domingo, 8 de abril de 2007

Telebasura

En estos días he visto los programas de Tele 5 y Antena 3, creo que son los de Dolce Vita y Dónde estás corazón. Son buenos ejemplos de cómo se puede llegar al mayor de los dislates, a la ofensa impune, a la falta de moral más absoluta. En uno de ellos, cuatro o cinco señores y señoras, investidos por el sumo saber, impartían clases de moral a un joven, hijo de una tonadillera, al que habían pillado entrando en un club de alterne.

Fue tremendo. Expresaban con frases y gestos todo un género de reproches y muecas para criticar al joven cogido in fraganti. Incluso, el que había tomado, aparentemente, las imágenes se preguntaba, en el colmo del cinismo, si es que no había nadie que dijera al muchacho lo horrible de su conducta. Y todos se escandalizaban del dinero que se había gastado la noche de su pecado. Era una labor de acoso y derribo, sin piedad alguna. Ninguno se preguntó, ni siquiera por un instante, sobre el derecho a la intimidad del joven. Urbi et orbe se le despellejó, con santurrona palabrería e hipócritas palabras de asombro, ante los millones de espectadores que, en aquel momento, veíamos la televisión.

En la otra cadena una pobre mujer era salvajamente descuartizada en un interrogatorio propio de la Inquisición sobre sus relaciones familiares. De ser cierto lo que el periodista decía en mal tono y peor forma, lo único que hubiera demostrado hubiera sido la necesidad de que la buena mujer visitara urgentemente al siquiatra.

El público jaleaba al periodista y abucheaba a la mujer, como los antiguos romanos debían hacer en el circo Máximo. Supongo que los picos de audiencia se pondrían por las nubes.

No sé si la mujer, sometida a tal escarnio, sabía a lo que se exponía, a cambio de un suculento fajo de billetes. Pero estoy seguro de que nadie se merece un trato semejante.

Este tipo de programas ha sobrepasado cualquier límite. Los llamados peridistas -alguno con la pretensión de ser irónico-, haciendo gala de una crueldad inhumana, buscan en el pasado, recuerdan viejas declaraciones, bucean en el lodazal con tal de hacer el programa del siglo. No les importa la intimidad, el respeto que se merece hasta el más miserable, con tal de lograr sus fines.

La televisión necesita carnaza. Ninguno de ellos comparecerá ante el juez acusados de violar media docena de artículos de cualquier legislación. Y presumen de periodistas, de investigadores, de buscadores de la verdad. Pero no buscan la verdad, buscan el escándalo, sin darse cuenta de que en su vida hay aspectos que no resistirían ser expuesto en público, con la impudicia que ellos utilizan con otros.

Lo peor es que se sienten héroes. Se creen adorados. Y se llenan la cartera con toda la miseria de cuatro desgraciados que buscan su minuto de gloria.

6 comentarios:

carmen dijo...

y yo me pregunto....en donde nacio esta nueva "corriente" periodistica basada en la tortura y desmembramiento de la vida privada de las personas ( ni que decir de aquellos denominados -famosos-)... si hago zapping con el control encuentro variaciones del mismo tema con acento mexicano, argentino, venezolano, colombiano, costarricense...cual sera el epicento desde donde se genero este modelo?
imagino q tambien soy algo culpable por detenerme a verlos...

Cata dijo...

En Chile se ha generado una variación al "periodismo de espectaculos" : La Opinología... sí, así como se lee, cualquiera que tenga algo que decir sobre alguoien, se transforma en opinologo... mientras más destructivo, punzante (o como quisiera llamarse)y poco objetivo el comentario, mejor... ganan sueldos bastante contundentes, tiene espacios televisivos que duran entre una y dos horas diarias... lo divertido? cada vez que se hace un encuesta en mi país, nadie ve esos programas, pero tiene ratings sobre los 10 puntos... pero si no apareces en un comentario de este tipo, no eres parte de farandulandia y por tanto, no eres rentable. Viva el neoliberalismo!

Lucia_del_Mar dijo...

Siempre se dice "hay q acabar con esta tendencia", pero ahi estamos "todos" pendientes de estos programas y como dice Cata: YO NO VEO PROGRAMAS DE ESPECTACULOS NI REALITY SHOW ....jeee menuda mentira, si al fin y al cabo, todos, de una u otra manera los vemos, si no los vieramos, no estariamos opinando sobre estos programas.

"lo nuestro (y me incluyo) es una gran contradicción".

un abrazo desde Chile...

ivan (paranoico) dijo...

No voy a aportar nada nuevo de lo que ya dijeron Carmen, Cata y Paula.. solo diria que lo ironico del asunto no es que se hagan ese tipo de programas sino que la gente los va con atencion y al siguiente dia en cualquier lado.. sean tema de conversacion.. sera verdad aquello de que "tenemos la television que merecemos" por no exigir mejores cosas?

Anónimo dijo...

Dijo en una ocasión una de esas pobres chicas que se dio a conocer por ser Miss camiseta mojada y sin más creyó ser princesa: "No he venido aquí a hablar de mi trabajo. He venido a hablar de mi vida privada" refiriéndose a un programa del corazón. Cuanto menos desconcertante ¿no?

N. dijo...

Lo desquiciante de todo, no es solo este espectáculo circense, sino que después se miran las audiencias y...

Sábado dolce vita (Tele 5) 2.180.000 de espectadores y 21% de share, a solo un 4% del programa más visto de ese sábado, que fue el Telediario 1 fin de semana (TVE 1) con 2.785.000 de espectadores y el 24.7% de share.


En fin.