lunes, 18 de junio de 2007

Triunfo

Una crónica de los periódicos:

"La victoria se extendió ayer por toda la ciudad. El equipo de representantes de la Ciencia y de las Artes había, por fin, conseguido tan ansiado triunfo. Las calles se llenaron de gente jubilosa que, a voz en grito, feliz y sudorosa, celebraba la victoria siempre tan deseada.

El alcalde de la capital había anunciado que, dado lo importante del evento, se pondrían los medios necesarios para que nada ni nadie ensombreciera los actos. Se cortarían las calles y se permitiría excepcionalmente que el capitán del equipo se acercara a la estatua que simbolizaba la ciudad y colocara en la cabeza de granito los adornos y colores que nos habían llevado al triunfo.

La ciudadanía no durmió aquella noche. Gritos y cánticos celebraron la victoria. Los padres, con sus hijos a hombros, se echaron a la calle para que los niñas y niños supieran ver cómo la belleza, la poesía, la pintura, los valores de la tolerancia, la sabiduría se imponían en el alma de la gente.

Sólo lamentar algún grupo que, enfervorizado por el triunfo, había protagonizado algunos incidentes con las Fuerzas del Orden. Los medios de comunicación dedicaron sus más amplios espacios al acontecimiento. Y esa misma tarde estaba previsto que el equipo fuera recibido por las autoridades y, posteriormente, por el mismísimo cardenal que haría una ofrenda a la Patrona de la Ciudad".

Bueno. Pues, no. Todo esto, o algo parecido, se ha dicho y hecho sobre el triunfo de un equipo de fútbol, de propiedad privada, que representa, en muchos casos, valores de violencia, insolidaridad, competitividad. Un equipo de hombres que arrasan económicamente, que tienen sueldos insultantes, que ni dan ejemplo de deportividad ni de ciudadanía. Espejo y crisol de pasiones donde la testorena juega un papel importante y en el que la cultura tiene su máxima expresión en frases como "pienso de que...", o "bueno, yo... bueno, pues".

Un equipo pensado para entontecer a la ciudadanía, para demostrar que la educación o la cultura nada puede ante la fortaleza de un puntapié o el resuello de una carrera. Un equipo que ha paralizado una ciudad, que ha cortado calles, que ha cambiado el ritmo entero de un país.

Viva el furbo.

5 comentarios:

Margarida dijo...

Al margen de todo eso, que es así efectivamente, vamos a ponernos un poco futboleros y aquí habría que decir que NO es el único equipo de Madrid y que no hay derecho a que se tomen monumentos de la ciudad como propios ni del Real Madrid, ni del fútbol. ¿Que culpa tendrá una estatua tan bella como la Cibeles de llenarse de GILIPOLLAS?. Es increíble al nivel que se llegó con el fútbol y aún hay quien dice que es un deporte...ni ellos parecen deportistas..ahí los tienes depilados,peinados, tatuados..cuidando al máximo su estética como si de modelos de pasarela se tratase...y que sude la camiseta la cantera, que luego exportarán para traer "craks" multimillonarios que venden merchandising cantidad...y que regala a su mujer un vibrador de DOS MILLONES DE EUROS...Por si fuera poco, después la nombran "Mujer del año"...que alguien me lo explique, porque yo me estoy perdiendo algo...

Anónimo dijo...

Brillante!

ivan (paranoico) dijo...

Yo creo que eso no es tanto culpa del futbol... yo me declaro amante del fut-bol y todo lo que se comenta yo creo que no es culpa del deporte, es mas bien de los medios que lo han utilizado para otros fines, porque el juego de pelota como tal, a mi me parece hermoso. (ojo que sin ser seguidor del real ni mucho menos).

Romano dijo...

El problema que tiene el juego de la pelota llamada futbol que a mi me gustaba hasta que empezaron a haber tantos billetes de por medio.

N. dijo...

Es que esto no es fútbol... sólo son 22 millonarios 'corriendo' tras una pelota.