Una mujer va al trabajo
Iba sola y cansada. Tenía entre las dedos
el bolso desgastado del todo a cien del chino.
Se cerraban sus ojos como en un duermevela
Como si cien despertadores la hubieran fusilado.
Y era la mañana el primer día del mundo,
cuando todo empezaba y salía de los mares
la ameba primigenia que iniciaba la vida.
Y el metro era el espacio para soñar sin sueños.
En sus manos estaba el recuerdo al olor
de lejía y detergentes, de oficina y baldosas.
Y pensaba en los hijos, la hipoteca imposible
y en que el mundo era cada vez más difícil.
Iba sola y sentía las piernas más hinchadas
y el corazón más lento. Y en el carmín barato
de sus labios notaba lo amargo de los días
y pensaba en familias de chalés y de playas.
El vagón era una tormenta que arrastraba
su cuerpo hacia una noche sin estrellas ni pájaros.
Que la vida iba en serio lo supo desde siempre
aunque nunca leyera ni a poetas ni versos.
Las puertas sisearon. Y ella bajó en silencio.
El mundo comenzaba otra vez aquel día.
Y ella se adentraba en la tierra de nadie,
paraíso maldito sin ángel y sin dioses.
12 comentarios:
Precioso poema, Rodolfo, precioso... me encanta.
Un saludo desde Asturias!
Dime...¿como lo consigues?
Hace un tiempo me había obsesionado con esto de los retratos. Tenía tres pequeños poemas titulados "Retrato". Uno era para un ciego, otro para una ciudad sin nombre y otro confundiendo a una ciudad y una mujer, "nocturna y lluviosa". Pero nada tan magnífico. Es que esto despierta mi obsesión nuevamente.
El vagón era una tormenta que arrastraba / su cuerpo hacia una noche sin estrellas ni pájaros. / Que la vida iba en serio lo supo desde siempre / aunque nunca leyera ni a poetas ni versos.
la vida es difícil para todos, pero quizá lo sea más para aquellos que nunca tuvieron la suerte, y aún no la tienen, de disfrutar de la obra de los grandes maestros y poder perderse en un mundo que no es el de siempre, en un mundo a veces mucho más bello, un mundo ficticio que acabe con lo feo del que nosotros vivimos.
yo tampoco sé como lo haces, pero tienes una pluma preciosa. felicidades también por tus dos geniales colaboraciones en el disco de tu hijo. un abrazo.
A pesar de no dejar nunca comentarios, soy seguidor diario de su blog. Gracias por llenar internet de poesía y de buenas reflexiones.
Un afectuoso saludo desde Gijón.
David.
Rodolfo, es inmensamente bueno todo lo que sale de tu pluma, eres capaz de describir la cruda realidad dentro de la belleza de tu poesia.
Un saludo
Que buen poema, me ha gustado.
Salu2.
¿Cuántas mujeres de estas se adentran cada día en tierras de nadie?
Saludos
Assim é feita a vida de muitas mulheres...E são elas os anjos desse "paraíso maldito".
Talvez esta mulher nunca tenha lido um poema mas foi fonte de inspiração para o poeta. É bom que haja olhares mais atentos, porque esta e muitas outras mulheres o merecem.Obrigada Rodolfo.
Sentí un apretón en el estómago, fue como ver est imagen en mi ciudad, miles de veces... cruza el oceano, se ve en todos los lugares... y sólo tú sabes como recerarlo en versos... un abrazo endieciochado de esta renovada yo... si me lees sabrás por qué... Catulia
"Se cerraban sus ojos como en un duermevela
Como si cien despertadores la hubieran fusilado."
Rodolfo creo que este poema marca el inicio de su nueva dimensión poética en la que su núcleo sigue intacto pero las capas externas han sufrido un cambio sustancial... Ya sabe, está igual pero distinto. Se avecina un invierno interesante.
Un abrazo.
Una descripción con una crudeza dañina pero que llega dentro.
Me gustaría hacerle ver a esa mujer que también puede ser feliz, pero sé que desde fuera todo es fácil...
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