Despiertas una noche
y te
llega el dolor,
los
dolores del alma que deshacen el sueño,
que te
rompen las horas.
Y el
silencio
pesa
como una cruz maldita y conocida.
Abandonas
el lecho y recorres la casa,
enciendes
un cigarro. Te preparas
una
copa en la alta madrugada.
Los
recuerdos son pájaros dormidos.
(Y ese
dolor del alma, tan real, tan cercano).
Sientes
la soledad rondando en el pasillo.
Una
tristeza vieja te llega hasta la boca.
Y sabes
que el reloj se ha parado ahora mismo.
Nada
hay que te pueda salvar de la amargura.
Y no
hay voz que te salve del miedo y las sombras.
Busca
entonces un libro.
La Isla
del Tesoro, Moby Dick o los versos
más hermosos
que puedas recordar.
Deja
que pase el tiempo lo mismo que si fuera
el minuto
perfecto, ese instante perdido
de los
años de dicha.
Espera que
amanezca tras las negras ventanas,
que el
ruido de diez mil automóviles arrastren
la
quietud del momento.
Pues
todo está perdido en este largo insomnio.
Y sabes
que el dolor,
como una
lluvia fría
va a acompañarte
siempre en cada viaje tuyo.
Pero
entonces,
aunque sea
un momento,
piensa
en ti, cuando eras ese cuerpo glorioso
que un
día dio a otra carne el gozo de la vida,
la
fugaz sensación de que fuisteis eternos.
(Y
lejos, en la noche, en una cama extraña,
hay
alguien que aún te añora aunque no te recuerde).
8 comentarios:
Personalmente me ha encantado, aunque me ha dolido algo también. Aprendiendo siempre de ti maestro. Un fuerte abrazo
"Los recuerdos son pájaros dormidos"... Touche, querido señor fabuloso. No es fácil a veces sostener el peso de la memoria, porque cada vez que volvemos a ella vivimos una potente resurrección y todos sabemos que resucitar es un duro oficio. Sin embargo tú resucitas, pero no dejas que el futuro sea el único que alimente al cuerpo del vencido, porque tú bien sabes que el futuro es lo primero que devoramos en cuanto salimos del útero materno.
Gracias por este poema.
Un beso súper
El Insomnio duele, y quizás ese anhelo de que nos añoren,sea como una leve canción de cuna.
Gracias, Mi Poeta. Miles de Besos y Días Felices!!
Cómo escuecen -a veces- la cercanía de tus palabras..
Y si todos los insominios trajeran estos frutos, sería mucho más llevadero ese dolor, esa soledad y esos pájaros que son el recuerdo que, más que dormidos, muchas veces parece que estén en la duermevela, en ese momento en que el menor ruido o estímulo bastan para despertarlos...
¡Feliz día del libro, Rodolfo! :)
Desgarrador y hermoso como siempre...te deseo un feliz día de este sant jordi y los que vendrán después! Saludos y abrazos. Eva
Sólo los maestros como tu pueden aunar tanto dolor, tanta pasión y tanta esperanza en unas mismas letras.
Como todas me entusiasmo.
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