jueves, 22 de marzo de 2007

Enemigos

Cuenta José Luis Alvite que él hizo la mili en la armada. Y narra que un capitán de fragata le dio el siguiente consejo: "Si nos invaden, hijo, y al enemigo no le importa, entrégate". Me parece uno de los consejos más lúcidos que he oído nunca. Y, además, viniendo de un militar.
De seguirse al pie de la letra, las guerras serían innecesarias. Machado decía que no estaba de acuerdo con la máxima latina de vis pacem para bellum (si quieres la paz prepara la guerra). Decía Antonio Machado que él prefería defender aquello de si "quieres la paz, prepara la paz, prepara la paz". Ahora que nos llegan las noticias de esta guerra atroz de Irak, piensa uno si no hubiera sido más conveniente y más afortunado y acertado, que los dueños del mundo se hubieran preparado para la paz, o hubiesen preparado la paz.
Lo triste es que ya no hay remedio para esos 650.000 muertos.
Y otra cosa.
Resulta que el pobre y desgraciado es pobre y desgraciado hasta en su muerte. Estamos todos contentísimos de que el periodista italiano haya sido liberado. Las televisiones, los periódicos, las radios están orgullosísimos de que el periodista haya podido volver a casa. Parece que han sido ellos lo que lo han logrado.
Pero los medios de comunicación dicen muy poco del chófer del periodista, asesinado brutalmente por los mismos talibanes. Nadie, salvo su familia, ha llorado sobre su cadáver. No es que haya muertos de tercera, es que hay muertos que ni siquiera han tenido muerte conocida. Qué triste.

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