Encuentro
Al cruzar el semáforo me ha parecido verte.
Eras una muchacha con pantalones blancos
y carpeta de flores sujeta contra el pecho.
Tenías el cansancio de aquellos viejos días
y el pelo negro y corto y hasta hubiera jurado
que guardabas intactos tus veinticuatro años.
Andabas como entonces. Y hasta estoy convencido
de que seguías teniendo a un lado de tu vientre
la suave cicatriz de aquella apendicitis.
Atocha ya no era el territorio amigo
donde tu y yo explorábamos praderas y desiertos
y vencíamos siempre lo mismo que Alejandro.
Quién sabe cuantos días caben en el olvido.
Sé que el recuerdo tiene alas de mariposa
y es como el negro cuervo de Poe en el alfeizar.
He aprendido adjetivos, fumo mucho, y ya no
lloro con la escena final de Casablanca,
ni releo las cartas que nunca me enviaste.
Te echo tanto de menos que alguna noche incluso
sueño con viejos bares y cócteles de estrellas
cuando tu y yo bebíamos las calles de Madrid.
No he vuelto nunca a verte, aunque a veces me llegue,
como un dulce mordisco, tu nombre en otra boca.
Y recuerde el olor escondido en tu cuello.
El claxon de algún coche te borró en mi memoria.
Y Atocha fue de nuevo un lugar desolado.
Y la muchacha entonces fue una chica cualquiera.
6 comentarios:
"No he vuelto nunca a verte, aunque a veces me llegue,
como un dulce mordisco, tu nombre en otra boca."....
Rodolfo creo que es de los pocos poetas que son capaces de identificar a través de sus versos la "calma del desamor" y a través de esa paradoja le posibilita al lector vivir otras vidas. Es igual si alguna vez estuvo en Atocha o si alguna vez estuvo enamorado, porque sus poemas contienen un idioma que invita a ser pronunciado por quien lee.
Gracias por el poema, es un magnífico broche ahora que a todos nos toca desaparecer. Felices vacaciones.
Saludos.
Las cosas, vistas desde lejos, siempre son mucho más poéticas.
Acepto, vacaciones, porque todos las necesitamos, pero te aseguro que te echaremos mucho de menos, no sé con que lectura me tendré que despertar durante el mes de agosto, yo sigo trabajando... pero las alas de mariposa de mi recuerdo quedarán ancladas en cualquier alfeizar esperando tus letras de otoño.
Como me gustan las letras de tus poesias!!!
Descansa
Un beso desde Madrid
Me has dejado un cierto sabor de nostalgia...yo recorro las calles y en ellas me vienen las visiones de mujeres y amigos...historias de otros tiempos y otros años...quizás nunca muertos...
Gracias por estos bellos versos...un abrazo y felices vacaciones.
cuando uno ya no llora con la escena final de casablanca es que algo no funciona....
muy lindo el poema!
Hoy...tengo 24 años, el pelo corto , una " suave cizatriz" de apendicitis y no recuerdo ya las veces que vi Casablanca...Hoy no quiero pensar en lo que seré, el lo que haré dentro de muchos años...Prefiero pensar en cómo me gustaría que alguien, dentro de algunos años me recuerde como soy ahora, eche de menos a aquella muchacha...Gracias por compartir tanto :-)
Publicar un comentario