post y sus comentarios y encontre palabras tuyas tan calidas y maravillosas que senti un profundo deseo de venir a abrazarte...a veces no se sabe cuanto se extraña...hoy lo supe...

Marisa dijo...

Sol, solito,

caliéntame un poquito.

Para hoy, para mañana,

para toda la semana.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Para esos niños,
cuando los años pasen
y las noches se olviden,
tus palabras serán alivio;
serán la sonrisa
que asome a sus labios,
su mirada crítica.
El sentido de la vida.

Ana