jueves, 12 de julio de 2007

Tomás

Estuve con Tomás el otro día. Tomamos unos vinos y charlamos. Tomás es el tabernero de la calle de Tabernillas. Ha cerrado ya por vacaciones. Se marcha a su pueblo de León hasta septiembre u octubre, o vete a saber...Hasta que se aburra por allí. Tomás conoce este Madrid de maravilla. Le gusta tomar una copita de vino y hablar con unos y con otros.

Tomás tiene una historia de Madrid escrita y a punto de publicarla. Creo que alguna vez ya lo he contado: Joaquín Leguina le echó una mano y le puso en contacto con la Comunidad de Madrid para que se lo publicaran. Es verdad que el libro de Tomás es un tanto ecléctico, pero es muy curioso. Una primera parte habla y compara el Madrid de Galdós de Fortunata y Jacinta con el Madrid real. Ha descubierto las casas que cita Galdós, ha comprobado hasta el número de escalones que tienen los portales, donde se encontraba tal o cual comercio...

Una segunda parte habla de una investigación realizada por él sobre los sucesos del 2 de mayo de 1808. Ha descubierto que la mayoría de los patriotas eran mercenarios, gentes que recibieron dinero de la nobleza para impedir que se asentaran las ideas de la revolución en nuestro país. y ha descubierto que heroínas como Manuela Malasaña o Clara del Rey no eran más que pobres mujeres que fueron muertas en los tumultos, de forma fortuita.

Es un libro muy interesante y muy bien escrito. Bueno, pues la Comunidad le dijo que se lo publicaba para decirle a continuación que tenía que quitar algunas páginas que no encajaban en el libro. No sé qué paginas eran, pero Tomás dijo que no.

Ahora Tomás ha creado su propia editorial, Ediciones Vino Tinto, y va a publicar su libro. Estamos todos deseando que esté en la calle.

Estuvimos el otro día, ya digo, Tomás y yo, tomando unos vasitos por el barrio. Hablamos de libros y de la vida. Me habló de muchos de sus clientes. Él presume de que siempre tuvo muy buenos clientes, Como el Chiquitín o Ambrosio o El Pana, El Duende, Julián Pombo... gentes del barrio de los que en alguna ocasión he hablado.

El Pana (porque era panadero) bebía botellines de cerveza. Muchos. Siempre le podías ver con la botellita en la mano, hablando muy despacio y muy tranquilo. Su saludo más cariñoso era: "feo. ¿qué pasa, feo?". Una vez fue al médico. Y el médico le preguntó: "Usted bebe". "Sí", contestó. Y el médico: "¿Qué bebe?" "Cerveza", contestó El Pana. "¿Cuántas?". "Una o dos", dijo El Pana. "¿Cañas?", volvió a preguntar el médico. "No, hombre. Cajas de botellines", dijo satisfecho El Pana.

Tomás se ríe cuando lo cuenta. Y así pasamos la tarde. Saludamos a los taberneros que le conocen, que nos conocen. Y que nos invitan a un vasito. Luego paseamos por la Cava Baja hablando de Galdós, o de libros de viajes o de viejas películas. Tomás es un anticlerical furibundo. Y se ríe cuando habla de la sentencia contra el arzobispado por lo del cura pederasta, o se enciende socarrón y cruel al comentar algo de Aznar.

Dejamos pasar la tarde hasta que, con las últimas luces nos despedimos hasta otra. En esa hora amable de Madrid, cuando el sol es un resplandor bellísimo sobre el Viaducto.

6 comentarios:

Alicia dijo...

Decidido, en otoño tengo cita obligada en la taberna de Tomás. Un abrazo Rodolfo.

Anónimo dijo...

Como que para tomar um copito, entrei no blog de Alicia e me encantei a ver aqueles vídeos e a escutar aquela linda canção de Joan Manuel Serrat "Nanas de la cebolla".
Obrigado amigos pelos bons momentos! Um abraço.

Cata dijo...

Gracias Rodolfo por dejar tu saludo fraterno en mi blog... podriamos mandarnos un mail? hay algunas cosillas que quisiera contarte, pero más en privado... Tomás es el mismo al que Ismael nombra en sus temas? toda una institución,en esta vida, mas vale tener amigos que dinero! Un abrazo...

Margarida dijo...

Ay Tomás...aún tengo en el paladar el sabor de esos pinchos y del vermut..., pero sin duda, me quedó para siempre el cariño con el que fuí recibida y la enorme cultura de un "simple" tabernero...que todos los taberneros fuesen como él!!. Daría gusto ir a los bares.

txilibrin dijo...

Oye, que yo sigo por Madrid descubriendo sitios buenos buenos, que luego tengo que llevar a los amigos, y ya me veo por La Latina buscando la taberna...
En otoño, lo mismo que Alicia, me tendré que pasar por allí :D

Romano dijo...

Recomiendo el Vermouth y las anchoas,,,aparte del buen ambiente que hay ahi,,,

Abrazos y buena semana Rodolfo