No sé si merece la pena hablar otra vez de estas cosas. A mí, al menos, me da cada vez más tristeza leer lo mismo sobre el 11-M. Dios, mío, ¿descansarán alguna vez en paz las víctimas? Con sentencia o sin sentencia, da horror leer las mismas opiniones, las mismas barbaridades. estoy convencido de que nunca, jamás, salgan las sentencias que salgan habrá acuerdo.
Y no puede haberlo porque cada uno busca en cada letra, en cada coma, la confirmación de sus ideas. Me da ya igual que unos se basen en mentiras, en rencores, en intereses espurios. Y que otros busquen en ella su legitimación. Me da igual. Deseo fervientemente pasar página. Deseo que el dolor quede en el alma de los hombres y mujeres de bien como un poso de acercamiento, de fraternidad.
El 11-M, su horror, ese horror al que se refería Kurtz en el libro de Conrad, "El corazón de las tinieblas", tendría que haber servido para unirnos a todos en el mismo sentimiento: el cariño y la pena por tanto muerto, por tanto herido. Qué tristeza que haya servido para lo contrario.
No sé qué decir. Quisiera no volver a oír más cosas ni en teles ni en radios. No volver a leer el desprecio con el que, al final, se trata a las víctimas: los muertos, los heridos, los que llevan el dolor de su pérdida.
He dudado mucho antes de escribir estas líneas. Lo hago porque quiero que sean las últimas que se recojan en este blog. Yo recordaré siempre el sobresalto con el que me desperté aquella mañana en Córdoba, cuando mi hijo mayor me llamó para decirme que habían puesto unas bombas en Atocha y que se temía que hubiera numerosos muertos.
Recordaré siempre mi deseo de venirme a Madrid. no sé a qué. A estar aquí. A sentirme arropado y protegido por mi familia, a llorar a los fallecidos. Nunca olvidaré la lluvia que nos acompañó a miles de madrileños por esas calles llenas de llanto. la emoción de sentirme uno más entre tanto dolor.
Recordaré siempre aquellos días. Y me da igual que luego hubiera elecciones, que cambiara el gobierno. Me da igual todo. Pero quiero dejar de oír tanto grito rabioso, tanta basura volcada sobre los corazones rotos de tanta gente. No quiero que nadie utilice mi dolor, mi participación en la manifestación, mi voto, mi vida en suma. Mis sentimientos. Silencio, ya, Silencio.
12 comentarios:
No hay mucho más que decir. Tienes toda la razón. Tal vez, ya sólo nos quede avergonzarnos por lo que ha sido, por lo que han hecho de ello.
Te aplaudo, el último párrafo. En él explicas todo lo que siento, pienso y deseo. La sociedad está cansada ya de tantas vueltas de hojas, ¿no se cansan los políticos?
Por la frecuencia en la que aparece en las noticias parece que fue ayer cuando ocurrió el atentado.
Si hay que ir a una manifestación para que esto acabe ya. Llamadme.
Un saludo, Eva.
PD: no sabes el bien que me hizo tu comentario. Me hizo soñar. Gracias.
Iba a dedicar un post a esta misma cuestión en mi humilde espacio, porque cada vez que enciendo la tele o abro un periódico, las declaraciones que veo, leo y escucho, sólo me hacen emitir un desganado..."y vuelta la burra al trigo", un perezoso "y dale...". Y como precisamente no quiero pereza ni desgana ante hechos tan horribles como ese, me uno a tu silencio final y a tus palabras, que resumen a la perfección lo que muchos estamos sintiendo.Para mí se queda también el dónde y el cómo viví ese día, tan cerca de Madrid aun estando tan lejos...
Y me uno también a las palabras de Eva: si hay que convocar esa manifestación, aquí estaremos.
Saludos.
Y.
No Eva, los políticos no se cansan. Unos utilizan la sencencia del 11M para promocionar su libro y otros le 'ríen' la 'gracia' con un video. Suma y sigue, por lo menos hasta el próximo 9 de Marzo, seguro. ¿Acaso hubo ayer algún político que comentara el final del encierro de los mineros en Sevilla? Esto no les interesa, ni la increíble subida de precios en productos de primera necesidad... A ver si como dice Rodolfo, todos guardan silencio de una vez.
Un saludo.
Las desgracias siempre se han utilizado como arma arrojadiza, pero todos tenéis razón, ya está bien. Por desgracia, el clamor de la gente nunca llega a los despachos...
Saludos
Si se callase el ruido...
En todas partes del mundo, las tragedias y los sentimientos de las víctimas se utilizan hasta la saciedad, para obtener beneficios políticos. Lamentablemente ante cada oprtunidad de sacar provecho, ahí están nuevamente como buitres.
Cuanta razón tiene Rodolfo, pero creo que por desgracia tendremos que seguir aguantando mentiras, blasfemias y seguir viendo como se rien de las victimas nuestros gobernantes.
Espero y deseo que todo esto acabe pronto
Un abrazo
-javi-
Ante tanto dolor,silencio,cuanta razon tiene Rodolfo,,,,
El otro dia veia imagenes del 11 m aqui en Bs As y recordaba esos dias tan tristes,la desesperacion nuestra de llamar a la Familia oceano de por medio ,,,que horror !!!
Silencio y memoria !!!
descansen en paz.
Suscribo.
Silencio. Que quede sólo el silencio, y el recuerdo a las víctimas.
El silencio por mucho que queramos no
llegará, tenemos muchos bocazas por ahí suelto.
Saludos
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