martes, 7 de febrero de 2012

Confieso que soy enfermo crónico


 He de confesar que soy enfermo crónico. Confieso que pretendo que el sistema atienda la atención que merece mi enfermedad. Soy un sinvergüenza. Y creo que la viceconsejera de Asistencia Sanitaria madrileña, Patricia Flores, tiene razón cuando se pregunta: “¿Tiene sentido que un enfermo crónico viva gratis del sistema?”. No, no lo tiene. Como dice mi amigo Aurelio en su blog Nómada, creo que debo morirme.

Pero, verá usted, doña Patricia. Quiero justificar mis pretensiones. Empecé a trabajar muy joven, con 15 o 16 años. Llevo cotizados casi 50 años. He pagado religiosamente mis aportaciones, aunque durante muchos años no he necesitado asistencia sanitaria.

Por eso, permítame que le diga que yo, a pesar de ser un enfermo crónico, no vivo gratis del sistema. Lo he pagado. Y lo sigo pagando. Mi asistencia y la de otros. Igual que otros pagan la mía. Se llama solidaridad. No sé qué ha querido decir usted con sus palabras. Me da miedo pensar que lo que usted quiere decir es que un crónico no debe vivir. O que si quiere vivir, debe pagarlo.

Yo creo, con todos los respetos que usted no entiende el concepto de servicio público. Y me temo que tampoco entiende lo que es solidaridad, fraternidad, humanidad. Los crónicos son quienes más necesitan el sistema. Precisamente por eso, porque son crónicos, porque están enfermos, porque necesitan el calor de un sistema humano y solidario.

Los crónicos somos muchos en este país. Ya lo sentimos. Somos los primeros en lamentarlo. Le aseguro que no lo somos por gusto. Le aseguro que no queremos ser una carga para nadie. Y que si vamos a los hospitales,  a los ambulatorios y compramos en las farmacia es porque no tenemos más remedio.

Por cierto, he de decirle que, a pesar del deterioro de la sanidad pública, me he sentido orgulloso cuando en las consultas y en los hospitales me han atendido siempre con tanto cariño y tanta profesionalidad, salvo alguna excepción que no merece la pena ni mencionar. porque quiero decirle que tenemos unos profesionales extraordinarios, en su mayoría: atentos, pacientes y sabios.Ellos hacen más soportable la putada de ser enfermo crónico.

Bueno. Nada más. Ah, sí. Alguno de sus colaboradores, para salvarle la cara, ha dicho que se refería a que estarían mejor en una residencia. Aunque nada tiene que ver esa versión con lo que dijo usted, he de comentarle que hay crónicos muy jóvenes, ¿sabe? Que la enfermedad crónica no está relacionada directamente con la edad. ¿Va a encerrar usted a los niños enfermos crónicos en una residencia?

En fin. Disculpe que sea un crónico. Ya lo siento. De verdad. Como usted no se puede ni imaginar. Así que seguiré pretendiendo vivir en el sistema sanitario. Pero no gratis. Porque otros y yo lo pagamos, incluido su sueldo.

***


16 comentarios:

Paris Joel dijo...

¿Si en un Gobierno todo son recortes y la capacidad de inversión es nula, no sería lógico mandar a todos los políticos a sus casas y dejar la administración en manos de los técnicos y funcionarios públicos? A Bélgica no le fue tan mal.
Un abrazo Rodolfo.

Miguel Cobo dijo...

Rodolfo, perfecta tu radiografía. A esta gente le haces un TAC y le aparece un quiste inhumano en su alma neoliberal. Sus resonancias magnéticas nos repelen.
Este magnífico artículo lo enlazo en las redes sociales.
Y un deseo (polisémico) cargado de futuro: ¡Salud, compañero!

Antonio dijo...

Y yo confieso, que siempre me preocuparon esas cosas que dicen estos políticos, para después decir que no quisieron decir eso. Que poca talla y que poca clase, y que putas las vamos a pasar. Ellos si que son hace mucho ya, un mal crónico para este país.
Como siempre, un abrazo.

JOAN dijo...

Si señor Rodolfo, enorme tu mordedura a este ejército neoliberal q considera la salud un simple negocio, y la administración una simple poltrona de abuso y poder.

La ilustración de Forges, simplemente genial, en consonancia!!

Abrazos desde Barcelona!!

Anónimo dijo...

Es la lástima que entre todos hemos ido montando, permitiendo que lo publico se considere gratis, y cuando de ningún modo lo es. Deberíamos cuidar lo publico como parte de nuestros bienes, así todo iría y funcionaria mucho mejor. Pero claro, nuestra clase política es la que es, malgasta el dinero que no es suyo y se enriquece a nuestra costa, y al final no se salva ninguno, no hay colores cuando el poder y el dinero manda.

jaime dijo...

Este sistema deshumanizado, corrupto, insolidario... tiene estas cosas.

Salud!.

N dijo...

