martes, 17 de julio de 2007

Los muros y las vallas

A lo mejor se le fue la olla o, simplemente tuvo un desliz o, más sencillo aún, hizo gala de conservar un poso de cinismo. Las declaraciones de José Luis Rodríguez Zapatero en México contra el muro que Estados Unidos ha levantado para impedir la entrada de emigrantes sólo pueden ser acogidas con un aplauso. Sus palabras hablando de que ningún muro, ningún foso, puede impedir el derecho de los hombres a buscar una vida mejor, son, sin duda, dignas de elogio.

Lo malo es que Rodríguez Zapatero no se debió dar cuenta de que en nuestro país existen esos muros, aunque se llamen alambradas, vallas, o burocracia. Están ahí, en Ceuta y Melilla, impidiendo el paso de quienes buscan esa vida mejor y que, en muchos casos, han terminado perdiéndola a tiros o enganchados en el alambre.

Es verdad que el Gobierno español ha hecho un enorme esfuerzo con la inmigración. Pero, una vez reconocido ese hecho, parece difícil aceptar que el presidente haya criticado con hermosas y justas palabras una situación que es, salvando las distancias, muy similar a la del Gobierno estadounidense. A no ser que las cosas sean más o menos justas dependiendo del grosor del muro. Si es delgado, o de alambradas, vale. Si es más grueso se llama muro y es intolerable.

Más le vale.

3 comentarios:

Alicia dijo...

Que mas de que seamos del norte o del sur...
Y sin embargo seguimos temiendo a los otros, por que?? nunca lo sabre.

Anónimo dijo...

Derrubou-se o muro de Berlim...
Ergueram-se muros na Palestina...
Quem deles fala? Quem deles se recorda?
Mas é importante que haja sempre alguns que possamos deitar por terra: os da indiferença, da discriminação, da violência...
Um abraço.

txilibrin dijo...

¿La historia es cíclica? Un muro cae y otro se levanta. No es justo. ¿Qué culpa tiene la gente de nacer más arriba o más abajo?
Nunca conseguiré entenderlo... ¿Y esta globalización nueva no sirve para todos? Ains, qué líos...