Aquí los únicos crónicos, de cabeza, son los que piensa como esta tipa.
Quieren echar por tierra un sistema pensado para hacer más posible lo de la sanidad uniceversal en vez de tratar y arreglar sus déficits.
Claro que el sistema sanitario tiene cosas no funcionan bien, pero mi cabeza también y lo que hago es intentar arreglarlas en vez de cortármela... remedio que quizás le iría bien a ella.


Salud¡¡¡ (nunca mejor dicho)

Javier Astasio Arbiza dijo...

Ole, ole y ole. De parte de un crónico más crónico que tú. La peor de las enfermedades crónicas es la gilipollez crónica y algunos la padecen en grado sumo

aabb dijo...

Estupendo el post. Yo también soy crónica, tengo 32 años, y llevo una vida normal por el momento. Pero me han recetado una medicación carísima. Me ha tocado, y no es que haya podido hacer mucho al respecto... No sé cómo alguien puede decir semejante burrada y quedarse tan tranquila. Luego lo han querido arreglar, pero lo mires por donde lo mires lo de que se te escape lo de vivir gratis del sistema respecto a los crónicos da a entender perfectamente lo terriblemente amueblada que tienes la cabeza. Como si los enfermos fuéramos responsables de lo que nos pasa, y nuestro objetivo fuera chuparle la sangre al sistema. Ya me gustaría a mí no tener que medicarme, pero si quiero preservar mi calidad de vida, y poder seguir trabajando (y cotizando a la seguridad social), es lo que hay...

CARMEN dijo...

Muy bueno, Rodolfo, muy bueno.
Has estado genial.
Un fuerte abrazo.

Nieves LM dijo...

Mu bien dicho!!
Te saludo cronicamente. Besos.

Ysupais dijo...

Con tu permiso lo he compartido en mi humilde blog y en facebook una buena respuesta a una mala " ministra"
Saludos

Unknown dijo...

Yo también soy enfermo crónico, y por si fuera poco, desde hace ya tres años, pensionista por incapacidad total permanente, y vivo del sistema del mismo modo que antes lo he mantenido. Hay una cosa en la que te equivocas, amigo. No se nos hace un favor, ni es una uestión de solidaridad, sino una obligación; porque hemos pagado para ello, y bien seguro que cobraré durante menos años de los que he estado pagando.
También hemos estado pagando a polític@s, secretari@s, vicesecrtari@s, y todos los derivados de semejante casta de ineptos, corruptos, y que no nos representan, que cotizando menos que nosotros, el día que se retiren cobrarán mucho más, es decir, vivirán del sistema, sin haber hecho otra cosa por el país que molestar, y si han tenido la oportunidad, embolsarse algún dinero extra que era propiedad de los ciudadanos. Porque yo, con mi pensión, apenas llego a finales de mes, mientras que ellos se retirarán con pensiones superiores a las más altas posibles entre los trabajadores.
Como enfermo crónico, mi calidad de vida deja mucho que desear. He padecido dos cánceres, tengo una EPOC que apenas me permite andar, tengo artrosis con calcificaciones en varias partes de mi cuerpo que no me deja dormir, debor de tomar cada día un mínimo de 6 pastillas para sobrevivir, me he olvidado de placeres como el fumar, beber, comer, y las realaciones sexuales. ¿Qué más quiere?
Hubo alguien, que allá por los años treinta del siglo pasado, se hizo la misma pregunta que se ha hecho esta noble alma, que a buen seguro cumple con el sagrado deber de ir a misa los domingos y fiestas de guardar, y llegó a la conclusión de que lo más económico y lo mejor, era eliminarlos. Se llamaba Hitler, y aunque siempre habrá quien esté tentado de imitar alguna de sus inciativas, esperemos que no sean capaces de llegar tan lejos, aunque no sea por falta de ganas.
Saludos, amigo, y todo mi apoyo.

Óscar Sejas dijo...

Se deben pensar que los enfermos crónicos van al médico o compran medicamentos por gozo.

Es vergonzoso que esta señora haga las declaraciones que hizo. Los que chupan de la teta son ellos, que tenemos que pagar sus dietas, su sueldo e infinidad de otros gastos que su cargo conlleva. Que dejen de parasitar de una vez y dejen de tocarle las narices a los que menos se lo merecen. Bastante es ya tener que sufrir una enfermedad crónica como para tener que sufrir ahora a los viceconsejeros, que yo me pregunto ¿es realmente necesario un viceconsejero?

En fin...

Cecilia dijo...

Alucino con las cosas que están pasando en esta España nuestra. Todo está del revés: los corruptos son absueltos y elogiados, los jueces honrados son destituidos, los enfermos son vejados, los mediocres ascienden al poder, los ciudadanos soportamos la crisis económica, la estulticia de los gobernantes, los sueldazos que se ponen, y encima un montón de gente perjudicada, empobrecida, marginada ¡les vota! Por favor, no les voten, bótenles.

Alicia dijo...

Me ha encantado la carta Rodolfo, y por supuesto que 100% de acuerdo. Creo que algunos cargos públicos deberían acercarse al sistema público de salud y darse cuenta que el problema no son los usuarios si no la mala gestión que ellos mismos hacen.
besos amigo...... y salud!!!